Para Aristóteles la capacidad de distinguir entre el bien y el mal es lo que nos diferencia del resto de los animales, o sea : “manifestar lo conveniente y lo perjudicial, así como lo justo y lo injusto”.
El filósofo griego alegaba que siendo el hombre esencialmente animal, social y racional, perdía su condición de tal cuando su componente animal se imponía a los otros factores.
Si hay algún factor añadido a lo preconizado por Aristóteles es que a lo largo de la evolución humana el respeto por los muertos ha sido una constante que diferencia la esencia del ser humano de los animales.
En un reciente programa de la Sexta TV un tal “Wyoming” ha efectuado una parodia de la posible exhumación del Generalísimo Franco. Con esta escenificación este insignificante personaje nos ha recordado cuan acertado estaba Aristóteles cuando definía al hombre de naturaleza animal pues sólo desde esta perspectiva se puede entender lo que este personaje ha representado.
No, no es libertad de expresión lo materializado en ese programa por este personaje sino una muestra vil de odio y rabia, factores que le alejan de los otros que atribuía Aristóteles a la persona como su condición social y racional.
El odio al rival, ni siquiera enemigo, el desprecio resentido, deshumaniza a la persona que lo siente; realmente, deshumaniza su posible bondad – si es que tiene alguna – dejándole solamente la maldad del odio.
Lo pavoroso de estos personajes – y el tal “Wyoming es uno de ellos – , es que son ejemplo de una peligrosa casta que desprecia y ejecuta moralmente a los muertos que ya no le pueden responder.
Fue Napoléon quien dijo que vengarse de un muerto es de cobardes y que desenterrarlo es muestra de histerismo e impotencia. Palabras que cobran vigencia ante la visión de la parodia que el tal “Wyoming” ha escenificado.
Afortunadamente la sociedad civilizada, en un Estado de Derecho, arbitra las relaciones humanas y sociales mediante la acción de la Justicia. El tal e insignificante personaje “Wyoming” recibirá en breve noticias de esta Fundación al amparo de la Justicia.
A lo largo de los últimos meses miembros de esta FNFF hemos atendido con amabilidad las peticiones de asistencia a diferentes programas de la Sexta TV . A partir de este momento, y salvo rectificación oportuna, ninguna persona de esta Fundación volverá a acudir a la citada cadena. Sin duda dada la característica sectaria de la misma no nos echarán de menos. Nosotros tampoco.