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Pablo Martín
Con gran pesar y profunda tristeza leíamos en el diario La Vanguardia (25/05/2021) que el Ayuntamiento de Tortosa finalmente retirará el Monumento conmemorativo de la Batalla del Ebro.
El “talibanismo”, tanto político, cultural, como histórico, se está extendido por toda España, y de la misma forma que los Talibanes destruyeron los dos Budas de Bāmiyān, en Afganistán, la extrema izquierda revanchista y vengativa, y los secesionistas catalanes, quieren destruir todos los vestigios de nuestra Historia reciente que a ellos no les gusta.
El 13 de enero de 2020, el Ayuntamiento de Tortosa, votó retirar el Monumento conmemorativo de la Batalla del Ebro, con ello se votó destruir parte de la Historia de Tortosa, y por ende de España.
Se da la circunstancia que, en mayo de 2016, la ciudad de Tortosa realizó una consulta popular entre todos los empadronados mayores de 16 años para conocer su opinión sobre el Monumento conmemorativo de la Batalla del Ebro, y el 68% votó a favor de conservarlo y dejarlo en su actual emplazamiento, aunque por lo visto el actual consistorio, y el gobierno regional de Cataluña, han hecho caso omiso a la voluntad democráticamente expresada por los tortosinos, y finalmente lo retirarán.
Hay que recordar, que, con la llegada de la democracia a España, ya en su día, el Ayuntamiento de Tortosa retiró todos los elementos que se consideraron que podían tener un “carácter marcadamente franquista”, como fue el vítor de Franco que el águila portaba entre sus garras, por lo que, en estos momentos, el monumento carece de ningún símbolo que se pueda asociar a Franco, o a sus años de Gobierno.
Así pues, en la actualidad, el monolito, sólo es un monumento en homenaje a todos los caídos de los dos bandos en la batalla del Ebro, y carece de ninguna simbología que pueda ser asociada ni a Franco, ni a sus años de Gobierno. Además, en su día fue declarado bien integrante del patrimonio cultural de Cataluña, y en 2007, fue incluido en el catálogo patrimonial del Plan de Ordenación Urbanística Municipal de Tortosa. Por lo que retirar el monumento de su actual emplazamiento, tiene claros visos de ser un revanchismo político, y una persecución a todos aquellos que no pensamos como los que gobiernan en Tortosa, en Cataluña, y en España, esto es, los secesionistas catalanes, y la extrema izquierda radical y casposa.
Ahora tienen vía libre para reescribir a su antojo y conveniencia la Historia de España, y en concreto la Historia de Tortosa, y a buen seguro no tardarán mucho en erigir otro monumento dónde ellos reinterpreten nuestra Historia, y si no, el tiempo me dará la razón.
No contentos con destruir y borrar parte de la Historia de Tortosa, desde el Ayuntamiento de Tortosa y el gobierno regional de la Generalidad de Cataluña, han elegido el 18 de julio, como día para retirar el monumento, y es que precisamente este año, se cumplirán 85 años del Alzamiento Nacional, y es que otrora ese día fue denominado como el “espíritu del 18 de julio” y ahora el Ayuntamiento y el gobierno regional de Cataluña, han elegido tan significativo día para la Historia de España, para destruir un monumento que representa una parte de nuestra Historia reciente.
Deseo unirme a nuestros compañeros de Tortosa, y de Tarragona, para mostrar mi rechazo al desmantelamiento de parte de la Historia de España, es por ello que pido que el Monumento conmemorativo de la Batalla del Ebro, no sea derribado, y permanezca en su lugar actual.