Las lecciones de geografía de Luis Alfonso de Borbón

A.S. MADRID

La Razón

 

 

El juego está compuesto de 96 cartas.

Ochenta de ellos son naipes temáticos y hay 16 comodines, que no tienen dibujado

el tradicional juglar o bufón, sino el toro de Osborne.

España y sus símbolos está muy presente en este juego.

El anverso de cada carta es la bandera de España y el dado es rojo y amarillo,

algo que tienen en común los tres juegos de este Borbón.

 

Durante el confinamiento Luis Alfonso de Borbón, junto con su esposa Margarita Vargas, descubrió una pasión hasta ahora oculta: crear naipes educativos con lecciones de geografía e historia. Eso sí, bien cargados de subliminales mensajes. Una afición a la que le ha sacado el rédito económico y que fascina cada vez más a sus cuatro hijos. Hoy, el hijo del fallecido duque de Cádiz presenta su tercera baraja de cartas, una suerte de trivial geográfico en la librería Troa Nebli (calle Serrano, 80), un lugar situado en el corazón del barrio de Salamanca, donde se podrá adquirir por 25 euros. Si es que uno no decide comprar este juego con apellido Borbón por Amazon, donde las barajas buscan ser un «top ventas» de cara el Día del Padre, el próximo 19 de marzo.

¿En que consiste este juego que el hijo de Carmen Martínez-Bordiú ha bautizado como «Conoce España»? Se trata de un clásico juego de preguntas sobre geografía física y humana. Se preguntará por ríos y cordilleras, pero también por la comida típica de una región o por las vírgenes patronas de una determinada ciudad. Como en la anterior baraja de cartas, sale ganador de este juego el que consigue juntar la palabra «España», que es aquí como completar el tradicional quesito arcoíris del trivial.

Aún no sabemos que peculiares «zarcas» incluirá en este juego. En el primero, que versaba sobre la monarquía francesa se incluían una carta con su fotografía, ya que él es pretendiente al trono de Francia. En su segundo juego «Ñ España», que versaba sobre la historia de nuestro país, había 15 comodines con forma de menina y que incluían trucos para avanzar como gritar, en determinado momento del juego, «Arriba, España». Esta acción permite quitar una carta a tu adversario y tirar de nuevo el dado. El juego es el juego. Y Luis Alfonso se lo ha tomado en serio.