Las academias de mandos del Frente de Juventudes, el dardo vivo de un que hacer

Luis Miguel Sánchez

   Es mi deseo que este artículo sea un homenaje, a todos los hombres y mujeres que en unos tiempos difíciles ya muy lejanos en el recuerdo, dedicaron sus vidas al servicio de la Patria a través de la educación. Estos hombres y mujeres después de superar una Guerra Civil y muchos una Guerra Mundial con su participación en la División Azul, no dudaron en seguir trabajando al servicio de España, entrando a formar parte del Frente de Juventudes como Instructores e Instructoras de las nuevas generaciones, aportando toda su experiencia para enseñarlas a no caer en los errores del pasado, realizando su trabajo de forma abnegada y sacrificada, en condiciones austeras y duras, y con gran carga vocacional. Es de justicia en estos días que tanto se habla de memoria histórica que estos hombres y mujeres no caigan en el olvido, y quisiera que estas líneas sirvan para saber un poco más, del enorme esfuerzo realizado por parte de estas personas, por inculcar unos valores y hacer una España mejor.

EL FRENTE DE JUVENTUDES: «MARCHAN LAS NUEVAS JUVENTUDES…»

   El Frente de Juventudes fue una Organización heredera de las OO.JJ. (Organizaciones Juveniles) creadas en el año 1.938 en plena guerra civil y que una vez finalizada esta dieron la estructura inicial a esta nueva organización creada en 1.940 tras la dura contienda con la finalidad de atender a la formación de la juventud española política, física y premilitarmente, así como coadyuvar con la iglesia en la formación moral de los jóvenes, a estas misiones se les da respaldo jurídico por parte del estado el 29 de abril de 1944, se dice en su artículo primero «El Frente de Juventudes encuadra a toda la juventud española para formarla en el servicio a la Patria, en cumplimiento de las misiones que el Estado le ha asignado o le asigna…», años después en 1961, en plena etapa de desarrollo de la nación, el Frente de Juventudes se moderniza y se adapta a los nuevos tiempos, pero sin perder la esencia fundacional. El 16 de noviembre de ese año, se dice que la Delegación Nacional de Juventudes «es el órgano a quien el Estado tiene encomendada la educación cívica, política y la educación física de los españoles menores de 21 años …» De esta forma se diferencian dos claras etapas que marcan las pautas del Frente de Juventudes, con un Frente de Juventudes inicial fundado en una posguerra con el rescoldo de la tragedia, la Patria en ruinas y la economía hundida, con un gobierno que haciendo un gran esfuerzo, encuentra los suficientes medios para crear esta necesaria Organización.
 
   El Estado con buen criterio y en acertada actitud apartó a la juventud de la calle, de la miseria y del hambre, dándole esperanza y preparándola para un futuro mejor, ese futuro mejor llegó finalmente marcado por la segunda etapa, el Frente de Juventudes supo adaptarse a unos nuevos tiempos de despegue y modernidad de la Nación, transformándose en una organización moderna en los años 60 a través de la Delegación Nacional de la Juventud, para seguir dando servicio a las nuevas generaciones de esos años, ya muy distintas a la que sufrieron la posguerra, transformándose las Falanges Juveniles de Franco del Frente de Juventudes, en la Organización Juvenil Española según orden de 18 de junio de 1960 (BOE de 21.08.60) más conocida como OJE, su nuevo lema «Vale quien sirve» recoge el testigo del antiguo lema del F .J «Por el Imperio hacia Dios» con el que sirvieron las primeras generaciones de jóvenes en la guerra y en las posguerra, el adoctrinamiento político y la instrucción paramilitar de los primeros años dan paso a las actividades culturales y de convivencia de esta segunda etapa en la que muchos de los que hoy estamos entre los 40 y 50 años, tuvimos el honor de servir en sus filas y hoy, lo recordamos con orgullo, cariño y cierta añoranza.

   Volviendo al inicio de esta Organización y haciendo un poco de historia, recordamos a los fundadores del Frente de Juventudes que ya acariciaban la idea en los tiempos fundacionales de la Falange con el visto bueno del propio José Antonio y que finalmente realizaron un primer proyecto con la creación de las Organizaciones Juveniles de FET de las JONS – Enrique Álvarez de Sotomayor (Verdadero inspirador de la creación del Frente de Juventudes, que moriría heroicamente en Rusia, combatiendo con la División Azul en la Batalla de Posad). – Carlos Ruiz de la Fuente y el periodista Alberto Crespo. Los tres viajaron a Italia y Alemania para conocer en profundidad el funcionamiento de estas organizaciones juveniles, siendo el modelo italiano el que más se acercaba a la idea que tenían estos falangistas de lo que debía ser la Organización española, finalmente hicieron una detallada exposición de la idea al Generalísimo, que se interesó profundamente por el proyecto.

 

 

 

   El proyecto se llevó acabo, aunque la idea original de los tres promotores fue muy modificada por el Caudillo, que tomó como referencia su etapa personal de educador en la Academia General Militar de Zaragoza, el proyecto con sus matices, dio su fruto con la creación del Frente de Juventudes según ley de 6 de diciembre de 1940, el cenit de esta organización se produce un año antes, con la magna concentración del 29 de octubre de 1939, en la que participaron unos 40.000 afiliados de las OO.JJ (las organizaciones juveniles de FET de las JONS, 1936 a 1939)como ya he comentado, primera organización juvenil, creada en plena guerra civil y verdadero embrión del que nace un año después el Frente de Juventudes.

   El Caudillo elige para llevar a cabo este ambicioso proyecto, al que fue Gobernador Civil de Sevilla y Jefe Provincial del Movimiento D. José Antonio Elola–Olano Indicaiz. Tenía 30 años de edad y unas características tan singulares de humanidad y autoridad a un mismo tiempo, así como de templanza y energía, que le hacían sin duda la persona indiscutible, para esta gigantesca operación política. Fueron 15 años de intenso trabajo entre 1940 y 1955, su cese dejó profunda huella en la organización, que no encontró en sus posteriores sucesores, el carisma así como las características de este hombre que ejerció la política con luz propia.

   Para nutrir de Mandos con la preparación acorde a los altos objetivos marcados en este apasionante proyecto, José Antonio Elola se vio en la necesidad de crear unas Academias que dieran esplendidas promociones de Oficiales Instructores e Instructoras, que se entregaran con pasión, digna de su Empresa, a moldear el espíritu y el temple de las nuevas generaciones de españoles, así nacenla Academia de Mandos José Antonio y la Escuela Nacional de Instructoras Isabel La Católica. 

ANTECEDENTES DE LAS ACADEMIAS DE FORMACIÓN POLÍTICA: EL S. E .U (SINDICATO ESPAÑOL UNIVERSITARIO): 

   El Sindicato Español Universitario desarrolló su actividad antes de la creación del frente de Juventudes, teniendo una importante actividad en los primeros años de la creación de la Falange, siendo muchos de sus miembros fundadores de la misma, al ser universitarios todos los miembros de este sindicato eran los  encargados en los inicios del partido de la formación política de sus afiliados, posteriormente en la Guerra Civil se crean la Milicias de Falange con muchos de sus miembros como Instructores de sus Academias de Mandos, finalizada la guerra quedó incluido en la ley de fundación del Frente de Juventudes, estableciéndose en el Art. 2 º de la ley fundacional que «Dentro de este Frente de Juventudes, el Sindicato Español Universitario agrupará a los escolares de Centros de Enseñanza Superior». 

   El Jefe Nacional del SEU era la segunda jerarquía del Frente de Juventudes y su designación requería la propuesta del Delegado Nacional del Frente de Juventudes. La mayoría de sus miembros combaten en la guerra civil perdiendo la España Nacional a muchos de sus jóvenes universitarios, pero la mayor aportación de Gloria a su historia se produce con la masiva participación de estos estudiantes en la 2ª Guerra Mundial, alistándose en la División Azul ante la histórica llamada a la juventud de Serrano Suñer para luchar contra el comunismo de «Rusia es culpable…», en las frías y heladas estepas de Rusia perdieron la vida muchos de
sus más importantes dirigentes.

LA GUERRA CIVIL:

   El inicio de las Academias de formación política con carácter paramilitar tiene su precedente en la guerra civil, las Milicias de Falange y los Tercios de Requetés tienen necesidad de dotar de Mandos a sus Unidades que combaten en el frente, y se sirven inicialmente de Mandos del ejército afines a sus ideales y que se encuentran la mayoría en la reserva, también de miembros de las unidades extranjeras que luchan en el Bando Nacional, en concreto miembros de la Legión Cóndor alemana y del CTV italiano, pero Franco no ve con buenos ojos la creación de estas unidades combatientes de marcado carácter político y que se van configurando como un ejército paralelo, con Academias de formación propias y al margen del ejército regular, con su correspondiente pérdida de control sobre ellos, por lo que definitivamente decide disolver estas Academias y las integra en las Academias de formación de Alféreces y Sargentos Provisionales, los mandos militares toman el control de estas Unidades.

   La Academia de Mandos más importante en este periodo fue la Academia Nacional de Jefes e Centuria en Pedro Llen, nombre de la finca S a l m a n t i n a donde se ubica la Academia en el termino municipal de «Las Veguillas » a unos 30Km de la capital Charra (Salamanca), de donde salieron los primeros instructores que junto con Oficiales alemanes se desplazaron en nueve equipos a crear Academias por las distintas provincias dominadas por el Ejército Nacional donde se formaba militarmente a los alumnos falangistas.Por otra parte la Academia de Mandos de las OO .JJ (Organizaciones Juveniles), durante la guerra tendría su sede en Sevilla donde formaba a los Balillas (jóvenes falangistas) y a los Pelayos (jóvenes carlistas) como futuros Mandos Jefes de Centuria. Con el final de la guerra y la creación del Frente de Juventudes en 1.940 y la Sección Femenina en 1,941, se ve la necesidad por parte de sus dirigentes José Antonio Elola–Olano en el Frente de Juventudes y Pilar Primo de Rivera en la Sección Femenina de volver a crear Academias de formación política para dotar de Mandos a estas organizaciones, esta vez la unificación de falangistas y requetés y el absoluto control del estado sobre el nuevo partido único de F. E .T y de las JONS del que su Jefe Nacional es el General Franco, hacen más viable la creación de estas Academias sin ningún temor para el Caudillo, posteriormente no parece que quedó tan claro este control tras los graves sucesos por parte de los falangistas más radicales en la celebración del 20–N en el valle de los caídos del año 55, y que provocaron entre otros la destitución de su Jefe Nacional Elola–Olano verdadera alma de esta organización y sus Academias.

LA ACADEMIA NACIONAL DE MANDOS «JOSE ANTONIO»: «EL DARDO VIVO DE UN QUE HACER»

   La Academia Nacional de Mandos «José Antonio » es inaugurada al inicio de los años 40, por decreto de 02.09.41 (Franco la visitaría en el otoño de 1944), y su primer director fue D. Alberto Aníbal Álvarez. La Asesoría Nacional de Formación Religiosa y Moral, recayó en el Doctor Eijo Garay, Obispo de Madrid–Alcalá y Patriarca de las Indias Occidentales, persona de gran prestigio en la Iglesia, que contó con la ayuda y colaboración de la Compañía de Jesús, y con el propio clero secular para tan laboriosa empresa.

   Lo religioso y espiritual, lo político y militar, la educación física, el arte y la cultura, constituían los pilares principales que estos instructores, debían transmitir a los jóvenes del momento, de todas las provincias y regiones de España. El fin era crear un hombre nuevo, un español sin complejos, orgulloso de su pasado, de la historia de su pueblo, solidario en la justicia social, y abierto a la convivencia. Para tener éxito en este fin, el Plan de Estudios de la Academia es configurado en tres grandes materias, Educación política, Educación Premilitar y Educación Física, a lo largo de su historia, estos Planes de Estudio se irán modificando y adaptándose a las nuevas circunstancias políticas y sociales de cada momento.

   Los aspirantes a Oficiales Instructores, debían tener terminados los estudios de Enseñanza Media, y tras superar un duro proceso de selección que incluían pruebas físicas, los seleccionados ingresarían en la Academia, cursando tres años de intensos estudios en régimen de internado, en estos años se simultaneaban los estudios propios de la Academia, con las enseñanzas que se impartían en las facultades de la Universidad Central. La mayoría tendrían en sus casas junto a sus títulos de Oficiales Instructores, los de licenciados en Derecho, Ciencias Políticas, Económicas o Filosofía y Letras. La Academia de Mandos instalada en un moderno edificio de la Calle Mantuano en el nuevo Barrio de Prosperidad en Madrid, tuvo una intensa actividad de marcado estilo Político y Militar durante la década de los 40 y primeros años 50, un régimen interno similar al de una Academia Militar regia en todos los rincones de la Academia, y prueba de ello eran las continuas formaciones, actos de homenaje a los caídos y todo tipo de actividades que se hacían al toque de corneta, diana, retreta y fajina, formaban parte del día a día de la Academia, entre otras destaca la uniformidad de los cadetes, las gorras de plato, pantalones de montar grises y botas altas, junto con la camisa azul del partido y la guerrera negra, daban una imagen imponente a estos futuros Oficiales Instructores acorde con los tiempos que se vivían, pero con la derrota alemana e italiana en la II Guerra Mundial y los nuevos vientos políticos, el espíritu inicial de la Academia fue  decayendo, en 1958 salió la última promoción de Oficiales Instructores, la Academia siguió funcionando pero como Escuela de Magisterio, creando la figura del Maestro Instructor, dicha titulación sería otorgada por la Secretaría General del Movimiento, y estaba especializada en la enseñanza del profesorado de Educación Física, en los años 60 se convierte en la mejor Escuela de Educación física del momento junto con el INEF, con una Sección de la Academia dedicada en exclusiva a esta especialidad y denominada Escuela Superior de Educación Física de la Academia Nacional de Mandos José Antonio, que finalmente se integraría en el INEF con la llegada de la democracia y la disolución del Movimiento nacional en 1.977, la Escuela de Magisterio Miguel Blanco Vilatela, dirigida por D. Rafael Chaves Fernández y la Sección de Dirigentísmo Juvenil, fueron también dos prestigiosas Secciones dependientes de la Academia, posteriormente la mayoría de los titulados se integrarían en el Servicio Nacional de instructores, promociones XX, XXI y XXII .

   La primera convocatoria de Oficiales instructores tuvo lugar el 20 de febrero de 1942, y de ella salieron los primeros 102 instructores, la mayoría de la promoción estaba compuesta por hombres curtidos en la Guerra Civil, y muchos recién llegados de la Campaña de Rusia procedentes de la División Azul. Su disciplina, experiencia militar y sus fuertes convicciones políticas, dejaron una profunda huella en esta Academia. A partir de la 4ª Promoción, se nutrió de los mejores Jefes de Centuria de los campamentos juveniles, entre ellos destacó el campamento «Sancho El Fuerte». Elola definió a estas promociones, como «La Columna Vertebral del Frente de Juventudes». En las primeras promociones, ingresaron divisionarios como Manolo Melcón, Jesús Cubero, Federico Pardomingo, Pascual Recuero Santesteban, y Julio Frías entre otros. A lo largo de su andadura, la Academia tituló a 19 promociones, con un total de 976 Oficiales Instructores. Posteriormente se convocó la XX Promoción, dedicada a quienes habían obtenido el título de Maestros Instructores y de la que salieron 56 nuevos Oficiales, y finalmente una XXI Promoción, solo para Maestros Instructores, con 316 componentes. Todo ello hace un total de 1.348 miembros del Servicio, en 1958 sale la última Promoción de Oficiales Instructores y finalmente se nombra a tres Oficiales Instructores honorarios con fecha de 24/02/68 por los importantes servicios prestados en la Academia de Mandos son: Antonio Manzanedo Cereceda, Coronel de Caballería, defensor del Alcázar y profesor muchos años de la Academia, además de Jefe de Estudios, Juan Andrés Toledo, Coronel de Infantería que durante muchos años fue profesor de Educación Física y finalmente Antonio Lacerda, el Médico de la Academia.,en la figura de estos hombres vemos la estrecha relación que tuvo la Academia con la Milicia.

   A lo largo de la existencia de esta Academia, al frente como Directores estuvieron personalidades de la Falange como; Jorge Jordana, José Mª Mendoza, García del Vello y Julio Teigell, entre otros. De entre su profesorado a destacar; Manzanedo, Toledo, Alonso del Real, Castro Villacañas y el Doctor Lacerda entre otros. 

   «El Dardo Vivo de un Quehacer» fue el himno oficial de la Academia, con letra del alumno Daniel Pato Movilla, de la 6ª Promoción, y el lema de esta academia era «JURATA FIDES» 

   La Academia «José Antonio» desaparece en 1.977, de conformidad con el decreto Ley de I de abril, que disolvió el Movimiento Nacional, después de 36 intensos años de Servicio a la Patria.

EL CUERPO DE OFICIALES INSTRUCTORES

   Una vez salidos de la Academia, los graduados ingresaban en el Cuerpo de Oficiales Instructores, Cuerpo Especial al servicio del Frente de Juventudes, su origen está en el Art. 28 de la Ley Fundacional, siéndole de aplicación el Art. 12 del Estatuto de Funcionarios del Movimiento.

   Su primer reglamento, se dictó en 1943 según orden de 08/06/43. En el reglamento se dictan las normas de ingreso, destinos, jubilación, faltas y sanciones, así como sus categorías que eran las de Oficial Instructor, Instructor Profesor e Instructor Superior.  

   Entre las misiones a desarrollar por los miembros del Cuerpo, figuraban las de ejercer como profesores de Formación del Espíritu Nacional y de Educación Física en centros públicos y privados, como referencia a destacar, que el título en Educación Física obtenido en la Academia era muy apreciado en la época, y se consideraba a todos los efectos como expedidos por el Instituto Nacional de Educación Física, teniendo la Academia, carácter de Escuela oficialmente reconocida y colaboradora del INEF ( Instituto Nacional de Educación Física).

   Como curiosidad, en el reglamento del 43 la edad de jubilación era de 55 años, debido a las duras condiciones del trabajo, es la misma edad de jubilación que tenían los militares, y por el mismo motivo, lo cual demuestra el carácter paramilitar que tuvo inicialmente este cuerpo, posteriormente en el reglamento del 58, la edad de jubilación voluntaria se amplia a los 65 años y la forzosa a los 70, adaptándose al reglamento de funcionarios del estado, dentro del apartado dedicado a los maestros y profesores de educación física, las categorías profesionales se modifican, siendo las de Oficial Instructor de Entrada, Oficial Instructor de Ascenso y Oficial Instructor de Término, clasificación muy parecida a la que existía en Magistratura en la época.
 

   El sueldo de un Oficial Instructor en 1958 se fija en 25.000 Pts anuales, lo cual nos da una idea del carácter vocacional de estos hombres y el reconocimiento del que suscribe, a su labor callada y abnegada, durante aquellos duros años, no quiero dejar en el olvido a las mujeres de estos Oficiales, que con estos sueldos tan escasos de sus maridos, supieron sacar a la familia adelante en momentos tan difíciles. Como referencia, una reseña de «Cantaclaro», un cronista famoso de la época que decía en la prensa del momento, en marzo de 1.973 en el Diario de Gerona lo siguiente: «Son unos hombres modestos, silenciosos que casi nunca salen en las páginas de los medios de información, son trabajadores casi anónimos; constantemente preocupados por la parcela que tienen a su cargo; en todo momento entregados al estudio y la formación para cumplir mejor la hermosa misión de la educación de la juventud…» más adelante decía: «Me refiero a las Oficiales Instructores .Hombres que han hecho del vocablo y de la noción de SERVICIO un culto permanente, una escuela admirable del más alto valor para la juventud, para la sociedad que tenemos y para la misma Nación.» Los Oficiales Instructores tenían una formación polivalente, pues además de la titulación como tales, eran Profesores de Educación Física, Jefes de Campamento, Instructores de Aeromodelismo, dirigentes de actividades juveniles y muchos poseían titulación universitaria, un gran numero la de Magisterio. Varias promociones acudieron a prestar servicio en las Milicias universitarias para completar su formación militar, todas en Infantería, excepto la XVI que fue en Caballería. Finalmente comentar que quizás fueron los mas sacrificados por el régimen, con unos horarios duros, unos salarios escasos y muchas veces medios insuficientes, no resulta extraño que al cabo del tiempo, algunos de ellos con la llegada de la democracia terminaran militando en ideologías opuestas a la que asumieron e impartieron durante muchos años de su vida., otros muchos se mantuvieron firmes, leales y silenciosos, soportando una especie de exilio funcionarial en los Servicios de la Administración Pública, donde quedaron integrados en la administración del estado como funcionarios de carrera hasta su jubilación, la mayoría por edad, a finales de los 80 y primeros de los 90, finalizando en esos días la llamada «transición».

   Quedan pendientes otras Academias de menor rango, pero no por ello menos importantes en su labor para la que fueron creadas y que por la lógica falta de espacio es imposible comentar en esta ocasión y serían de interesante estudio para un segundo artículo, a destacar la Academia de Mandos Rurales posteriormente integrada en la Academia «José Antonio», la Academia Nacional de Mandos de la Sección Femenina, que no llegó a ser tan importante y con tanto peso político como la de «José Antonio», pero desde su ubicación en el emblemático Castillo de la Mota en Medina del Campo (Valladolid) símbolo de unidad entre el pasado y el presente y bajo la férrea y acertada dirección de la Delegada Nacional de la Sección Femenina Pilar Primo de Rivera, salieron muchas promociones de jóvenes mujeres dispuestas a impartir sus conocimientos por todas las regiones de España, la Escuela Nacional de Instructoras «Isabel la Católica» instalada en el palacete de «La Quinta» especializada en la música, la cultura y las bellas artes, situada en El Pardo y finalmente la Academia situada en el Castillo Palacio de Magalia en Las Navas del Marques (Ávila) así como otras de menor entidad repartidas por los Campamentos Juveniles de la geografía nacional.  
Publicado originalmente en la revista Ares.

Bibliografía:

El Frente de Juventudes (1.936–1.977) Por José Luis Riudavets González(Oficial Instructor del F.J)

Memoria de Juventud «Elegía por una generación perdida» Por Antonio Izquierdo y Juan
Blanco 

«Academia Nacional de Mandos José Antonio»