La novela RAZA y su entronque con la historia medieval española(I)

Guillermo Rocafort Pérez

 Abogado, historiador y profesor Universitario en la Carlos III de Madrid

 

 

En los últimos años han aflorado todo tipo de artículos ridiculizando la novela RAZA, su consiguiente película y. por supuesto, también, a su autor. Y es que cuando el único criterio es el odio, el ánimo de difamación y un total desconocimiento, aderezados con altas dosis de cobardía, el resultado es que solo consiguen hacer más grande al que es objeto de sus pueriles ataques.

 

Hay unas claves en la novela RAZA que entroncan con la más pura tradición medieval española, y me centraré en concreto en la realidad histórica que cita sobre los almogávares, tanto en el contenido de la novela, como también en lo que afectan a su autor.

 

Francisco Franco conocía muy bien al pueblo español, y prueba de ello es que supo unirlo, tanto en la guerra como en la paz, como solo lo saben hacer los que conocen, respetan y promueven las tradiciones históricas más arraigadas de su patria.

 

Hace unos años, eni una entrevista televisiva a Ricardo de la Cierva, nuestro insigne historiador, hablando sobre Francisco Franco, contó que este le expuso su tesis histórica de que “España es una creación de reyes y de caudillos”.

 

Mi aproximación hacia el autor de RAZA se realiza desde múltiples perspectivas, y todas ellas se complementan y enriquecen en un mismo sentido. Franco es uno de los pocos que han escrito cosas buenas sobre los almogávares, y les ha elevado al puesto que realmente merecen en nuestra historia, cuando lo que abunda es difamarlos y definirlos como “vulgares mercenarios”, lo cual resulta todavía más sorprendente en aquellos que intentan apropiarse de ellos desde postulados políticos segregacionistas, lo cual evidencia aún más su total ignorancia histórica.

 

Hechas estas puntualizaciones que considero de obligada exposición, relataré a continuación la cita que se efectúa en RAZA sobre los almogávares. Es una conversación mantenida entre padre e hijo:

 

– Papá, ¿qué son los almogávares?

 

– Eran guerreros escogidos, la flor de la raza española… duros para la fatiga y el trabajo, firmes en la pelea, decididos en la maniobra; su valor no es igualado en la historia de ningún otro pueblo.

 

Insiste la criatura:

 – ¿Cómo no hay ahora almogávares?

 

El capitán Churruca replica:

 

– Cuando llega la ocasión no faltan. Sólo se perdió tan bonito nombre, pero almogávar será siempre el soldado elegido, el voluntario para las empresas arriesgadas y difíciles, las fuerzas de choque o de asalto. Su espíritu está en las venas españolas y surge en todas las ocasiones.

 

He analizado profusamente el fenómeno almogávar en España [1] y he de reconocer que la descripción contenida en RAZA es una de las mejores sobre los almogávares que he encontrado en los numerosísimos libros que he manejado sobre el particular.

 

 

[1] Libros escritos sobre los almogávares por Guillermo Rocafort: “Yo, Berenguer de Rocafort. Caudillo Almogávar” y “Los Almogávares y la Orden del Temple”


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