NO HAS MUERTO, QUERIDO FERNANDO. SOLO TE HAS IDO ANTES (En memoria de Fernando Zárate Moltó. Delegado de la Fundación en Valencia)

Adolfo Coloma

Coordinador General de las Delegaciones de FNFF

Esta fría mañana de diciembre, cuando con nuestras familias y amigos nos disponemos a celebrar la Navidad, conmemorando el humilde nacimiento del Niño Dios, nos ha sacudido el cuerpo la luctuosa noticia del fallecimiento de nuestro camarada Fernando Zárate Moltó. Una recurrente enfermedad nos lo ha arrancado en la habitación de un hospital al que había acudido simplemente a hacerse unas pruebas, con tan inesperado resultado.

Fernando, español y patriota por los cuatro costados, no ha habido acontecimiento en el seno de la Fundación Nacional Francisco Franco en el que no haya estado presente. Siempre rodeado de amigos y simpatizantes a los que arrastraba con su simpatía y dotes de convencimiento. Lo hemos ido encontrando en muchísimas ocasiones. EN Madrid, en Belchite, en Barcelona, en Málaga como botón de muestra. O en la Basílica del Valle de los Caídos, de la que se decía habitual visitante por todo lo que le inspiraba.

Desde Valencia, Fernando irradiaba su patriótico sentir no solo a través de la FNFF, sino otras muchas entidades asociativas a las que daba su personal impronta: La Hermandad de la División Azul, La Asociación Ahora España, La Hermandad de Ntra. Sra. Santa María del Alcázar, solo por citar algunas de ellas.

Se suele decir que nadie muere del todo mientras haya quien le recuerde. Por eso te decimos hoy, querido Fernando, que tú no has muerto, solo te has ido antes. No has muerto ni en la consideración, ni en el cariño y respeto ni en el recuerdo de cuantos te hemos conocido. Tu capacidad de convocatoria, tu palabra alta y clara y sobre todo el ejemplo personal nos deja, junto con un hueco muy difícil de cubrir, una senda bien marcada que nos ha de conducir a los luceros.

Todos hemos tenido en ti, Fernando un camarada que tras la senda del Caudillo, y acompañados por su canción  que nos ha de llevar a la gloria por los caminos del ayer, bajo la protección de nuestra Virgen del Alcázar,  siguiendo el caminar del sol, con tu ejemplo y tu testimonio de vida hemos de llegar a los luceros.