NOTA DE PRENSA: SE HA ILEGALIZADO LA MAYORÍA DEL PARLAMENTO

 

Hay sesiones parlamentarias y votaciones que deberían borrarse del Diario de Sesiones de las Cortes y enseñarse en las aulas de filosofía, derecho constitucional y ciencia política, o en los platós de las televisiones. Como es posible que ayer, 7 de octubre de 2024, se haya podido aprobar en el Parlamento español la disolución de una Fundación, la FRANCISCO FRANCO, cuya única finalidad es recordar lo ocurrido en la historia de España, antes de que nacieran las generaciones posteriores a 1975. Para que esa realidad no se distorsionara hasta lo grotesco y fuera utilizada para la impostura.

Ello se inscribe en un contexto político en el que gobiernan unos nuevos actores con idéntico propósito al que llevó a la implosión de la II República en 1934 y febrero de 1936, hasta desembocar en una guerra civil dicotómica: O comunismo; o mandato comisorio para que el general más prestigioso de España, volviera a vertebrar la nación, unificar el Estado y sacar de la pobreza material y moral al pueblo español.

Pero la mayor tragedia no reside en que un gobierno de incapaces, resentidos de manual y avaros de poder, inoculen en la sociedad un odio interesado y cainita; lo peor, es que la pretendida alternativa de poder, se supone que conservadora y respetuosa con el derecho y la Constitución, se sume a semejante arbitrariedad; a tan manifiesta ilegalidad, por mucho que venga avalada por una amplia mayoría.

Deberían haberse dado cuenta de que, al pretender ilegalizar la Fundación Nacional Francisco Franco, ajena a la contienda política, alejada de los cenáculos del poder y que no necesita del dinero publico para crecer y multiplicarse en el interés general de los españoles; están socavando los cimientos de su propia función legislativa; están legalizando la arbitrariedad; están legitimando el abuso de poder; están trasladando a la sociedad que sólo cabe rebelarse; y a los jueces, que deben cumplir disciplinalmente lo aprobado, como en la profanación de su tumba.

Por ello sostiene esta Fundación inalienable, imprescriptible, imperfecta y perpetua, que quien se ha ilegalizado, en lo moral y en derecho, son los diputados que votaron a favor de nuestra ilegalización. Dígannos como interpretan sus señorías el mandato establecido en el Art. 1º de nuestra Constitución que a todos debería amparar: “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”. ¿Dónde sitúan sus ilustrísimos diputados nuestra libertad, la igualdad y el pluralismo político? Si esos principios esenciales de nuestro ordenamiento son conculcados de manera tan mayoritaria es que esta democracia no es real, está corrompida hasta los tuétanos, y resulta urgente su regeneración. Sólo 33 diputados valientes, honestos y coherentes defendieron la verdad histórica, lo consideramos suficiente.

Los ayer ilegalizados, seguiremos, si Dios quiere, con buena salud. Nos defenderemos como corresponde a la hidalguía histórica de nuestra raza, y afrontaremos el presente de tinieblas como otrora lo hicieran nuestros antepasados, con honor, valor y la vista en el horizonte patrio, puesta en el bienestar de todos los españoles. A quienes siguen escupiendo sobre la tumba de la verdad de sus antepasados, y ayer volvieron, con sus conductas, a dar mayor razón a los detractores, les recordamos la sabías palabras de Benedicto XVI “cuando el relativismo moral se absolutiza en nombre de la tolerancia, los derechos básicos se relativizan y se abre la puerta al totalitarismo”.

 

FUNDACION NACIONAL FRANCISCO FRANCO

 


Publicado

en

,

por

Etiquetas: