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La deuda del automóvil español con Franco, creador de cuatro marcas que hoy generan miles de empleos, por Iván Mingo
Iván Mingo
Seat, Ebro, Santana o Pegaso nacieron bajo el régimen franquista, marcas sin las que es imposible entender la formación del tejido industrial español y que Franco usó para sacar de la miseria a muchas regiones
Con España sumida en una profunda crisis económica y social como consecuencia de la Guerra Civil, los años 40 y 50 de la historia de España fueron extremadamente duros para un país sumido en el aislamiento internacional, lo que dio origen a una década de autarquía en la que la dictadura franquista tuvo que buscar recursos debajo de las piedras para sacar el país adelante.
La creación del Instituto Nacional de Industria (INI) en 1941 supuso un antes y un después en el despegue económico nacional, un motor industrial con el que más allá de dar forma al incipiente tejido productivo nacional Franco trató de lograr la necesaria cohesión, deslocalizando la industria nacional y creando grandes núcleos industriales en torno a las grandes ciudades que fomentaran los movimientos migratorios del campo a las urbes.
Motor económico
Lógicamente la movilidad de mercancías y personas era clave para dar forma a la industrialización española, por lo que la puesta en marcha de fábricas de camiones, maquinaria agrícola, tractores, autobuses y automóviles se convirtió en una prioridad absoluta.

Producir maquinaria era una prioridad
Así, en 1946 nacía la simiente de la movilidad española con la Empresa Nacional de Autocamiones, ENASA, con sede inicial en Barcelona pero que una década después abriría una fábrica en Barajas, Madrid. ENASA creó Pegaso como su marca comercial para la producción y venta de camiones, autobuses, tractores y automóviles deportivos de lujo.
El deportivo español
El INI convirtió los automóviles Pegaso en el escaparate de la industria nacional más allá en nuestras fronteras y pronto tomaron fama mundial, hasta el punto de que las pocas unidades que se fabricaron del Z-102 se cotizan hoy en día a precio de oro.
Desafortunadamente en 1990 la dudosa viabilidad económica de Pegaso la hizo acabar en manos de la italiana Iveco, siendo comprada por Tata Motors este mismo verano, lo que significa que Pegaso está hoy en manos de la multinacional india con un futuro incierto.

Pegaso Z-102, el coche más bello creado en España
El 9 de mayo de 1950 el INI fundaba la Sociedad española de Automóviles de Turismo (Seat), de nuevo el Gobierno de Franco pensaba en Barcelona para una de sus joyas de la corona, una fábrica que nacía con el objetivo de movilizar a la población española. Seat producía su primer modelo con licencia Fiat, el 1.400 en 1953, un vehículo al que siguió el 600 en 1957, el verdadero motor de la industria automovilística española.
…Y llegó Seat
Tras años de éxitos y modelos inolvidables, Seat se sumía en una profunda crisis económica en los años 80, de la que fue rescatada por el Grupo Volkswagen en 1986, que la compró por 80.000 millones de pesetas (equivalentes a unos 480 millones de euros). Con sus más y sus menos Seat sigue hoy en funcionamiento y sigue siendo la marca automovilística española de bandera, dando origen a Cupra, una de las perlas de Volkswagen.

Línea de montaje de los 1.400
En 1954 el río más caudaloso de España daba origen a Ebro, la marca comercial de Motor Ibérica, nacida tras la compra o nacionalización de la fábrica de Ford en Cataluña, que abandonaba España por considerar que con la llegada de Renault había dejado de ser negocio.
En este caso Ebro nacía como una marca especializada en la producción de cosechadoras, tractores, furgonetas y camiones con licencia Ford. La firma cerró definitivamente en 1987 de la mano de Nissan, hasta que un grupo de empresarios la volvió a poner en marcha en el salón de Barcelona de 2023 y ahora ha vuelto a la actividad gracias a la colaboración del grupo chino Chery.

Así será el nuevo Santana, imponente
Metalúrgica Santa Ana fue la última gran industria automovilística creada por Franco en 1956 con fábrica y sede en Linares, Jaen, con el objetivo de producir maquinaria agrícola, aunque cuatro años después de su nacimiento un acuerdo con Land Rover le permitía producir los míticos Land Rover Santana.
Tras acuerdos con grupos como Suzuki o Iveco, Santana cerraba definitivamente en 2011, hasta que hace solo unos meses ha resucitado de la mano de Eduardo Blanco y un grupo de empresarios, que van a ensamblar coches chinos en la planta bajo la mítica marca.
