20N en Andalucía: Oración, recuerdo y homenaje.

 

 
   Con motivo de cumplirse un nuevo aniversario del fallecimiento del Generalísimo Franco y del fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera, Fuerza Nueva de Andalucía ha convocado diversos actos de carácter político y religioso en distintas ciudades de la región para conmemorar tan importante efeméride.
 
   MÁLAGA
 
   En la capital malagueña, los actos, convocados conjuntamente por Fuerza Nueva y la Fundación Nacional Francisco Franco, se llevaron a cabo en la tarde-noche del lunes 19 de noviembre.
 
   En primer término, tuvo lugar el tradicional Homenaje a los Caídos ante la Cruz enclavada en el patio de los naranjos del recinto catedralicio, que se inició con el Himno Nacional, seguido del canto “La muerte no es el final” y el toque de oración.
 
   Luego, el presidente  de Fuerza Nueva de Andalucía, Juan León Cordón, acompañado del secretario, Pedro Mesa Correa, depositó una corona de laurel al pie de la Cruz y Berta Küstner, vocal de la Junta Regional, hizo la ofrenda de las cinco rosas simbólicas.
 
   Tras el rezo  de la Oración por los Caídos, Juan León dirigió unas palabras a los asistentes y se concluyó con el canto del Cara al sol y los gritos de ritual. Posteriormente, en la Parroquia de Stella Maris (PP. Carmelitas) se celebró la Santa Misa en sufragio de las almas de  Francisco Franco, José Antonio y los Caídos.
 
   En el lado del Evangelio, y en lugar destacado, se situaron el presidente de Fuerza Nueva, junto con Juan Guillermo Solano Heredia y Ángel Sánchez García, que representaban a la Fundación Nacional Francisco Franco, así como otros miembros de la Junta Regional de FN. 
 
   JAÉN
 
   El 20 de noviembre, a las 9 de la mañana, en la Catedral de la ciudad del Santo Reino, y en su  altar mayor, se celebró, asimismo, la Santa Misa por el eterno descanso del Generalísimo Franco, de José Antonio y los Caídos por Dios y por España.
 
   La celebración eucarística contó con la presencia del presidente de Fuerza Nueva de Andalucía, Juan León Cordón, que estuvo acompañado del delegado provincial, Rafael Cañada Quesada. 
 
   LUCENA (Córdoba)
 
   Los actos se iniciaron en la tarde del día 20 de noviembre ante la Cruz de los Caídos que se alza en la explanada del cementerio de Nuestra Señora de Araceli de la ciudad cordobesa.Tras la audición del Himno Nacional, se entonó “La muerte no es el final” y se rezó la Oración por los Caídos.
 
   Luego Juan León, presidente regional de Fuerza Nueva, junto con Alfonso Jiménez, miembro de la delegación lucentina, depositaron una corona de laurel, con los colores nacionales, al pie de la Cruz, y María Luisa Smets lo hizo con las cinco rosas.
 
   Tras una breve intervención de Juan León, se finalizó con el canto del Cara al sol y los gritos de ritual. Más tarde, en la iglesia parroquial de San Mateo se celebró la Santa Misa en sufragio de las almas del Caudillo, José Antonio y los Caídos.
 
   Al inicio del oficio religioso, Juan León, dirigió unas breves palabras a los asistentes, señalando el triple sentido de la jornada que es de oración, recuerdo y homenaje. En el altar mayor, y en lado del Evangelio, se situó la Bandera Nacional con un crespón negro.  
 
   CÓRDOBA
 
   La Parroquia de San Juan yTodos los Santos (Trinidad) de la capital cordobesa acogió un año más la conmemoración del 20N, convocada por Fuerza Nueva y la Fundación Francisco Franco, a través de una esquela publicada en la prensa local, que tuvo lugar el 21 de Noviembre.
 
   Una nutrida asistencia registró la celebración de la Santa Misa oficiada por las almas del Caudillo , de José Antonio y los Caídos. Igualmente, se colocó la Bandera Nacional, junto con una corona de laurel en el lado de la Epístola del bajo presbiterio.
 
   Asistió el presidente regional de Fuerza Nueva, Juan León Cordón, junto con el delegado provincial  de la Fundación Francisco Franco, José Gabriel de Miguel Ovejero y el responsable de FN en Córdoba, Santiago Carracedo Santos.
 
   Al término de la celebración eucarística y ya a las puertas del templo, Juan León dirigió unas palabras, se cantó el Cara al Sol y se dieron los gritos de ritual, contestados de forma entusiasta por los asistentes, entre los que se destacaba una numerosa presencia juvenil. 
 
   SEVILLLA Y GRANADA
 
   De igual forma, se han celebrado actos en las ciudades de Sevilla, convocados por la Fundación Nacional Francisco Franco, y en Granada,  organizados por el Movimiento Católico, a los que asistió  una representación de Fuerza Nueva. 
 
Palabras de Juan León Cordón, Presidente de FN Andalucía:
 

   Amigos y camaradas: 

   Siempre ha constituido para nosotros un ineludible deber rezar por almas de JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA y de FRANCISCO FRANCO, en los repectivos aniversarios de su fusilamiento y de su muerte, así como por las de todos los CAÍDOS POR DIOS y POR ESPAÑA, al tiempo que les tributamos nuestro homenaje de recuerdo y gratitud por su ejemplo y su legado.

   A ti José Antonio, capitán de Juventudes, inmolado víctima del odio marxista, que ofrendaste tu sangre generosa, pidiendo que ojalá fuera la tuya la útlima sangre española que se vertiera en contiendas civiles, que nos diste el aleccionador ejemplo de una conducta viril y de una entrega sin límites y nos legaste una doctrina para el combate y la defensa de España, asentada en nobles ideales, superadora de la lucha de clases, animada por el ferviente deseo de alcanzar la meta irrenunciable de recuperar para todos los españoles la Patria, el Pan y la Justicia.

   A ti Francisco Franco, defensor de la Fe, Caudillo de la Guerra y de la Paz, la espada más limpia de la Historia, que salvaste a España de las garras del marxismo ateo y asesino y nos diste una Patria Católica, unida y en paz, con orden y prosperidad, con leyes justas que amparaban a todos los españoles, que hiciste posible erradicar el hambre y la miseria, que construiste un verdadero Estado Nacional, cuya soberanía nunca estuvo a merced, como ahora, de las añagazas y los intereses de los mercaderes de la política, y que constituía la envidia del mundo entero.

   A vosotros, héroes y mártires de la Cruzada, que disteis la existencia por la esencia, haciendo frente a los enemigos de España, a los que quisieron dejarnos sin Religión y sin Patria; a vosotros, que rubricasteis con vuestra sangre las gloriosas páginas del valor y el heroismo nacionales, puestos de relieve en las gestas del Alcázar y de Nuestra Señora de la Cabeza, en el Alto de los Leones o en la Sierra de Alcubierre…”donde hay una fuente que mana sangre de los falangistas que murieron por España”… A vosotros, nuestra eterna gratitud porque de esa sangre que empapó la tierra española brotó “una Patria limpia y justa como un entrañable hogar” y nos devolvío el orgullo de ser españoles. 

   Éste es el legado y el mandato imperativo que, ante la dramática situación por la que atraviesa nuestra Patria, hace que este acto, además de ser la expresión del recuerdo y el homenaje agradecido a quienes nos precedieron en el combate por Dios y por España, haya de constituir una expresión clara de afirmación de los Principios y los Valores Nacionales – Dios, Patria y Justicia – , al tiempo que el testimonio de repulsa a un sistema político que  nos ha llevado al caos y a la destrucción:  

– que ha renegado de Dios y lo ha desterrado de sus leyes.

– que ha puesto en peligro la sagrada unidad de España, sobre la que se cierne la amenaza de la ruptura por las ansias separatistas, frente a las que los poderes públicos permancen inermes.

– que pacta, negocia con los terroristas asesinos y permite que sus crímenes queden impunes con condenas que resultan irrisorias, o con aberrantes excarcelaciones.

– que ha legalizado el crimen más abyecto contra la vida de los no nacidos.

– que ha destruido a la familia, desvirtuando el valor de la institución matrimonial y ha socabado los cimientos de nuestra sociedad.

– que pervierte a nuestra juventud convirtiéndola en una masa borreguil y sumisa, fácilmente manipulable, sin valores y sin el más mínimo sentido del patriotismo.

– que ha sumido al puebo español en la ruina económica, condenándolo al paro, al hambre y a la miseria.

– que no garantiza ni la vida ni la hacienda de los españoles.

– que olvida que los españoles han de ser los primeros en la protección del Estado y ante ese inexcusable deber, de dar protección y amparo a tantas familias sin recursos, dan prioridad – por oscuros intereses y por un falso sentido de lo que ellos llaman solidaridad, y nosotros, caridad cristiana- a una masa ingente de inmigrantes que ponen en peligro la convivencia y pretenden instalarse en nuestro suelo haciendo prevaler sus primitivas costumbres y sus doctrinas perversas.

– que ha institucionalizado la inmoralidad y la corrupción.

– que sólo se sirve a sí mismo, siendo su único objetivo el mantemiento de sus poltronas y de sus prebendas, sin importarle lo más mínimo la deriva, sin retorno, que va tomando la Nación española, ni el bien común de su pueblo, que sufre la injusticia de la existencia de españoles de primera clase – aquellos, sus aliados y compinches- y de segunda, éstos a los que se le niega el pan y la sal.

– que vuelve a enfrentar nuevamente a los españoles.

– que ha reabierto las viejas heridas, ya olvidadas y cicatrizadas, gracias a la “Paz de Franco”, pretendiendo reescribir y falsificar la Historia, encumbrando a los profanadores, los sacrílegos, los iconoclastas y los asesinos, a los que se presenta como mansos corderos, propiciando el que el mayor genocida de la historia de España, el “carnicero de Paracuellos” tenga una calle en la capital de España, y relegando al olvido a los héroes y mártires de nuestra Cruzada, con ese engendro de la ley llamada de la “memoria histórica” que no es otra cosa que la “ley de la revancha y el resentimiento de los vencidos”.

Nadie pronuncia tu nombre / Capitán Francisco Franco,

aquellos que tu elegiste/ reniegan de tu pasado.

Dicen que no queda nada/ de aquellos cuarenta años,

que tus ideas no valen / que tus palabras pasaron.

Los mismos que tú elegiste/ los mismos que has emcumbrado,

a los que diste el poder/ Capitán Francisco Franco.

Ya sé que tú nos decías/ que estaba muy bien atado,

pero todos perjuraron/ antes que cantase el gallo.

Negaron todas tus obras/ borraron todos tus pasos,

aventaron la semilla y hasta tu nombre olvidaron.

¡Ay del que no teme munca/ las iras del pueblo llamo!

el coraje de ese pueblo/ será como un latigazo

que expulse a los fariseos/ traidores y mercenarios.

No descanses todavía/ Capitán Francisco Franco,

aún te queda otra batalla/ ¡¡la guerra no ha terminado!!


   La guerra no ha terminado porque los enemigos de la Patria nunca firmaron la paz.

   Lo que no fueron capaces de hacer envida de Franco, quieren hacerlo ahora (ya lo han hecho) ensañándose con el gigante que ya no está. Es la hora de los enanos: de los resentidos, de los vencidos y de las ratas y también lo es, no lo olvidemos,  la hora de los traidores y perjuros, de los vendepatrias – desde la más alta Magistratura de la Nación hasta el último acomodado de este perverso sistema- y también, la hora de los cobardes y los pusilánimes, de los desertores, de los entreguistas y los cobardes, todos ellos, el más vil ejemplo de la antipatria y la vergüenza nacional.

   Por eso, en esta hora, ante la dramática situación, que se cierne como una noche negra y tenebrosa sobre España, tiene que surgir la lealtad a nuestros héroes y a nuestros mártires; la firmeza y el coraje de seguir adelante, con la fe puesta en Dios, que todo lo puede, para recobrar la Unidad, la Grandeza y la Unidad de la Patria.

   Amigos y camaradas: desde el recuerdo emocionado a Francisco Franco, a José Antonio y los Caídos, gritemos juntos:

¡¡ VIVA CRISTO REY!!
¡¡ ARRIBA ESPAÑA!!

 

 
 
 
 

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