Gibraltar

 
 
“Von Thíes “
 
 
   La única razón que tiene la Gran Bretaña para conservar Gibraltar es la fuerza, es decir, la razón de la fuerza. Es más fuerte que España, así que es inútil tratar de convencer a la diplomacia británica de que lo que hacen no está bien y que “sentémonos a negociar”. Si España fuera más fuerte, no tendría que hacer ninguna exhibición de poder, sencillamente con señalar el mapa, diría: “¡largo de aquí!”. Mientras eso no ocurra, que por las trazas nunca lo veremos nosotros, lo que se haga o se diga para salir del paso, es perder el tiempo. Y a veces, entre el ridículo y la vergüenza, que es lo que sufren nuestros políticos y diplomáticos cuando nos meten el camelo de que en el “fondo de la entrevista” de Rajoy con Cameron está el tema de Gibraltar. 13 años de verja cerrada le costó a la Gran Bretaña una buena montaña de libras esterlinas. Gibraltar dejaba de ser un negocio borracho para ser una carga poco soportable.
 
   Lo único que puede mover a la Gran Bretaña a modificar sus esquemas colonialistas es que Gibraltar, en vez de ser un extraordinario negocio (las leyes británicas en Gibraltar protegen la ilegalidad del contrabando), que se convierta en una carga económica que lleve trazas de convertirse en insoportable. “The Money is de Money”, es decir, que “la pela es la pela”, son palabras mayores… Y sólo Franco (¿quién iba a ser?) supo ponerles las cosas muy difíciles y caras a los británicos cuando cerró la verja (la verja es inglesa) y las libras dejaron de fluir hacia las arcas de las islas Británicas. En los Comunes ya se empezaba a considerar que no valía la pena gastar tanto dinero para soportar a los “escorpiones de roca”, a los que nosotros llamábamos de forma más amable, “llanitos”. El Libro Rojo, del que mostramos su versión en francés, fue un aldabonazo en las flacas y adormecidas conciencias diplomáticas. Castiella consiguió poner a los ingleses en situación incómoda, a la que no estaban acostumbrados.
 
   Hemos leído el Libro Rojo de Gibraltar, que redactara Castiella, aquella pesadilla que hizo tambalear la omnipotencia británica sobre el Peñón, que ellos (y mucha de nuestra prensa) llaman “Roca”. Lo que se decía era incuestionable y muchos diplomáticos de la ONU se empezaron a enterar, no ya de dónde estaba Gibraltar, sino de sus raras y vergonzosas circunstancias. Y en las sucesivas votaciones en la ONU, nos fuimos enterando por dónde estaban nuestros amigos, aliados, convecinos o interesados aliados. Parte de la Europa que tanto nos quiere daba la razón a la Gran Bretaña, o se abstenía, mientras que casi todos los países hispanoamericanos (de los “latinoamericanos” no tenemos ni idea…) se alineaban del lado español, junto a la mayor parte de los países árabes (Israel votaba a favor de Inglaterra). A los del Este les hacía muy poca gracia una base de OTAN en el Estrecho de Gibraltar. Y de esa forma salió adelante la propuesta de abrir conversaciones entre España y la Gran Bretaña, y como ésta se negaba despectivamente a iniciarlas, Franco ordenó cerrar la verja en 1968, y allí empezaron los problemas en el Peñón que duraron trece años, hasta que en la democracia de partidos se volvió a abrir en diciembre de 1982, oyéndose en el Peñón y en la City un suspiro de alivio que se llegó hasta Nueva Zelanda.
 
   4.800 trabajadores españoles ya no podían seguir trabajando en Gibraltar (los seguros sociales no los pagaban los rapaces “llanitos”, los pagaba España), situación que se solucionó creando un Polo de Desarrollo en La Línea, de cuyos resultado nadie nos puede contar nada, porque nosotros hemos sido testigos. También se creó una sobretasa en sellos de correos para paliar el problema creado por el cierre de la verja.
 
   Con la villanía ya institucionalizada en España, el 21 de julio de 2009 el ministro Miguel Ángel Moratinos fue el primer cargo del Gobierno de España en cruzar la Verja. Lo hizo para reunirse con Peter Caruana, Ministro Principal de Gibraltar y con el “primo de Zumosol” británico. Y se hizo una foto (¡sonriendo!) cruzando las manos con el inglés y el “llanito”. ¿Y éste es el país de Numancia, Las Navas y Bailén? Se nos ha asegurado que el Vaticano quería cerrar el “Limbo” por no ser ya necesario, pero no lo puede hacer porque se quedaría allí encerrado Moratinos. La foto de la vergüenza, la nuestra, porque Moratinos carece de ella.
 
   A lo mejor le acompaña alguna mona de Gibraltar, de esa raza autóctona que no es autóctona. A principios del siglo XX se extinguieron los monos del Peñón, posiblemente una epidemia, y entonces se llevaron a Gibraltar monos de Marruecos, les dieron pasaporte británico, se recriaron en el Peñón y a hacerse fotos con los turistas, a ser posible con Moratinos.
 
   Cuando por fin los Aznares, Felipes, Zapateros o Rajoys sólo sean tristes referencias lejanas de la Historia y por fin tenga España un  presidente del Gobierno de verdad, deberá imponer a Gibraltar una política basada en este DECÁLOGO que le cedemos gratuitamente..
 
   I- EL TRATADO DE UTRECH SERÁ DENUNCIADO Y CONSIDERADO LETRA MUERTA.
 
   Ya lo exigía Castiella, pero es que el Premier británico Wilson, también había dicho que el tratado de Utrech estaba obsoleto. Y sin embargo se agarraban a él como lapas. Resulta curioso que la Gran Bretaña, cuya capacidad para no respetar tratados es conmovedora, se empeñe en respetar el de Utrech, único tratado en la Historia que al parecer hay que cumplir, no al pie de la letra, sino al pie de SU letra. 
 
   II.-CUALQUIER CONVERSACIÓN SOBRE GIBRALTAR CON LA GRAN BRETAÑA DEBERÁ IR PRECEDIDA POR LA RESTITUCIÓN INMEDIATA Y SIN CONDICIONES DE LA ZONA DONDE SE ENCUENTRA INSTALADO EL AEROPUERTO.
 
   Este ilegal aeropuerto, construido en plena guerra de Liberación (1938), sirvió a los aliados junto con el uso también ilegal del espacio marítimo, para operaciones en la segunda guerra mundial. Este espacio marítimo fue cedido a los británicos para ayudarles en la campaña de las Malvinas en tiempos del triste Leopoldo Calvo Sotelo.
 
   Con Franco las cosas eran más difíciles. Un avión fue derribado por entrar en el espacio aéreo español, y las sucesivas y continuas interferencias de aviones españoles que hacía peligrar el uso del aeródromo, motivaron agrias intervenciones en los Comunes.
 
   III.-SERÁ PROHIBIDO TO-DO VUELO QUE VAYA O PROCEDA DE ESE AERO-PUERTO Y RETIRADAS TO-DAS LAS AYUDAS A LA NAVEGACIÓN.
 
   El aeropuerto de Gibraltar, no sólo está construido en zona española sino que su prolongación en el mar viola nuestras aguas jurisdiccionales.
 
   El aeródromo, sin el apoyo español para el tráfico aéreo, no sirve para nada. Lógicamente no puede estar incluido en el despliegue OTAN.
 
   IV.-MIENTRAS CONTINÚE LA OCUPACIÓN DEL PEÑÓN, NUNCA PODRÁ UN SOBE-RANO O SOBERANA DE LA GRAN BRETAÑA VISITAR OFICIALMENTE ESPAÑA. EN VISITA PRIVADA, CUANDO QUIERA.
 
   V.-IDEM ID, NUNCA PODRÁ UN SOBERANO O PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE ESPAÑA VISITAR OFICIALMENTE EL REINO UNIDO. EN VISITA PRIVADA, CUANDO QUIERAN.
 
   VI.-HASTA QUE EL REINO UNIDO ACEPTE LAS CONVERSACIONES PARA LA DEVOLUCIÓN DEL PEÑÓN, SE CORTARÁ TODO PASO TERRESTRE HACIA LA COLONIA BRITÁNICA, SE CERRARÁ CON CANDADO Y LLAVE LA VERJA, Y ÉSTA (LA LLAVE, CLARO…) SERÁ ARROJADA A LA FOSA DE LAS MARIANAS.
 
   VII.-EL TERRITORIO OCUPADO POR EL REINO UNIDO SERÁ DENOMINADO OFICIALMENTE COMO T.U.P.E. “TERRITORIO USURPADO POR POTENCIA EXTRAJERA”.
 
   VIII.-LOS HABITATNTES DE LA COLONIA TENDRÁN EN ESPAÑA LA PERSONALIDAD JURIDICA DE SÚBDITOS DE LA GRAN BRETAÑA O DE CUALQUIER OTRO PAÍS LIBRE O POR LIBERAR. NO SE RECONOCERÁN DOCUMENTOS DE IDENTIDAD O PASAPORTES PROCEDENTES DEL TERRITORIO OCUPADO.
 
   IX.-SERÁ REPRIMIDO CON EL MÁXIMO RIGOR Y DUREZA EL TRÁFICO DE CONTRABANDO Y NO SE AUTORIZARÁ A NINGÚN NAVÍO DE LA ARMADA BRITÁNICA FONDEAR EN AGUAS JURISDICCIONALES ES-PAÑOLAS.  
 
   Es indudable, que al igual que las autoridades británicas han legislado durante tres siglos para favorecer el contrabando, la droga y las fugas de capitales, tratarán de proteger con sus barcos a los piratas y contrabandistas, pero una actitud firme, continua, asfixiante, implacable y sin concesiones irá obligando a los pendejos protegidos por la bandera británica a buscarse la vida en otra parte. 
 
   X.-SE HARÁ UNA NUEVA EDICIÓN DEL LIBRO ROJO DE GIBRALTAR” QUE SERÁ REPARTIDO EN TODAS LAS DELEGACIONES DE LA ONU. TAMBIÉN SE HARÁ UNA EDICIÓN RESUMIDA PARA ESCUELAS, COLEGIOS, UNIVERSIDADES Y PARLAMENTO ESPAÑOL            

 
 
    Y para que no nos llamen racistas, traemos aquí a ese habitante del Peñón, al mono presuntamente gibraltareño. No sabemos si es mono o mona, ni tenemos la menor intención de averiguarlo. Que sepa ese ciudadano que su pasaporte no será válido en la zona libre de España.  
 
   Y cerramos esto con el escudo que tenía España cuando la vergüenza era una de las características de la España que crecía y se desarrollaba.
 
 
 
 

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