Memoria Histórica en Callosa de Segura

Pablo Linares

Los
hermanos García Sanz eran unos muy trabajadores agricultores de Callosa de
Segura. De sol a sol se afanaban en arrancar el fruto de la finca llamada “La
Barraca Blanca” que habían heredado de su padre, también agricultor.

La
familia García Sanz, muy querida y respetada en Callosa de Segura, era
ampliamente conocida por su religiosidad, en la cual basaban su estilo de vida.

Muchos
domingos a la salida de Misa atendían las peticiones de trabajo que sus vecinos
de Calosa, jornaleros les hacía constantemente. Las peticiones solían ser
siempre atendidas, “en la Barraca hay
tajo para todos
”.

Todo
marchaba duramente para todos, pero marchaba.

Sin
embargo a partir de 1934 las cosas comenzaron a enrarecerse en Callosa, que no
era ajeno a los acontecimientos que se vivían en el resto de España. Los
hermanos García Sanz, afanados en que sus tierras produjesen lo que le exigían,
no hacían demasiado caso a los “avisos” que ciertos elementos, callosinos como
ellos, les hacía en forma de pintadas en la casa familiar, en forma de amenazas
directas. Rosario Mira, la mujer de Manuel, el segundo de los cinco hermanos
García Sanz, estaba profundamente preocupada por el devenir de los
acontecimientos, “¿Pero que hemos hecho
nosotros, si somos gente de Paz?
”.

Lejos
de calmarse los ánimos, los sospechosos resultados de las elecciones de febrero
de 1936, recrudecieron los ánimos en contra de la familia, “vamos a una
guerra”, decía José, el cuarto de los hermanos. “Estad tranquilos, que nada ha
de pasarnos”- contestaba su hermano Manuel.

Cuando
mediaba el mes de julio de ese mismo año 1936, concretamente el martes dia 14,
José irrumpió de forma precipitada en la casa de su hermano Manuel, con un
ejemplar del diario ABC de ese día, ¡¡¡Han matado a José Calvo Sotelo!!! La
familia vivió con tensión extrema los días siguientes, y cuando llegaron las
primeras noticias del alzamiento militar del sábado 18 de julio, tomaron ya
definitiva conciencia del grave peligro que corría la familia entera.

Tres
de los hermanos, Antonio, Lorenzo y Aurelio (un crio de tan sólo 14 años de
edad), no pudieron convencer a los otros dos, Manuel y José, para que les
acompañaran a Alicante donde resultaría mucho más fácil esconderse a la espera
de acontecimientos más tranquilos.

Manuel
y José quedaron de este modo en Callosa donde asistieron horrorizados a la
quema de la Iglesia y destrozo de sus imágenes por parte de aquellos mismos
incontrolados que sólo hacía unos meses les amenazaban de muerte. “¿Nos quedamos Manuel?… ¡Nos quedamos
José!”

Los
milicianos que habían quemado la Iglesia y saqueaban la casa de las gentes del
pueblo tomaron como una provocación la demostración de valentía de los dos
hermanos, y días más tarde fueron a buscarlos al domicilio del mayor, Manuel,
sin resultado satisfactorio, puesto que habían sido avisados de este hecho y
tuvieron tiempo de salir de la casa escondiéndose en el mismo Callosa de
Segura. Los milicianos, todos vecinos de Callosa, se llamaban José Poveda,
Antonio Berna alias “el necio”, Manuel Zaragoza Illán, Adolfo Balboa, Antonio
Manchón, Jose Sarriá y Antonio Manresa, AFILIADOS AL PARTIDO SOCIALISTA LOS 5
PRIMEROS Y AL PARTIDO COMUNISTA LOS DOS ÚLTIMOS.

Enfurecidos
por su fracaso registraron casa por casa el pueblo de Callosa sin encontrar a
los dos hermanos.

Cierta
noche, semanas después, cuando los ánimos parecía haberse apaciguado un poco,
los dos comunistas – Jose Sarriá y Antonio Manresa- invitaron a cenar en la
cantina del pueblo al labrador y guardés de la finca de los hermanos García
Sanz, de nombre Mariano Gómez Moñino, al que embriagaron y lograron hacerle
decir donde se ocultaban los dos hermanos. Era la noche del 21 de septiembre de
1936.
Esa misma noche, éstos y otros milicianos que aguardaban acontecimientos,
lograron apresar a los dos hermanos que no opusieron resistencia.

A
la mañana siguiente, los metieron por separado en dos coches y fuertemente
custodiados, fueron conducidos a las estribaciones de Crevillente, donde un par
de kilómetros antes de llegar, en el paraje denominado “La garganta”, fueron
obligados a bajar de los vehículos y fueron asesinados de varios tiros sin
haberles dado ni tan siquiera la posibilidad de despedirse. Allí dejaron sus
cuerpos. Unos pocos vecinos de Callosa, gente de orden, se desplazaron horas
después al lugar para recuperar los dos cuerpos y darles sepultura en Sagrado,
en el cementerio de Callosa.

Rosario,
ya viuda de Manuel, abandonó a los pocos días Callosa, y se refugió en Alicante
junto a sus tres cuñados a los que comunicó la triste noticia. Allí pasaron el
resto de la guerra llorando a los dos hermanos asesinados.

RELACIÓN DE
MILICIANOS JUZGADOS POR EL ASESINATO DE LOS HERMANOS MANUEL Y JOSÉ GARCÍA SANZ

– MANUEL
ZARAGOZA ILLÁN

Afiliado
al Partido Socialista desde antes del alzamiento.
Durante la guerra fue miliciano armado, intervino en el saqueo y quema de la
iglesia de Callosa de Segura. Fue instructor de las milicias rojas de Callosa.
Intervino directamente en la muerte del joven falangista Nicomedes Barberá e
intervino en el asesinato de los dos hermanos callosinos Manuel y José García
Sanz. Intervino en los asesinatos de los primos Franco Belda, Franco Sicilia y
Franco Samper.
Marchó voluntario al ejército rojo alcanzando el grado de teniente. Cuando
volvía a Callosa disfrutando de un permiso, se jactaba en público que el “había
dado más paseos que nadie de los de Callosa”

– FILOMENO
SERNA GONZÁLEZ

De
mala conducta, afiliado al Partido Comunista, sembraba el terror en las noches
de Callosa de Segura. Intervino en la quema de la Iglesia, jactándose de este y
otros hechos. Intervino en la partida de milicianos que apresó en la Sierra de
Murada a los señores Torres Campello y Rafael Grau Pertusa, cuñados entre si, a
los que asesinaron, siendo él uno de los que dispararon.

– ANTONIO
SEGURA ESTEVA

Afiliado
al Partido Comunista antes de la guerra. Denunció a personas de orden siendo
miliciano armado. Intervino en la detención, conducción y asesinato de los
hermanos de Callosa. Se alistó voluntario en el ejército rojo.

– PEDRO
NAVARRO BERNABEU

Antes
del 18 de julio de 1936 ya era militante del Partido Socialista y de UGT.
Después se hizo miliciano armado destacando por sus guardias, saqueos y
maltrato a las personas de derechas. Intervino en la detención de los hermanos
de Callosa, García Sanz, sin que se le pueda probar su participación en los
asesinatos.

– MARIANO
GÓMEZ MOÑINO

Sin
filiación política antes del alzamiento. Después se hizo de UGT. Delató el
paradero de los hermanos García Sanz. Intervino en la detención y asesinato de
los dos hermanos, siendo empleado de confianza de la familia.

– JOSE SARRIÁ
SÁNCHEZ

Afiliado
a la UGT en marzo de 1936. Intervino como miliciano armado en saqueos, robos e
incautaciones de fincas. Intervino también en la reunión anterior al
apresamiento de los hermanos García Sanz. No se le puede probar su
participación en los asesinatos.

SENTENCIA DEL
CONSEJO DE GUERRA SEGUIDO CONTRA TODOS LOS ENCAUSADOS. ALICANTE 14 DE FEBRERO
DE 1944

– Manuel
Zaragoza Yllán: Pena de muerte

– Filomeno
Serna González: pena de muerte

– Antonio
Segura Esteve: 30 años de reclusión

– Pedro
Navarro Bernabeu: 30 años de reclusión

– Mariano
Gómez Moñino: 30 años de reclusión

– José Sarriá
Sánchez: 20 años de reclusión

– Adolfo
Balboa Santacruz: 12 años y un día de reclusión.

– Antonio
Marcos Belmonte: 12 años y un día de reclusión.

– Pascual
Noguera Seba: 6 años y un día de reclusión.

– Concepción
Ferrer Trigueros: 6 años y un día de reclusión.

En
la misma sentencia, se decreta la conmutación a los condenados a 30 años por la
de 20 años y un día, y “deja en suspenso la ejecución de la pena capital a
Manuel Zaragoza y Filomeno González hasta consultar con la superioridad.”

El
Jefe del Estado, General Franco, CONMUTÓ LA PENA DE MUERTE a Manuel Zaragoza y
Filomeno González, por la inmediata inferior, esto es, 30 años de reclusión mayor.
Todos los condenados se acogieron a la ley de indulto de fecha 9 de octubre de
1945, consiguiéndolo de modo inmediato todos ellos, excepto los que fueron
previamente condenados a la pena de muerte, a los que no se les concedió le
indulto hasta los primeros meses de 1950. Menos de 6 años de reclusión a los
que tenían probados varios asesinatos.

En
2018, el alcalde de Callosa de Segura, Fran Maciá, del mismo partido político
en el que militaban los asesinos de Callosa de Segura, ha arrancado la Cruz que
servía de homenaje religioso, que no político, a los hermanos García Sanz y
otros muchos callosinos.


Fuentes: Causa General, Archivo General Militar de Madrid, además de 2 vecinos
de Callosa, que no quieren hacer constar aquí con sus nombres, cuestión que
respetamos profundamente.


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