A propósito de la campaña electoral y la FNFF, por el Gral. Juan Chicharro

 

 

La FNFF nació y permanece como Fundación con exclusiva vocación histórica. Así lo reflejan nuestros estatutos y a ellos nos atenemos. La defensa de la verdad histórica es nuestro objetivo. Esencialmente porque consideramos que lo que representó el Generalísimo Franco para España es de interés general para los españoles de hoy y del futuro. A unos les gustará más y a otros menos pero es un aserto irrefutable.

 

Dicho esto, a nadie se le escapa que las circunstancias presentes en las que nos encontramos, como consecuencia de las próximas elecciones del próximo día 28 de abril, hacen muy difícil abstraerse del devenir de los acontecimientos actuales.

 

Al contrario de lo que sucede allende nuestras fronteras donde el debate político principal se dirime entre aquellos que optan por la globalización – el ejemplo claro es Macron en Francia – y otros que se inclinan por la permanencia y fortaleza de los Estados Nación, en España el debate no es el mismo sino que se plantea como una batalla ideológica  entre los que optan por la integridad nacional y de la cultura cristiana y otros que apuestan por modelos socialistas/comunistas y rupturistas de la unidad de la nación.

 

Es curioso observar que este debate se asemeja en el fondo al mismo que se planteó en 1936, si bien con claras diferencias toda vez que la España de hoy no es la de entonces, evidentemente, como consecuencia del desarrollo y de la integración en Europa.

 

Es por ello que no resulta extraño ni sorprendente que una Fundación como la que presido, que defiende los valores que el Generalísimo Franco representó, sea objeto continuo de ataques por parte de la izquierda sectaria y por otro lado la puesta de perfil de una “derecha” llena de complejos como consecuencia de no querer asumir su propia historia, dada la tergiversación que de ella se ha hecho, incide también en posiciones cuando menos cobardes respecto a la propia Fundación.

 

Lo vimos cuando el Partido Popular de la mayoría absoluta no derogó la Ley de Memoria histórica, que es el ariete en manos del PSOE y Podemos para borrar nuestra reciente historia, y lo vimos hace nada, también, cuando no presentó recurso de inconstitucionalidad a los intentos malignos del Sr. Sánchez de exhumar los restos del Generalísimo del Valle de los Caídos. En la lucha en defensa de la dignidad de todos aquellos que murieron defendiendo sus ideales – esto es lo que significa la exhumación – esta FNFF junto a la familia Franco no ha encontrado apoyo político alguno y la batalla la estamos llevando en soledad. La irrupción en la escena política de un partido emergente como VOX, que sí se declara partidario de derogar la LMH, levanta hilos de esperanza de que al fin la defensa de la verdad histórica tendrá voz en el Congreso si bien – todo hay que decirlo – recientes acontecimientos bien manejados por la izquierda intentando vincular a la FNFF con ese partido ha sembrado dudas en sus dirigentes temerosos de ser tildados de ultraderecha y franquistas. Seamos francos. Aún no he oído a ningún dirigente de VOX proclamar abiertamente que reconocen la valía de la figura providencial de Franco en su victoria contra el comunismo, ni su valía como estadista cuando libró a España de la segunda guerra mundial ni la excelencia de las políticas sociales que transformaron España de cabo a rabo y que fueron las que hicieron posible el tránsito de un régimen autoritario a la democracia presente. He oído alegar a alguno de sus dirigentes que sólo miran para el futuro no dándose cuenta que ningún pueblo puede mirar para el futuro sin asumir con orgullo su pasado. Hemos visto también como posibles activistas de este partido han sido postergados por su pasado “franquista” y apartados de las listas electorales.

En definitiva, no busquen vinculación en esta campaña electoral entre el partido VOX y la FNFF. Sencillamente no la hay. La FNFF defiende abiertamente la figura histórica del Caudillo, sin tapujos y con sumo orgullo. No nos escondemos en subterfugios.

 

La FNFF no entra en política pues no es materia incorporada a sus fines estatutarios pero encontrándose en el meollo del huracán levantado por el Gobierno socialista al pretender exhumar, a modo de humillación, los restos del Generalísimo en una maniobra claramente política no cabe duda que se siente afectada por la actitud de los diferentes partidos e involuntariamente inmersa en la campaña electoral.

 

Y por supuesto que suceda lo que suceda en las próximas elecciones seguiremos luchando contra la LMH en su conjunto y en concreto oponiéndonos con la fuerza de la Ley y de la historia a la exhumación de los restos del Generalísimo Franco del Valle de los Caídos. Ojalá que entonces no estemos tan solos y encontremos apoyo en el Parlamento.

 

 

 

 


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