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Tal día como hoy, pero en 1939, comenzaba el XVIII COngreso Internacional de Pax Romana, donde España participó, terminando el 7 de septiembre de dicho año.
Ese verano de 1939 tuvieron ocasión Alberto Martín-Artajo y Joaquín Ruiz-Giménez de seguir profundizando en esta estrategia de reconocimiento del catolicismo internacional del nuevo Estado español. En agosto se desplazaron al XVIII Congreso Internacional de Pax Romana, que se celebró en Washington. Junto a otros 150 delegados europeos de una decena de países, partieron vía París desde el puerto de Le Havre, en un viaje que les proporcionaría numerosos contactos. La acogida fue muy calurosa, siendo un homenaje al valor de la juventud católica española durante la Guerra Civil. Martín-Artajo se dirigió a la asamblea con una conferencia titulada “La Acción católica, su naturaleza y caracteres específicos”. Estando allí les sorprendió la noticia del inicio de la Segunda Guerra Mundial con la invasión alemana de Polonia. El resultado de la pequeña presencia española fue importante. Ruiz-Giménez resultó elegido presidente de Pax Romana además de que, al regreso a Europa con escala en Roma, fueron recibidos tanto el Sumo Pontífice Pío XII el 28 de septiembre. Ambos se comprometieron a organizar el siguiente congreso de la organización internacional en Zaragoza para 1940, si bien el estallido del conflicto en Europa modificó los planes y tuvo que posponerse hasta 1946. Ya en España, Ruiz-Giménez y Martín-Artajo fueron recibidos por el Caudillo en audiencia civil, a quien ofrecieron la presidencia de honor del congreso que pretendían organizar.Tras su vuelta de EE.UU., Martín-Artajo volvió a principios de 1940 a su puesto de Letrado en el Consejo de Estado, ascendido pronto a secretario general con el teniente general Gómez-Jordana, además de colaborador del Instituto de Estudios Políticos y profesor en la recién creada en 1944 Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Madrid. Dos instituciones que dirigía el también propagandista Fernando María Castiella (1907-1976), que había sido secretario de extranjero del sindicato estudiantil católico y que será ministro de Asuntos Exteriores de Franco entre 1957-1969. Por su lado, Ruiz-Giménez, que se doctoró en Derecho y licenció en Filosofía, obtuvo la cátedra de Derecho Natural en la Universidad de Sevilla, de la que pasó a la de Salamanca y a la de Madrid. Como militantes católicos, Martín-Artajo era miembro del consejo nacional de la ACNdP y máximo dirigente seglar de la Acción Católica. Por su lado Ruiz-Giménez prosiguió incansable su actividad como presidente internacional de Pax Romana. En 1943 había visitado al Papa en Roma y ambos estuvieron presentes en las jornadas de Pax Romana celebradas en Montbarry, Suiza, en abril de 1945. Allí tuvieron asimismo ocasión de visitar a Don Juan, padre del monarca Juan Carlos I. Estaban en el cénit de su carrera profesional, en su treintena, cuando optaron por saltar a la política.