Palabras tras la misa por el alma de Francisco Franco en El Pardo

Muchas gracias por vuestra asistencia, al Santo sacrificio de la Misa, que se acaba de celebrar, ofrecida por el alma de Francisco Franco Bahamonde, jefe del Estado, Caudillo de España y Generalísimo de los Ejércitos, en esta Iglesia de la Virgen del Carmen, sede de la Parroquia de la Inmaculada Concepción, que el propio Franco mandó edificar e inauguró, personalmente, en 1966, junto a su lugar de residencia y empadronamiento.

Francisco Franco, cristiano ejemplar, fue distinguido, por su Santidad el Papa Pío XII, con el Gran Collar de la Orden Suprema de Cristo, concedida por bula de 21 de diciembre de 1953, la condecoración de más alto rango entre las valiosas órdenes vaticanas, siendo admitido en la Suprema Orden de Caballeros de la Milicia de Jesucristo por la Santa Sede, como adalid en la propagación y custodia de las verdades de la Fe.

A Francisco Franco la Santa Madre Iglesia le reconoció, como Jefe del Estado español, ser recibido bajo palio para el acceso a las iglesias, como era la costumbre secular, cuando acudía a las solemnidades religiosas celebradas en los templos y catedrales en su honor, hay que mencionar que fue la espada limpia y victoriosa de la Cruzada de Liberación Nacional como fue bautizada por la Iglesia la gloriosa gesta que puso fin a la barbarie marxista y al genocidio perpetrado por el frente popular contra los creyentes y las jerarquías eclesiásticas, mártires de la fe, cuya cifra de asesinados se eleva a 13 obispos, 4.184 sacerdotes seculares,2.365 religiosos, 283 religiosas y 3.000 seglares de acción católica, muchos de ellos, en la actualidad, ya beatificados o en proceso de beatificación y canonización.

Hay que recordar, en este día de la infamia y la profanación, que se ha consumado el ultraje y el traslado, a un lugar impuesto arbitrariamente por el gobierno, con odio iracundo y contra la voluntad unánime de los miembros de su familia, hollando la tumba del Caudillo, donde reposaban sus restos mortales, en el valle de los caídos, monumento que mandó construir Franco, durante su mandato, como símbolo e icono de paz y reconciliación del pueblo español y se ha vulnerado la basílica, cerrada y ocupada por guardias armados, conculcando el derecho a la inviolabilidad de los recintos religiosos y lugares de culto, el derecho a la libertad religiosa y los derechos de custodia de la comunidad benedictina.

Al enérgico repudio por el comportamiento, al que estamos asistiendo por parte de las autoridades, unimos nuestras oraciones por el eterno descanso del alma de Francisco Franco, Caudillo de España por la gracia de Dios.

(Palabras escritas por José Luis Jerez Riesco)

 


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