¡Tu carrito está actualmente vacío!
Puedes consultar la información de privacidad y tratamiento de datos aquí:
- POLÍTICA DE PROTECCIÓN DE DATOS
- SUS DATOS SON SEGUROS
Tal día como hoy, pero en 1954, se celebraba el primer Congreso Nacional de Ganadería, que inauguró Francisco Franco, diciendo las siguientes palabras:
Gracias por este entusiasmo con que habéis acogido mi presencia. Yo quisiera poder estar estos días entre vosotros para seguir de cerca todos los problemas que afectan a este gran sector de la producción nacional que constituye la ganadería; pero sé que sus problemas están en buenas manos, pues la presencia y colaboración del Ministro de Agricultura, que tanto interés y celo muestra por las producciones nacionales de la agricultura y de la ganadería, que viven tan íntimamente unidas, evidentemente compensará con ventaja el interés que pudiera tener estar entre vosotros.
Las conclusiones a que lleguéis en vuestros diálogos, en vuestros trabajos y en vuestros cambios de impresiones sobre los problemas de la ganadería serán acogidas por mi Gobierno con todo el celo y con todo el entusiasmo que pone en el aumento, en la multiplicación de la riqueza nacional y en la justicia entre los hombres y las tierras de España.
Vosotros sabéis mejor que yo, porque lo habéis vivido, lo que representó en todos los órdenes y en el de la ganadería el régimen liberal, el «dejar hacer». De las lecturas de la historia económica de nuestra Patria, de aquel consejo de la «Mesta», de aquellas cañadas reales, de aquella importancia y trascendencia que tenia en la vida de España la ganadería, la presencia de sus ganados, hemos pasado, a través del mando liberal, al abandono, cuando no a la ruina verdadera de nuestras producciones, pues si en algunos momentos hemos podido ganar en extensión, hemos perdido enormemente en calidad.
Y en esa política del «dejar hacer», a que tanto contribuyó el individualismo español, hemos ido perdiendo la gran batalla de la producción ganadera, de la mejora de nuestras especies, hasta el extremo de que muchas veces tenemos que ir a buscar al extranjero los ejemplares necesarios para el encaste de nuestro ganado por el abandono en que lo tuvimos.
Asociados vosotros, los grandes ganaderos, con los pequeños ganaderos, en la Organización Sindical, participáis en la responsabilidad grave de esta hora. Los grandes ganaderos, porque sois, los que tenéis medios suficientes para poder encarrilar la cabaña nacional en condiciones de facilitar a los más modestos los ejemplares y las especies que puedan multiplicar y mejorar estas economías débiles; y el Estado, al poder resolver a través de vosotros y con vuestra experiencia todas aquellas aspiraciones y necesidades que hagan que la cabaña nacional gane en calidad y en intensidad lo que pueda perder en algunos momentos en extensión. Sabéis mejor que yo que no es nuestro problema tener muchas cabezas, sino tener mucho peso y mejor calidad. En este sentido, el Gobierno no regateará medios para ponerlos a vuestra disposición con vistas a que el resurgimiento de la cabaña nacional y de todas las actividades de la ganadería sean una, realidad.
En la unión vuestra, en el Sindicato, en la elección de los mejores hombres, en la periódica revisión de vuestra obra está el que esto se realice, y de tal modo, a la gratitud que os guardamos por vuestra confianza y por vuestra asistencia podremos unir también la gratitud por haber hecho a España grande a través de una grande y potente ganadería.
¡Arriba España!