A nosotros nos ha tocado la ardua tarea de volver a empezar. Por Nicolás Muñoz

                                                                                                                         Nicolás Muñoz

        

Voy a comenzar mi artículo citando la siguiente cuestión prioritaria que es que la dignidad de la persona va ligada al trabajo. Sin trabajo no hay pan y sin este condimento la justicia social se va por la alcantarilla.

 

Hace unos días, despidieron a los trabajadores de la empresa de automóviles de la marca de vehículos (Nissan) Es necesario el nacionalizar empresas pero solo y exclusivamente españolas, como se hacía en la España irredenta de Francisco Franco.

 

Pero si se nacionalizan empresas éstas han de ser españolas y no extranjeras, amparadas por el pérfido dañino y lesivo paraguas de la globalización en el que el liberalismo se escuda, y el marxismo lo coge sin rubor alguno.

 

Antiguamente cabe destacar que las empresas que estaban nacionalizadas, desde el periodo de la autarquía de Juan Luís Beigbeder hasta el aperturismo político de Mariano Rubio, había un estado que se podría denominar en “argot falangista” como un estado corporativista y en “argot de ciudadano” como proteccionista, por supuesto citado con sus respectivos matices.

 

Benito Amilcare Andrea Mussolini decía que el Estado ha de estar al servicio del pueblo y no a la inversa. Pero un Estado ha de suplir las necesidades básicas de su pueblo, no otorgar a fomentar, como se hace en la actualidad a la ideología de género, subvenciones a entidades femi- bolcheviques y demás temática acorde.

 

Las empresas que estuvieron nacionalizadas en España , fueron la casa Seat y Telefónica ya que ambas empresas dieron pan y sal a muchos trabajadores adscritos al sindicato vertical el cual no fomentaba la lucha de clases, pero que como dios era justo con aquellos hombres que trabajaban en su jornada laboral.

 

Uno de los ejemplos, por no quedarnos en lo superficial, es la empresa de metalurgia llamada Santa Ana motor liquidada por el Psoe en los años 90, y vendidas a la empresa Suzuki, por el corrupto Griñán y la cortijera de Susana Díaz que no les tembló el pulso de dejar a miles de trabajadores en la puñetera calle.

 

Los despidos no tardaron en salpicar los Eres de Andalucía ya que el sindicato chapero de UGT se gastó el dinero de los parados y cursos de formación en meretrices, drogas y mariscadas, dejando al margen la dignidad del trabajador y del parado para optar por un sueldo digno y poder llevar un jornal digno a casa.

 

Con Franco, el paro se quedó en una tasa de 2% ya que había pluriempleo y los concesionarios tenían demandas constantes de trabajadores, como por ejemplo la fábrica de altos hornos en Vizcaya (Vascongadas)

 

Cuando Pablo Iglesias Turrión habla de nacionalizar significa vender empresas al extranjero, y aceptar el globalismo que hoy en día acecha, ya que la globalización es uno de los talones de Aquiles en España y que ha dejado en la calle a empleados de una franja de edad de 50 años.

Parafraseando al Falangista Eduardo García Serrano: (autor de Con otro punto de vista) “al trabajador hoy en día se le da un chusco de pan o una mísera lata de sardinas y este, permítanse la expresión coloquial, camaradas, jodido a perpetuidad y en la puta calle.”  

 

No es de agrado el estar en la calle, pero gracias a Franco y a las leyes del glorioso  movimiento Nacional del 18 de julio, el trabajador no era una mercancía, sino una pieza clave fundamental en el engranaje de la maquinaria.

 

La extrema izquierda lejos de defender al trabajador, lo perjudica, ya que han cambiado el rojo por el halo de color rosa. En Grecia, el kke partido comunista de Grecia y Amanecer dorado, en su anterior legislatura hicieron gala  de un paquete de medias sociales de defender al trabajador autóctono de Grecia mientras que aquí en España el trabajador vive peor que el esclavo.

Asevero esto porque vivimos en una época de Feudalismo moderno en el que el trabajador es tratado como una vulgar mercancía y en los tiempos de Los siervos de la gleba, no se podía prescindir del esclavo. Ahora la situación en pleno siglo XXI es peor, ya que en los tiempos modernos abunda el trabajo en negro y la mano de obra barata extranjera.

 

El obrero español, cabeza de familia que celebra su onomástica el 19 de marzo San José obrero pierde fuelle y el empleo, debido a que el empresario sumido en el globalismo prefiere optar por los negros e hispanos  explotándoles y no dándoles de alta en la seguridad social, dejando en la cuneta/ estacada al peón español.

 

Cabe destacar también que si se pretende nacionalizar es positivo, siempre que repercuta en beneficio positivo para la soberanía en virtud de la Justicia Social y optando por la salida de la UE, OTAN y devaluando la moneda impuesta por lo mercaderes y volviendo a la moneda original, la peseta, garantía de bienestar económico.

 

 

La situación actual no es otra que un panorama gris, turbio y atomizado por los desafueros del capitalismo y la lucha de clases auspiciadas por la izquierda. Pero de la mentira hacen su propaganda que no es otra que adoctrinar en las aulas, la ideología de género LGTB, injiriéndose en la sexualidad ajena y dejando a un lado la Ley de Dios.

Dios decía aquello de dar de comer al hambriento y de beber al sediento. Para los precursores del socialismo científico de Marx, este decía aquello que la religión es el opio del pueblo.

Cuando si el opio es el marxismo que tiraniza y esclaviza en un régimen totalitario, la dictadura del proletariado; cuando aquello que de verdad funciona es el estado nacional y social en el que en la Alemania del furher sustituyeron el patrón oro por el patrón trabajo; cuando en Alemania se pasó de un 33% a un 3% de paro. En Italia, Mussolini nacionalizó  todo tipo de empresas.

El pacifismo lo predican los totalitarios para así tiranizar a los pueblos. A los pueblos los salvan la providencia encomendada por auténticos líderes, que si es necesario, subvertir el orden constitucional y abolir el establishment se hace, pero no clamando contra la proyección del hombre sobre sus cosas, sino contra el materialismo que engloba la izquierda.

 

Franco hizo de España una auténtica patria que fue prospera y pacífica dejando a falangistas como Girón de Velasco, Arrese, Utrera Molina, Ezquer, Pérez…

 

Citando al primero fue el que creo la Formación profesional, y no la izquierda como se adjudicó el señor González; la Seguridad Social se creó en el 1966 y Fuerza Nueva liderada por Don Blas Piñar, tenía su propio sindicato (FNT) Fuerza Nacional del trabajo. Tampoco hay que menospreciar a la sección femenina liderada por Pilar Primo De Rivera; el auxilio social de Mercedes Sanz Bachiller, viuda de Onésimo Redondo, que fue asesinado este por anarquistas.

 

Redondo estaba en Juntas Castellanas de actuación hispánica y lideraba el sindicato de la remolacha, otra mujer de raza, que era Mercedes Sanz Bachiller que redujo la mayoría de edad de los 25 a los 21 años de edad.

 

Mujeres y hombres.

Con sus manos hacen grande a España.

Frente a la tiranía Bolchevique.

Y al parlamentarismo liberal.

Ha llegado el verdadero

Sindicalismo vertical.

 

Ningún trabajo es indigno, lo indigno es ser un zángano y un vago.

 

 

A las patrias las elevan los humildes y las traicionan los poderosos.

 

Trabajador obrero y español.

Levanta la patria.

ARRIBA ESPAÑA.


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