Comunicado: La FNFF constata que el Generalísimo sigue presente en Cataluña

 
 
            Ayer,
18 de julio de 2017, fue uno de los días de más tráfico en la página web de la
FNFF y de más difusión de los tuits enviados desde la cuenta de la Fundación.
Un solo tuit superó las 40.000 impresiones. Su texto es el siguiente:

“Agradecemos
a los separatistas catalanes que mantengan vivo el recuerdo del Caudillo en la
Cataluña que visitó 15 veces”

Se
escribió con motivo de la campaña de carteles en varias ciudades catalanas en
que los separatistas tratan de provocar en los ciudadanos la participación en
el referéndum anunciado por las autoridades en sedición del Principado. Y ha
sido reseñado por El
Periódico de Cataluña
y La
Vanguardia
.

A
los miembros de esta FNFF no deja de asombrarles el empeño de tantos catalanes
con la figura del Generalísimo Franco cuando van a cumplirse 42 años de su
fallecimiento en loor de multitudes. Es cierto que, gracias a las políticas
económicas y sociales aplicadas por los Gobiernos del Caudillo, Cataluña obtuvo
grandes beneficios, como la instalación de la SEAT y la cesión del Castillo de
Montjuic en Barcelona y la red de autopistas en los años 70, uno de los
factores que ayudaron a su desarrollo, junto con la paz social y las
inversiones del Instituto Nacional de Industria (INI).

La
participación de los catalanes en el Régimen del 18 de Julio fue tan importante
como leal. En 1971, en el Gobierno de España había cuatro
ministros catalanes
y en las Cortes Españolas 61 procuradores catalanes (uno
de ellos el padre del actual conde de Godó).

 
 

Según
los planes del PSOE y del resto de la izquierda, se debe erradicar todo los
testimonios de la obra de la Era de Franco y hasta multar a quien los recuerde.
Igualmente, se pide la supresión de esta Fundación por parte de quienes honran
a La Pasionaria (que amenazaba de muerte a los diputados de las derechas en las
Cortes), a Francisco Largo Caballero (organizador del golpe de estado de
octubre de 1934), a Lluís Compayns (otro golpista que permitió el
asesinato de más de 8.000 catalanes
en la guerra) y a Sabino Arana (el
perturbado racista fundador del PNV). ¿Desean hacerse con el ‘copyright’ de la
figura de Franco para asustar con ella a los más simples de sus seguidores?

Sólo
podemos explicar esta obsesión con el Caudillo con los mismos argumentos que expuso
recientemente un
periodista catalán
ante la ola antifranquista de una región española donde
las masas vitoreaban a Don Francisco Franco cada vez que la visitaba:

“Cuando un pueblo tarda más de 40 años en olvidar a
un muerto es que, seguramente, eran felices. Sí, además, necesitan ese tiempo
para atreverse a matarlo, cuando en vida simplemente callaban, es una
enfermedad”

Ahora
un sector de la sociedad catalana, la que vive de las subvenciones, de la
mentira y del odio, recurre a la figura del Caudillo, que visitó 15 veces el
Principado sin que se mostraba la furia que aparece hoy en las calles
catalanas, para sus fines espurios.

Algo tienen claro: con Franco no se habría celebrado
un referéndum de ruptura con el resto de España.

Nos
permitimos añadir que el cumplimiento de la Constitución y las demás leyes por
parte del Gobierno nacional no convierte a éste en franquista (el ministro
Catalá manifestó que se encontraba orgulloso de la llamada ley de ‘memoria
histórica’), sino en civilizado. Las instituciones judiciales de EEUU y
Alemania han dejado claro a grupos de separatistas texanos y bávaros que no están
legitimados para romper sus unidades nacionales.

Recordamos,
no sin preocupación, que la ruptura de la Constitución de 1931, así como la
violencia contra la oposición desarmada, por parte de un Gobierno ilegítimo y
de los partidos que lo apoyaban, fueron las causas del estallido de la guerra
civil hace ahora 81 años.

 
 

Publicado

en

por