¡Tu carrito está actualmente vacío!
Puedes consultar la información de privacidad y tratamiento de datos aquí:
- POLÍTICA DE PROTECCIÓN DE DATOS
- SUS DATOS SON SEGUROS
Habiendo tenido conocimiento por la prensa, de las noticas que informan que el PSOE, que forma gobierno en Melilla con Ciudadanos y Coalición por Melilla, anunció que solicitará al nuevo ejecutivo melillense la retirada de la estatua de Francisco Franco que hay en la ciudad autónoma, por el presente comunicado la FUNDACION NACIONAL FRANCISCO FRANCO declara su más enérgica protesta y, para la tranquilidad y satisfacción de los melillenses, informa de su resuelta decisión de combatir legalmente esta posible retirada con todos los medios que el actual estado de derecho nos ofrece. Asimismo, y por la misma vía también hemos sabido que Gloria Rojas, -que es vicepresidenta y portavoz de la Ciudad Autónoma, así como consejera de Educación, Cultura, Deportes, Festejos e Igualdad- ha confirmado que su partido (PSOE) tiene previsto plantear esta solicitud más adelante para que se cumpla “de una vez” la mal llamada ley de memoria histórica en Melilla y ha puntualizado que estas declaraciones las hace en su papel de máxima responsable socialista y no como miembro del Ejecutivo.
Ante semejante pretensión que solo hace corroborar el resentimiento, las ansias de revancha e insultante ignorancia por parte de partidos políticos que solo buscan el enfrentamiento, es nuestra obligación y los fines y objetivos de esta Fundación nos legitiman para ello la de dirigirnos al pueblo de Melilla para expresar nuestro más absoluto, contundente y frontal oposición y rechazo a esta propuesta y manifestar las razones que avalan y sostienen este tajante desacuerdo.
El 22 de julio de 1921 se produjo en Annual una gravísima derrota militar española ante las “cábilas” rifeñas dirigidas por Abd el-Krim, que persiguieron a nuestras tropas en retirada hasta las puertas de Melilla. Ante la también gravísima y muy peligrosa situación en la que quedaba la Ciudad de Melilla, el entonces Teniente Coronel Millán-Astray cumpliendo órdenes superiores, convoca a Robak-el-Gonzal la madrugada del 22 de julio de 1921 al Comandante Franco que se encontraba allí acantonado con su unidad de legionarios (I Bandera) junto al Comandante Fontanés, jefe de la II Bandera, y le ordena que se desplazara urgente e inmediatamente a Melilla, debiendo desplazarse desde donde estaba a Fondak de Aín Yedía en marcha de a pie y, al llegar a esa localidad y después de un leve descanso de 3 horas, seguir la agotadora marcha a Tetuán y desde aquí, ya el día 23, en tren a Ceuta y desde donde embarcaron a toda máquina hasta Melilla.
La marcha de Robak-el-Gonzal hasta Fondak de Aín Yedía de 100 kms. de distancia, se extendió durante 33 horas de auténtico infierno y de pura extenuación. Sin embargo, el sufrimiento de estos hombres liderados por el Comandante Francisco Franco -cuya Bandera una vez llegada a Melilla tomó otra vez emplazamientos en vanguardia, con el fin de ampliar el perímetro defensivo de la ciudad, distanciando en lo posible al enemigo de las proximidades del casco urbano- supuso para los habitantes de Melilla respirar tranquilos y saberse protegidos de los rifeños, máxime con la patente moral baja que se vivía, concediendo al entonces Tercio de Extranjeros y a su comandante ganarse un hueco en el corazón de todos los melillenses y resto de españoles.
La estatua erigida en honor del comandante Franco en Melilla no está alzada por su condición de “dictador” o por su condición de jefe del estado español (que también podría ser una buena razón). La estatua levantada en honor del comandante Franco en Melilla obedece al agradecimiento de esta Ciudad por el comportamiento heróico de aquel, que supo dirigir con coraje y arrojo en una misión casi imposible a una unidad única y gloriosa en unas circunstancias dificilísimas, sabiendo inculcar a sus hombres capacidad de resistencia, disciplina, honor, moral y sorpresa para hacer frente a aquellas y conseguir salvar a la Ciudad de Melilla de ser tomada por la crueles “cábilas” rifeñas. En definitiva, se alzó esta estatua para rendir homenaje y consideración al que fuera comandante del Tercio Gran Capitán I de la Legión de Melilla y no por su condición de posterior jefe del estado.
Y por si esto no fuera suficiente, hasta la legalidad vigente ampara el mantenimiento de la estatua que nos ocupa en el lugar que se encuentra, porque lo que recoge el artículo 15 de la, insistimos, mal llamada Ley de Memoria Histórica es la retirada de escudos, insignias, placas u otros objetos o menciones que conmemoren la exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la guerra civil o de la represión de la dictadura, y los hechos relatados y por los que se levanta la estatua en honor al comandante Franco tienen lugar 15 años antes del 18 de julio de 1936.
LA FNFF quiere poner de relieve que, aparte de no ser una necesidad colectiva, la población no quiere eso y no existe una mayoría social melillense que pretenda esta retirada de tan merecido homenaje a un militar que auxilió y libró a la Ciudad de Melilla y a todos los melillenses del asedio y posterior saqueo por parte de las tribus que mandaba Abd-el-Krim, existiendo en realidad una mayoría política cobijada en pactos de gobierno y componendas políticas que no representan en su totalidad la voluntad del pueblo de Melilla, que ve con eterno agradecimiento esta estatua de quien les libró de caer en manos crueles.
Para nada tiene esto que ver con “franquismo” o “antifranquismo”, porque ese es el discurso del sectarismo políticamente correcto que nos imponen.
Y lo relatado son los motivos de este comunicado: combatir contra tamaña injusticia, presentando, llegado el momento y con la mayor celeridad, las iniciativas oportunas para evitar la retirada de la estatua del salvador de Melilla, del comandante Don Francisco Franco Bahamonde, sin perjuicio de las actuaciones de carácter judicial que esta Fundación Nacional Francisco Franco legítimamente decida llevar a cabo, en defensa de sus fines y objetivos estatutarios.