Con motivo de la retirada de la medalla de oro, concedida por el propio pueblo de Carmona, al Caudillo, por los que ahora gerencian los intereses de esa localidad, Jaime Alonso, Vicepresidente Ejecutivo de esta Fundación, le envió esta carta, la cual no obtuvo respuesta alguna:
Ilmo. Alcalde de Carmona (Sevilla)
D. Juan Ávila Gutiérrez
Madrid a 23 de Julio de 2013
Sr. Alcalde:
El apelativo de estimado que suele anteceder al sustantivo no lo empleo, al no tener el gusto de conocerle y para no hacer juicios de valor que pudieran someterse a equívocos.
Me dirijo a V.I. como Alcalde del pueblo de Carmona al que imagino le habrán votado para que resuelva los problemas de desempleo, déficit presupuestario, calidad de los servicios municipales, eficiencia en la gestión de los servicios públicos, cercanía con los administrados, bajada de impuestos, subida de prestaciones asistenciales, desarrollo de las potencialidades del municipio y, un largo etc. que ocupa y preocupa a sus conciudadanos y que concierne a su futuro.
Por el contrario, siguiendo el dictado de quien impone una visión falsa y manipulada de la historia, V.I. y su partido ha permitido algo peor que una felonía, un error histórico. Aquella generación que impuso, en virtud de los méritos contraídos, la medalla de oro de la ciudad al triunfador, en la guerra, y en el desarrollo social, político y económico, en la paz, D. Francisco Franco Bahamonde, venía a reconocerse en tan insigne estadista. Esta generación de españoles que V.I. gerencia en Carmona, al permitir su retirada, son apenas reconocibles como súbditos que pagan impuestos y llevan cada día una vida más miserable, votan cada cuatro años y se creen soberanos. Llevan camino de desintegrar y arruinar al pueblo y nación española, y legislan sobre la historia con el mismo capricho con que conceden una licencia municipal o recalifican un terreno que favorezca sus intereses.
Imagino que su primogenitura municipal la ha vendido, en este caso y no será el último, para evitar la remoción del cargo, dada la aritmética municipal con que gobierna. Ha elegido, permítame que se lo diga, el camino del deshonor, de la aceptación de la impostura frente-populista, de la ausencia de convicciones y, el final será su propia deslegitimación.
Todavía no se ha enterado V.I., ni su partido, ni el Presidente del Gobierno, ni el Jefe del Estado que la firmó, lo que implica mantener la, mal llamada, Ley de Memoria Histórica. Su finalidad no es borrar un pasado que no pueden, ni ganar lo que perdieron irremisiblemente, sino deslegitimar a la derecha como heredera de ese franquismo que, con lógica e impotencia, ellos denostan; deslegitimar la transición, las actuales instituciones, la Constitución del consenso y la Monarquía, manteniendo como fuente legitimadora a la II República y el Frente Popular con los separatistas. Hacia ese modelo vamos, una vez consumada la desvertebración y ruina de España, por culpa de los ineptos y demagogos de siempre y de la cobardía, traición y entreguismo de una derecha desnortada y sin ideales.
Sirva esta carta como deshago justificable a la conducta de esa corporación municipal que desanda la historia, ofende a los muertos y condiciona lo peor de los vivos. Aunque no sirva de nada, al menos quede el testimonio de que aún quedan españoles que no ponen en almoneda sus principios, la memoria conforme a los hechos y la fidelidad a la mejor época de la historia de España desde Los Reyes Católicos, por mucho que se empeñen en borrarlo.
Lamentando su proceder y deseando que sirva de mejor modo a sus ciudadanos y despierte, antes de que sea tarde, al futuro que demanda el pueblo de Carmona y de España, queda a su disposición.
Jaime Alonso
Vicepresidente-Ejecutivo F.N.F.F.