Carta enviada al alcalde de Toledo con ocasión de la supresión de la Calle Capitán Alba y otras.

 
 
Ricardo Alba Benayas
 
 
 
   Me dirijo a Ud. como Alcalde Presidente de la Corporación Municipal de Toledo al que los toledanos le habrán votado para resolver los problemas de desempleo, déficit presupuestario, mejora de la calidad de los servicios municipales, eficiencia en la gestión de los servicios públicos, cercanía con los administrados, bajada de impuestos, subida de prestaciones asistenciales, desarrollo de las potencialidades del municipio, turismo y un largo etc., que incluiría seguramente en su programa electoral del Psoe.
 
   Por el contrario, y siguiendo el dictado de su partido y de quien tiene una mínima representación, IU, pero que le condiciona su elección para ser Alcalde, están imponiendo una visión falsa y manipulada de la historia. Ud. y su corporación, han permitido algo peor que una felonía, un tremendo error histórico.
 
   Anteriores corporaciones tan toledanas o más que la suya otorgaron en virtud de los méritos contraídos, distinciones a ilustres toledanos o no, que incluso entregaron su vida por España.
 
   Otras corporaciones, al igual que Uds., están camino de desintegrar y arruinar la historia de Toledo y de España, legislando sobre ella a capricho.
 
         
   La calle otorgada por el Ayuntamiento aprobada en el pleno de 30 septiembre de 1955 y la placa que le dedicó en septiembre de 1974 ensalzaba, como puede leerse, el heroísmo del Capitán Alba. Hoy, 40 y 60 años después también ese Ayuntamiento le elimina ese privilegio.
 
   Sorprende que después de tantos años de instauración de la democracia en España sea precisamente ahora cuando se plantee tal cambio por la presión del grupo minoritario de IU, que se negaba a aprobar los presupuestos y sin contar para nada con el Grupo Popular, cuando existía un acuerdo anterior de tratar esos casos por unanimidad.
 
   Sorprende que sea Ud., precisamente, a quien propugnan como candidato a la dirección de su partido por su talante conciliador, quien dé este paso tan injusto por complacer a quienes le sustentan en el cargo, no importándole hacerlo agraviando a una familia de raigambre toledana, como precisamente Ud. muy bien conoce. ¿Qué ha podido hacer el Capitán Alba o su familia para denigrarlo de tal manera? A él lo asesinaron las izquierdas en la cuneta de una carretera en julio de 1936, y sin juicio alguno. Al menos quien muere de esa manera en defensa de sus ideales es digna de respeto.
 
   Toda su familia, toledana, ha dado desde entonces pruebas de “toledanismo”, si se puede llamar así, desde diferentes lugares y cargos.
 
   Su hija Mª Teresa, concejal de ese Ayuntamiento, la cual por cierto sugirió que en lugar de quitar o cambiar nombres se pusieran los nuevos a calles o plazas de nueva apertura.
 
   Su hijo Luis, es hijo predilecto de Toledo.
 
   Su hermano Ricardo, más de 15 años concejal y 1º Teniente de Alcalde con diferentes alcaldes.Su hermano Carlos, General Gobernador Militar.Se puede calificar de indigno y cobarde, además de otras muchas cosas, sustituir el nombre de una calle a un defensor Laureado del Alcázar de Toledo, gesta que conmovió al mundo entero y que fue ensalzada por su valor y heroísmo.
 
   Parece ser que lo más importante que se puede hacer en Toledo, es quitar placas y calles que recuerdan a quienes hicieron por la ciudad cosas importantes: para sustituirlas por nombres como el de Pablo Neruda (¿Qué mérito, para Toledo, supone una persona que calificó a los españoles y a España como “hijos de perra”?), Rigoberta Menchu, Nelson Mandela y Rosa Parks entre otros (“Toledanos ilustres”) 
 
   Lo fundamental y lo importante parece ser que, en lugar de ser una ciudad “Peñascosa pesadumbre gloria de España y luz de sus ciudades” y tratar al turismo como se merece, hay que agraviar a visitantes oficiales enarbolando una bandera palestina desde el balcón del ayuntamiento, en lugar de mejorar servicios, infraestructuras, aspectos sociales y otros.
 
   La placa de la escalera del Ayuntamiento atribuida a Gómez Manrique que dice: “Nobles discretos varones que gobernáis a Toledo” no ha podido quedar más mancillada y ultrajada por una corporación que, con indignidad y cobardía, trata así a quien dio por España y por Toledo hasta su vida y toda su familia colaboró en su desarrollo desde diferentes cargos y puestos de trabajo. 
 
   Atentamente.-