La FNFF estrecha sus contactos en la Montaña y Vizcaya, por Adolfo Coloma

 

 

Adolfo Coloma

Coordinador General de Delegaciones

 

Como parte del programa de visitas, eventos y contactos con afiliados, benefactores y amigos de la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) en provincias, El presidente ejecutivo, General Chicharro, acompañado por el Coordinador General de Delegaciones, se han desplazado la semana pasada a Cantabria y a Vizcaya con objeto de estrechar lazos con dos de sus delegaciones provinciales.

En la capital de La Montaña y en el incomparable marco del Real Club de Tenis de la Magdalena, con ocasión de la presentación del último libro de SND Editores «La Respuesta de Franco ante la España vaciada» se reunieron medio centenar de amigos y simpatizantes. El editor, tras un rápido viaje por los más de quince libros que su editorial ha publicado los últimos años en torno a la figura, obra y legado de Francisco Franco, presentó el volumen que concitaba al auditorio. Puso de manifiesto en su disertación la ardua tarea de investigación y recopilación del autor, Javier Arcas González, con el Instituto Nacional de Colonización como principal fuente de información. El INC asentó a 55.000 familias en más de 300 nuevas poblaciones asentadas en espacios agrarios gracias al plan de irrigación que puso en producción cerca de un millón y medio de hectáreas. El problema y la solución. Entonces se hablaba de la España rural, ahora se habla de la España vaciada pero ¿dónde están las soluciones? Como en tantos otros aspectos de nuestra vida nacional, sólo se acuerdan del sufrido español de a pie, cuando precisan su voto ante unas elecciones.

Cerró el acto el General Chicharro haciendo un análisis de los derroteros por los que camina nuestra España estos últimos años, en relación con la España que El Caudillo nos dejó. Una España más unida, próspera y vigorosa lejos de las actuales cifras de paro y desigualdades entre los territorios en los que se está descomponiendo. Como paradigma de ello, puso su acento la absurda y persistente labor iconoclasta que se ha extendido por todo el territorio nacional que tiene por objeto borrar cualquier vestigio de la época de Franco en una praxis más propia del régimen talibán que el de una sociedad democrática avanzada. Y como mejor exponente de todo ello, se refirió a lo que está sucediendo en el Valle de los Caídos. No han cesado las apetencias revanchistas tras la profanación de la tumba de Francisco Franco, en contra de la voluntad de la familia y ante la pasividad de la Iglesia Católica oficial por la que él tanto hizo. Todo apunta a un intento de desacralización del conjunto del imponente monumento, basílica incluida, que puede llegar a la demolición de la gran cruz, que recientemente ha obtenido el récord Guinness de ser la más alta de la cristiandad. Si no se llega a hacer por vía de la piqueta y el barreno, se intentará por medio del abandono de su mantenimiento hasta llegar a un estado de ruina tal que aconseje su demolición por riesgo de accidente. A tal situación nos enfrentamos, como reflejo de esa España sumisa y callada atrapada entre el relativismo moral y un buenismo inoperante, si no es capaz de reaccionar a tiempo.

Aprovechamos la ocasión para proceder al relevo al frente de nuestra delegación en Cantabria, una de las cuarenta y dos que la fundación tiene establecidas en el territorio peninsular e insular, incluidas las muy queridas ciudades de Melilla y Ceuta. La vieja generación que tanto ha hecho por mantener la llamada de Francisco Franco y su legado, da paso a una nueva más familiarizada con los usos y costumbres que nos impone el mundo actual. Dinamismo, presencia en redes. uso de la tecnología al servicio de la difusión del mensaje de la FNFD, que no es otro que el de difundir y defender la obra de franco y su legado.  

De la Montaña transitamos hacia el este, entre empinados riscos y el mar, pero sin ninguna solución de continuidad en el paisaje. Tan solo la dificultad en interpretar algunos letreros de tráfico a la velocidad a la que se conduce hoy en día, nos advertía que accedíamos a otra tierra, las Vascongadas. Una tierra en la que, pese al empeño de una minoría brutal, asesina y despiadada se ha movido como pez en el agua de una mayoría silenciosa, sigue ondeando una bandera de España gracias al coraje de otra minoría apoyada por el conjunto de la nación española. ETA, sus cachorros, esbirros y voceros no ha desaparecido; simplemente ha adoptado otros modos para progresar en sus objetivos, mientras avancen en ellos.

Allí en Vizcaya, y más concretamente en Bilbao se habla más bajo, casi en susurros. Ha cambiado la estrategia de las armas por la de la política, al menos de momento. Allí todavía se vive en la desconfianza. Es natural, han sido muchos años de incomprensiones, abandonismos, miedos ¡por que no!, pero también resistencia, lucha sorda y gestos gallardos. Allí también está presente la Fundación Nacional Francisco Franco. No, como en Cantabria o en cualquier otro lugar de la geografía española, pero también está presente y en este caso, representada por un puñado de amigos que nos abrieron con generosidad sus brazos y sus puertas acogiéndonos en un ambiente de absoluta camaradería. Empresarios, profesiones liberales, artistas; personas que en definitiva agradecen que nos desplacemos hasta allí para poder hablar en libertad de otras cosas. Y entre ellas, no podría faltar alguna víctima del terrorismo.

Personas como Vd. o como yo, no medias personas o especímenes diferentes. Personas que han nacido en una tierra, que han aprendido a amarla, que han convivido con sus vecinos a los que también han querido. Pero que un día aciago la desgracia ha caído sobre ellos, a traición, por la espalada y sin piedad, como le ha podido pasar a Vd. o a mí, como le han pasado a tantos españoles. Y que tras la pérdida definitiva en este mundo de un familiar irremplazable o simplemente de un amigo se han visto rodeados del cariño de unos pocos, la apatía de una mayoría y risa cómplice de otros. Y tras ello, el olvido. Personas que han sufrido más que por la pérdida por la sensación de abandono en la que han tenido que continuar sus ya marcadas existencias.

En la Fundación Nacional Francisco Franco, sin apartarnos de nuestras finalidades y objetivos no los podemos en modo alguno dejar a un lado. Así nos lo pidió el Caudillo antes de exhalar su último suspiro «Mantened al unidad de las tierras de España exaltando la rica multiplicidad de las regiones como fuente de fortaleza en la unidad de la Patria » Nos ha venido muy al pelo esta visita para reavivar en nuestro recuerdo y nuestro ánimo esta lucha silenciosa de un conjunto de compatriotas que sin querer renunciar a ser vascos, catalanes, madrileños o lo que quieren ser, nunca han renunciado a su derecho y anhelo de seguir siendo españoles.

Y así hemos regresado a Madrid, donde radica nuestra sede central. Estas visitas por las tierras de España, tomando contacto sobre el terreno con delegados, amigos y simpatizantes, constituyen un instrumento eficaz para aproximarnos a sus problemas, escucharlos, comprender sus aspiraciones y alentarles en sus – a veces ímprobos – esfuerzos para mantener la llama de una España Unida, fuerte en su destino en la que cada español tenga los mismos derechos viva en conde viva. La España que Francisco Franco nos legó.

 


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