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Andrés Céspedes Ruiz
Ha fallecido en Barcelona el 4 de enero de 2024 a la edad de 83 años.
Francisco Tolosana Gombau, nos deja un legado de entrega a Dios y a España y una prolífica actividad fotográfica y escrita, caracterizadas por el espíritu de unión entre todos los españoles.
Excelente orador y patriota, entrego su vida a la defensa de lo más sagrado para los católicos que es El Bien Común, intransigente en lo intransigible pero en ningún caso intemperante.
Todos los que lo conocíamos, reseñamos de él, su actitud dialogante con todos y para todos sin distinción de ideas o creencias. El arma de Paco era la palabra, usada esta como instrumento de concordia, acercamiento, amor y paz entre todos los españoles.
No hay más que leer su esquela, que reza: “Alcanar es mi pueblo, Cataluña mi tierra, España mi Patria, Dios con nosotros”.
Francisco Tolosana Gombau representa al común denominador de a lo que todos los patriotas aspiramos; Unidad, Fe, Amor, Justicia, Concordia, Reconciliación, cerrar heridas del pasado y mirar al futuro a los ojos, sin miedo a nada ni a nadie.
Nos deja un rastro imborrable de bondad, a través de hijos y nietos, que amaban profundamente a su padre y abuelo respectivamente.
El velatorio se celebró en el Tanatorio de Sancho de Ávila (Barcelona) el día 5 de enero a partir de las 17:50 horas y la misa corpore in sepulto, a las 13:50 horas del día 6.
Ciertamente, la fecha en que despedimos a Francisco, es muy significativa:
La historia de los Reyes Magos está vinculada al libro de la Biblia, en concreto, al Evangelio de San Mateo, en el que mencionan a unos «magos» de Oriente que fueron guiados por una estrella para adorar «al rey de los Judíos» que acababa de nacer.
Dentro del cristianismo, consideran que hay tres epifanías: la epifanía de los Magos de Oriente (la celebración tradicional del 6 de enero), la epifanía de San Juan Bautista en el Río Jordán (asociado al domingo siguiente al de los Reyes Magos) y la epifanía de Jesús a sus discípulos (asociada también al 6 de enero).
En esta epifanía pues despedimos a Francisco, después de una vida terrenal fecunda, que ha dejado poso.
“Concede Señor el descanso eterno y brille para él la Luz Perpetua”.