Santa Misa por el 18 de Julio

 
Redacción AJE 
 
 
 
   La septuagésima séptima conmemoración del Glorioso Alzamiento Nacional del 18 de Julio de 1936 se ha celebrado con una solemne Misa en San Jerónimo el Real, ofrecida por el alma de cuantos cayeron en la contienda. El acto tuvo una afluencia y una prestancia como hacía muchos años que no se recordaba, llenándose el gótico templo del Buen Retiro madrileño, que domina desde su altura el vertebral paseo madrileño del Prado, rodeado de la Pinacoteca Nacional, la Real Academia de la Lengua, el Casón del Buen Retiro y el Palacio que albergó el Museo del Ejército.
   
   La solemne ceremonia se vio realizada por la presencia de la Señora Duquesa de Franco, Carmen Franco Polo, acompañada de su hijo Francisco Franco Martínez-Bordiú, nieto del Caudillo, Señor de Meirás y Marqués de Villaverde, así como de Francisco Franco Suelves, bisnieto del Generalísimo. A la Duquesa de Franco acompañaban a ambos lados la Duquesa de Montealegre y su hermana, ambas Bermúdez de Castro. Detrás, los directivos de la Fundación Nacional Francisco Franco, Jaime Alonso y Ricardo Alba, junto a Pedro González-Bueno. 
 
   Entre los muchos asistentes se encontraban también la Condesa de Romanones y la Condesa de Riudoms, el Marqués de Villaverde de Aguayo, Chata González-Aller, María Teresa Viscasillas Rodríguez-Toubes, la señora viuda de Coelho de Portugal, Rodrigo Handall Conde, los marinos Isidoro Armada Franco y Agustín Avilés, Benedicto Martín Amores, Abel Díaz del Río y Luis Felipe Utrera.
 
   Estaban también los directivos de las otras entidades convocantes: Luis Fernández-Villamea, Mari Carmen Alemán y Francisco Jiménez Luis por Fuerza Nueva; José Luis Corral y Vidal Mayor por el Movimiento Católico Español y Acción Juvenil Española; José Fernando Silva y Mari Luz Román por la Unión Seglar de Madrid.
 
   El público llenó el templo y siguió con fervor la función religiosa, amenizada por el órgano y el solista, que interpetró el Himno Nacional tras la Consagración. Entre el público, otros muchos conocidos, como Manuel Galiana, Juan Blanco, Mari Carmen Palomares, Pilar Gutiérrez, José María López de la Riva, Carlos Bellmont, Federico Villa, Agustín Cebrián, Carlos Pérez de Tudela, etc.
 
   El celebrante fue el Padre Don Pedro Ruano de la Haza. Hizo una magnífica homilía partiendo de la lectura bíblica del día, tomada del Éxodo. Efectivamente, la Cruzada fue llamada de Liberación, como la de los israelitas con respecto a la esclavitud de Egipto. Porque bien saben los que se dedican a la causa de la beatificación de los miles de mártires a qué extremos llegó la persecución religiosa en España, como la declara la encíclica “Divina Redemptoris” de Pío XI en 1937, citando el caso de nuestra Patria. No fue una simple guerra civil, sino una lucha entre el bien y el mal, entre los que defienden el cristianismo y los que quisieran extirparlo de nuestra sociedad, incluso al precio del exterminio de cuantos practiquen su fe y la destrucción de los más insignes monumentos de la ciencia y del arte. Ya lo advirtió claramente Monseñor Pla y Daniel en su pastoral “Las dos ciudades”, explicando perfectamente el derecho a la legítima defensa y a la guerra justa contra los agresores a la fe.
   
   Hoy en día seguimos esa misma lucha por otros medios, una lucha que ya anunciaba el entonces Cardenal Wojtyla, que pronto sería Papa. La lucha entre la luz y las tinieblas. Por eso tenemos que aprovechar este Año de la Fe y esta encíclica “Lumen Fidei”, para afirmarnos en nuestra lucha, llevando al altar nuestras preocupaciones, pues no hay cosa más excelsa que el Santo Sacrificio de la Misa.
 
   A la salida volvieron a ondear las banderas de la guerra y de la paz, las banderas victoriosas del 18 de Julio. El “Cara al sol” brotó espontáneo entre los congregados, con el recuerdo para los Caídos, José Antonio y Franco, el Arriba España y el Viva Cristo Rey.
 
   Después, los corrillos entre camaradas y amigos, que se prolongaron en algunos locales próximos hasta bien entrada la noche. Fuera pudo verse Miguel Menéndez Piñar, a Alberto Ruiz de Galarreta charlando con un nieto de Rafael Gambra y con Pituca, a Vidal Mayor, Mari Luz Román, Juan Carlos Soler y Pedro González-Bueno, entre otros.
 
 
 
 
 
 
 
 

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