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El anunciado homenaje a los Caídos de Olot, con motivo del Aniversario del Glorioso Alzamiento Nacional del 18 de Julio de 1936 se celebró el sábado 13 de julio, como estaba anunciado.
Sin embargo, la ubicación de los actos fue cambiada, como ya estaba previsto, para burlar la presión de los terroristas rojoseparatistas, herederos de aquellos homicidas que asesinaron vilmente a ciudadanos honrados e indefensos.
Los mismos enemigos de Dios y de España que impedían a las viudas llevar luto por las víctimas de sus tropelías, tratan de impedir ahora que aquellos mártires sean olvidados. Pero aún quedan buenos españoles, como los de “Gerona Inmortal”, dispuestos a honrar a los que cayeron y a dejar constancia de la verdad histórica.
La Misa fue oída en otro lugar. En el Panteón de los Caídos fue rezado un responso con los viejos latines de los viejos devocionarios y misales, bien pronunciados por Gil de la Pisa Antolín.
En la comida de hermandad, Daniel Plana, Jaime Serrano y Agustín Castejón pronunciaron sendos discursos glosando la efeméride, recordando aquellos hechos que ensangrentaron a España entera, la viril reacción de la España auténtica al mando del Caudillo Franco, los tiempos de paz y prosperidad y poniéndolos en contraste con la triste situación que vivimos de corrupción, separatismo, paro, violencia, inmoralidad y desesperanza.
La convocatoria despertó gran expectación en toda Cataluña. Se hicieron eco “La Vanguardia”, “El Diari de Girona”, las televisiones locales y muchos medios digitales. Así, la presión separatista consiguió que el hecho fuera ampliamente conocido y recordado por cientos de miles de personas, colaborando involuntariamente a la difusión del evento.