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Tal día como hoy, pero en 1963, en Barcelona se celebra un acto en honor a Francisco Franco. Éste dice las siguientes palabras:
Solamente unas palabras para agradecer al presidente de la Diputación las suyas, saludar a todos los españoles y catalanes y mostrarles mi alegría y mi satisfacción al visitarles.
No es un trabajo venir a Cataluña; es recibir íntimas satisfacciones, no solamente por vuestra amabilidad y afecto, sino también porque vemos la utilización tan racional y práctica que hacéis de todas las disposiciones del Estado, cómo os coordináis para el avance de la Nación y para el progreso de Barcelona, y cómo conjugáis las iniciativas de las Corporaciones públicas con aquellas del Estado para que del todo se logre una eficacia verdadera.
En la comarca del Vallés es cierto que funcionaron los servicios del Estado a la perfección; pero es también tan cierto que lo mismo las Corporaciones provinciales, que las locales, que los empresarios, Ofrecieron su espíritu de servicio y trabajo para lograr el éxito y que en pocos meses se hayan podido reparar los daños de las inundaciones.
La política del gobernante ha de ser no sólo salir del paso de los problemas diarios, sino también la de prever el futuro. En este sentido, estamos empeñados en una nueva etapa, que es la del Plan de Desarrollo. Visitando Barcelona se siente grandemente esa necesidad. Si entramos por el puerto, observamos cómo se nos ha quedado chico; si circulamos por las carreteras y vías de Barcelona, nos tropezamos también con ellas congestionadas. Lo que quiere decir que es, necesario prever más, intensificar los estudios ,precisos, que he visto con satisfacción que se habían llevado a cabo, no sólo por los Organismos del Estado, sino por la Diputación y los Ayuntamientos, para resolver todos estos grandes problemas que se presentan en las crisis de crecimiento. Evidentemente, en el Plan de Desarrollo seguramente nos equivocaremos en algunas cosas, porque hay muchas cosas imponderables difíciles de prever. ¡Ah!, pero si no hubiera el Plan de Desarrollo, si no previésemos los consumos que hemos de tener, si no coordinásemos debidamente todos los elementos que han de contribuir a que no haya estrangulamiento ni crisis en la marcha, entonces sería fatal para el progreso económico de la Nación.
Por eso yo roe voy alegre y confiado de que en Barcelona existe todo el espíritu cooperador necesario para que el Plan de Desarrollo sea una verdadera realidad.
Muchas gracias a todos y ¡Arriba España!