AVT: “El plan dado a conocer hoy es una cesión del Gobierno a los intereses de los terroristas”

Ante la información aparecida en los medios de comunicación de que se “lanza un plan integral para la reinserción de presos terroristas”, las víctimas del terrorismo nos sentimos engañadas y exigimos una explicación al Ministerio del Interior y a Instituciones Penitenciarias ya que no sé nos ha informado de esto y nos hemos tenido que enterar por la prensa.

En segundo lugar, a la espera de conocer el contenido de dicho programa, la AVT puede afirmar que:

1. Estamos en contra de cualquier programa basado en forzar reinserciones a cambio de beneficios penitenciarios o acercamientos, puesto que se forzarían reinserciones interesadas y no verdaderas reinserciones.
2. Dicen que es un programa “más ambicioso” que la llamada ‘vía Nanclares’. La única ambición que las víctimas pedimos al Gobierno es que los presos cumplan íntegramente sus condenas y la derrota total de los terroristas.
3. No entendemos el empeño en fomentar la inserción laboral de los terroristas cuando en España hay más de 5.000.000 de parados.
4. Este tipo de medidas son prematuras toda vez que ETA sigue existiendo. Ayer sin ir más lejos conocimos el informe de Europol en el que afirma que ETA sigue activa. Y los presos de ETA no han mostrado el más mínimo signo de autocrítica ni arrepentimiento por el dolor causado.
5. El fracaso de la ‘vía Nanclares’ nos hace preguntar el por qué de la insistencia del Gobierno en potenciar vías similares.
6. El único camino para derrotar a ETA y lograr el desistimiento y la autocrítica de los presos es el de la firmeza en la aplicación de la Ley. Los presos tienen que tener claro que cumplirán íntegramente sus condenas y que todo el peso de la Ley recaerá sobre ellos. El mensaje que se les traslada a los presos con este tipo de medidas basadas en premios es que su “lucha” ha merecido la pena y que gracias a su perseverancia, antes o después el Gobierno acabará cediendo a sus reivindicaciones.
7. Es doloroso ver como las instituciones del Estado están más preocupadas en dar gusto a ETA y sus reivindicaciones que en hacer justicia a las víctimas del terrorismo.