CAMINO DEL CENTENARIO. RAMÓN MOYA: ÉL ES EL LEGIONARIO Y YO SOY SU DIVINA MUJER

 

Isabel Corral de Moya

Blog Generaldavila.com

 

 

Esposa de nuestro inolvidable (¡tan querido!) Coronel Ramón Moya Ruiz, nuestro Coronel, Presidente de la Hermandad Nacional, la de todos los legionarios. Ella ha tenido el valor legionario de su esposo, de su querido legionario, y en estos duros momentos nos escribe estas emocionantes palabras en La Legión Camino del Centenario. No podía faltar nuestro Coronel y aquí está: Él en las palabras escritas de su legionaria, su divina mujer.

El Coronel Moya al frente de sus Antiguos Caballeros Legionarios

¡Gracias Isabel! ¡Gracias Legionaria!

 

 

Al grito de “a mí la Legión, dado por mi entrañable amigo, el General Dávila, me pongo a escribir; me cuesta, pero creo que el Coronel Ramón Moya Ruiz, se merece cualquier sacrificio.

Esposo, padre, abuelo y Legionario. No sabría destacar una faceta de todas ellas. En todas cumplió, en todas amó y en todas dejó lo mejor de sí mismo.

Cada noche como oración digo el final de la Canción El Novio de la Muerte que con él aprendí: “Si algún día Dios te llama, para mí un puesto reclama, que a buscarte pronto iré”. Él es el legionario y yo soy la divina mujer, porque así era yo para él. Fue el mejor marido que cualquier mujer puede desear.

Como padre supo inculcar a sus hijos los valores de los que era portador: Lealtad, respeto, amor a Dios y al prójimo, la honestidad y el amor a nuestra Patria y a nuestra bandera.

Como legionario en Ceuta poco puedo contar. Él era una Teniente de Infantería muy joven y yo un niña. Sólo conozco algunas anécdotas que él me contaba. Yo viví otras etapas de su vida militar, y en esta última como Presidente Nacional de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios durante 17 años; a su lado aprendí a querer a la Legión y todo lo que significa y que él supo transmitir a todos los que eran socios o frecuentaban la Hermandad. En todo se ve su sello, convirtiendo la Hermandad en un segundo hogar para todos, un lugar donde se comparte lo bueno y lo malo, donde se busca ayuda, donde se celebra lo que sea, donde puede uno reír o brindar con los amigos, donde llorar también con ellos.

El Coronel Moya también se preocupó de realizar actividades y conferencias que incentivaran el deseo de conocimiento y curiosidad de todos y otras más lúdicas donde fomentar el compañerismo, como la fabada de los primeros jueves de mes, los callos de Angelines la mesonera (buenísimos), las comidas de distintas Promociones, o las de distintos grupos los martes etc., etc.

Un joven teniente de la Legión: Ramón Moya Ruiz

Hemos idos más de 40 personas con amigos o familia a todos los Días del Veterano de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil y a todos los Sábados Legionarios, allá donde tocase (Ferrol, Sevilla, Ceuta, Ronda, Barcelona, Baeza, Zaragoza…),  siempre con él a la cabeza, desfilando con esa gallardía y elegancia natural que tenía, como en octubre de 2018 en Cáceres o el Día 12 de Octubre, Fiesta de la Hispanidad, en Madrid.

Y ha muerto al pie del cañón escribiendo una hermosa carta dos días antes, desde México, hablando de la Madre Patria, invitando y animando a todos a ir a Almería, como todos los años, a celebrar el Combate de Edchera, donde una vez más la Brigada nos hizo el honor de plasmar su retrato en el cartel anunciador. Pero él no pudo asistir. El 1 de diciembre de 2018 nos dejó, igual que vivió, con esa sonrisa y sin una queja, con la satisfacción del deber cumplido.

Todos los que estuvisteis en el funeral, pudisteis comprobar la muestra de amor inmensa que recibimos. El sembró y su familia recogimos. Amó tanto, fue tan legionario que nadie ha conocido un acto más emotivo y que tanto nos confortó. Había muchos Mandos militares, compañeros, representante de la Nobleza y sobre todo amigos, muchísimos amigos y muchos legionarios veteranos, llorando, se les había ido un referente, alguien muy grande, nos decían.

Este año había borrado Almería de mi mente, porque me era imposible asistir sin mi legionario, pero recibí una carta entrañable del General Marcos Llago, pidiéndome que les acompañara y fuimos mi hijo mayor, Ramón y yo, y allí vivimos la Legión que él tanto amaba con unas muestras de cariño hacia él y hacia nosotros que no olvidaré mientras viva. El General en su alocución  glosó la figura del Coronel Moya, “nuestro Presidente Nacional”, según afirmó él, que había dejado huérfana a la Legión y agradeció públicamente la asistencia de mi hijo y mía  al acto.

Tampoco llegará al 28 de enero de 2020 CENTENARIO DE LA FUNDACIÓN, con el empeño que tenía por hacer algo grande, pero desde el cielo dará Vivas a España, al Rey y a la Legíón.

 

Artículo perteneciente a los “testimonios legionarios” publicados en el Blog: generaldavila.com con motivo del Centenario de la Legión.

 


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