Editorial de Agosto de 2013

 
 
 
 
   El llamado con propiedad veraneo no debería ser una huida de nosotros mismos, un escaparse de la rutina, del esfuerzo cotidiano, de la agenda punteada de lugares, fechas, horarios y reuniones hacia la amada horizontalidad de una hamaca soñada cuando el estrés primaveral del trabajo nos acuciaba. Tan importante como las maletas, los objetos personales y hasta la familia es llevar la conciencia intacta de lo que somos, queremos y ocurre en nuestro entorno, pues es tiempo que nos sobra para la reflexión, lectura y mayor convivencia con la familia y amigos.
 
   Desde esa doble conciencia nos vamos de vacaciones. Una, nos indica la oportunidad  de dar gracias a Dios por permitirnos disfrutar de unos días de asueto que cargaremos de buenos recuerdos; por tener la salud y los medios necesarios para cambiar de actividad y vida durante un mes; por mantener intacta, aunque con altibajos, la fe en el ideal e interés nacional llamado España; por defender, con mayor o menor determinación, unos principios y valores insoslayables para salir de la crisis que padecemos; por ser como los demás con humilde deseo de perfección. Otra, la de comprobar que muchos, demasiados, compatriotas nuestros no pueden permitirse ese merecido descanso por estar en paro, no tener medios económicos para ello, o padecer la desestructura social que este modelo de estado propicia. ¿De que les sirve la libertad a esos españoles?. Ello nos impide disfrutar en plenitud de las vacaciones, pues nada de lo que ocurre en España y a los españoles nos será nunca ajeno.
 
   Aquí en la Fundación, siempre en tren o en carretera, en avión o en un vagón de tercera, vamos ligeros de equipaje, y en este verano azaroso, ingrato y  hasta apestoso en que chapotea la vida política, social y económica de España, llevamos el seguro equipaje de la meditación y la lectura.
 
   Meditaremos para buscar explicación a tanto desvarío, tenaz y persistente en la destrucción de España como legado histórico, cultural y de futuro. ¿Cómo es posible que llevemos treinta y seis años deconstruyendo España y ningún Gobierno de la nación haya hecho otra cosa que favorecerlo?¿Como es posible que la Constitución, base de todos los males, sea sistemáticamente ignorada o vulnerada, por los separatistas y los mismos que la impulsaron?¿Como es posible que la justicia se haya convertido en una terminal más del poder político, en una caricatura de su función superior de garante del Estado de Derecho?¿Como es posible que desde la Jefatura del Estado hasta las últimas instituciones estén trufadas de inoperancia, ineptitud o corrupción?¿Como es posible que los medios de comunicación sean solo medios de propaganda de los intereses políticos en juego?¿Como es posible que el pueblo español, en otro tiempo la aristocracia de Occidente, se encuentre sin vitalidad, sin conciencia de tal, sin estimulo regenerador cuando se juega una partida vital para su supervivencia?.
 
   Meditemos sobre las razones para tanto odio y propósito iconoclasta contra quien murió hace treinta y ocho años dejando el mejor legado conocido desde los Reyes Católicos, después de coger una España desahuciada, empobrecida, dividida y sin el apoyo exterior que hoy disfrutamos inútilmente.
 
   Meditemos sobre la torpeza suicida de una derecha ingrata con el pasado, falsaria con el presente y desvalida con el futuro, del que no se aventura nada bueno por su propia dinámica de gobierno mas socialdemócrata que la de los propios socialistas, y sin enterarse de la influencia social que ciertas leyes provocan en la historia y en el presente en su ilegitimización.
 
   Para esa meditación trascendente sobre los males que nos afligen, el mejor equipaje es la lectura recomendable de cuatro libros, tantos como semanas disponemos. Uno, sobre la reciente historia, de Pio Moa, Franco, un balance histórico”. Dos, resulta imprescindible el conocimiento de lo ocurrido en la transición, pues de aquellos polvos vienen estos lodos, y saber que era posible una reforma perfectiva del régimen, hurtada al pueblo español, no explicada, silenciada o manipulada por los que más se habían beneficiado de ese mismo régimen, por ello el libro de Blas Piñar López “Escrito para la Historia”, y el II libro, “Para España entera” el único y mejor interprete del pensamiento de Francisco Franco y su desarrollo post-mortem, y leader indiscutible de la derecha de los valores que Alianza Popular y U.C.D. impidió que cuajara. Tres, el referente de la lealtad José Utrera Molina quien “Sin cambiar de bandera” es permanente ejemplo de lucido compromiso y voluntad de combate de toda una generación salvadora del ideal nacional y el progreso social. Cuatro, resulta necesario saber quien y porqué “está cambiando el agua de la pecera  sin que los peces se enteren”. Conocer la “religión” del Nuevo Orden Mundial, la masonería, que tampoco resultaba ser una obsesión de Franco, sino la cruda realidad que se enfrentaba a su política de desarrollo, bienestar, soberanía e independencia de España y el pueblo español. El sacerdote, Profesor emérito de Teología, Manuel Guerra Gómez ha escrito un ensayo/estudio imprescindible sobre la Masonería “Masonería, religión y política” de sobrio e inquietante análisis para agitarnos el verano.
 
   En fin, el deseo del equipo humano que intenta mantener el espíritu de lo que representó Francisco Franco a través de la Fundación que lleva su nombre, no es otro que de manteneros alerta, pues “los enemigos de España y de la civilización cristiana” han tomado todas instituciones y se aprestan ha consumar la felonía. Vivir estas vacaciones oyendo, a lo largo del día, el tañir de una campana, ello evitará que florezcan, a lo largo de la noche, las flores malditas del incesto, como sostenía Eugenio D´Ors. Evitemos, bajo el tañir de las campanas de los templos de España, la endogamia incestuosa de la política actual.  
 
 
 
 

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