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Tal día como hoy, pero en 1952, Francisco Franco hace unas declaraciones al diario “Levante” de Valencia, que ponemos a continuación:
-La reinstauración de la Diputación de Valencia en el palacio de la Generalidad ha de evocar el esplendor de aquel organismo y la eficacia de su funcionamiento. El acontecimiento suscita el tema de la utilidad de organismos intermedios que alivien al Estado de la prestación de ciertos servicios. ¿Son estos organismos las actuales Diputaciones tal como están constituidas? ¿Es por ello por lo que se tiende a dotarlas de mayores ingresos y posibilidades y a dilatar su orbitar jurisdiccional?
«Efectivamente, las Diputaciones Provinciales constituyen el órgano adecuado de la provincia para realizar en ellas las misiones de fomento y aumento de la riqueza, así como para coordinar los Municipios de la provincia, ayudándolos a realizar todo aquello que no pueden llevar a cabo por sí mismos, y por ello desde los primeros tiempos del Movimiento ha constituido una preocupación de mis Gobiernos el dotarlas de medios para que puedan aumentar y consolidar su órbita de actuación, dejando de ser, como en muchos casos ha sucedido, un órgano de beneficencia. Las distintas comarcas españolas, por sus características, clima y producción, diferencias en su demografía y estado de adelanto en su agricultura, encierran problemas muy distintos que demandan un importante papel para sus Diputaciones. Bajo el viejo concepto liberal de un Estado y órganos administrativos inoperantes la Diputación había perdido su papel; pero, ante el nuevo concepto de la política española de propulsar el bien común y de servir la grandeza y el resurgimiento español, las Diputaciones constituyen un órgano indispensable para su realización.»
-Uno de los grandes servicios que el Estado está prestando al país es la política hidráulica. El beneficio que ello produce se está traduciendo en los nuevos regadíos y en el aumento de las disponibilidades de energía eléctrica. ¿Cree Vuestra Excelencia oportuno manifestarnos si esa política continuará al ritmo actual?
«Todo cuanto represente el aumentar la producción agrícola española, al tiempo que se multiplican sus fuentes de energía eléctrica, será servido por la Nación al ritmo que permitan nuestras posibilidades económicas y de materias primas. Con los pantanos del Generalísimo y de Alarcón y con la mejora llevada a cabo en estos años en la cementación de acequias la región valenciana, tan maravillosamente cultivada, habrá mejorado el signo de su riqueza.»
-Valencia y su reino, señor, son quizá la parte de España que más se beneficia cualitativamente de esa política hidráulica. Es tradicionalmente reconocida la sabiduría y la eficacia de nuestra legislación de aguas y su provecho para nuestra tierra. Pero aún quedan en Levante muchas tierras susceptibles de ser convertidas en regadío. ¿Considera pertinente Vuestra Excelencia decirnos si, tras estas dos magníficas realidades de los pantanos Alarcón y Generalísimo, que Vuestra Excelencia acaba de inaugurar oficialmente, continuará esta política en la región valenciana?
«La maestría de Valencia en el aprovechamiento del agua y los cultivos hortícolas la convierten en maestra de estas artes y muchos son ya los valencianos que en los nuevos regadíos de otras provincias ayudan a la aceleración de la puesta en riego. Estas dificultades del aprendizaje y formación de regantes no ocurren en regiones como la valenciana,
en que desde el primer día las obras de regadío alcanzan el máximo rendimiento. Por ello, en cuanto sea posible, y dada la urgencia de nuestras necesidades de productividad, continuará esta política de nuevos regadíos en cuanto afectan a la región valenciana.»
-Centrado el curso de las manifestaciones de Vuestra Excelencia en la tierra valenciana y sus posibilidades de servicio a la Patria, tan acrecentadas ahora al beneficiarse de lleno de mejoras de tanta categoría como las que van a ser inauguradas, un aspecto de la cuestión cobra vivo interés: el de la manera de ser de Valencia, considerada desde el punto de vista humano. ¿Querrá dignarse Vuestra Excelencia manifestarnos cuál estima que es su mejor cualidad y en qué juzga radica el mayor contrapeso de sus virtudes?
«Es muy difícil poderle contestar. Considero las dos grandes virtudes del pueblo valenciano la de su amor al trabajo y la de su patriotismo sin mácula, y éstas son tan grandes que si existe un contrapeso a estas virtudes no lo sabemos ver.»
-Finalmente, como Vuestra Excelencia sabe, la Feria-Muestrario Internacional de Valencia adquiere de año en año nuevo prestigio y hace de nuestra ciudad en ;cada primavera el centro mercantil más brillante del Mediterráneo. Por otra parte, la prosperidad de nuestra agricultura y el crecimiento de nuestra industria están convirtiendo a Valencia en un punto clave del litoral. ¿No cree Vuestra Excelencia llegada la hora de anunciar la posibilidad de que sea Valencia -mirando a la nueva y realista política española en el Mediterráneo-, en un plazo más o menos largo, sede de una Exposición internacional, como lo fueron las de Barcelona y Sevilla?
«Las Exposiciones nacionales e internacionales se sujetan a unos acuerdos y reglamentaciones de los que no se puede prescindir y requieren varios años
de preparación, exigiendo para su éxito un clima internacional despejado de nubes y de incógnitas. Esta es la razón de que la Exposición internacional que pensamos pudiera celebrarse en España en uno de estos años, y para la que ya se había señalado a Madrid como sede, no haya pasado de los límites del proyecto. Valencia será siempre una Exposición permanente de arte y de buen gusto que atraerá hacía ella el turismo internacional y el interior. España ama a Valencia.»