El monumento de las Brigadas Internacionales es ilegal

El juzgado Contencioso Administrativo número 22 de Madrid ha declarado «nula de pleno derecho» la instalación del monumento dedicado las Brigadas Internacionales a finales del pasado 2011 en el Campus de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) después de un recurso presentado contra un particular.

La sentencia deja «claro» y fuera de «discusión» que el 22 de octubre de 2011 la UCM instaló e inauguró en suelo público un monumento «sin instar procedimiento urbanístico de ninguna clase y sin obtener licencia urbanística al efecto». El juez entiende que la Universidad se ha asumido «una potestad que no le corresponde, autorizándose a sí misma a tal proceder al margen de cualquiera y obligado control de legalidad urbanística que no le corresponde». «Ha decidido por su cuenta y riesgo que no necesitaba autorización y que la instalación podía prescindir de todo control de legalidad urbanística», sostiene la sentencia.

El recurrente particular alegó que se había instalado la estatua en un recinto universitario sin sujetarse a un procedimiento urbanístico alguno, sin solicitar la previa y necesaria licencia urbanística. En su petición, el particular explica que las Brigadas Internacionales “participaron activamente” en la Guerra Civil española, y que fueron “creadas y gestadas por el mayor genocida de la historia de la humanidad, Stalin, integradas por activos comunistas, siendo los responsables del secuestro, para el ulterior asesinato, del líder Andrés Nin”. “No hay nada que celebrar y menos en espacios públicos dedicados a la educación y sin los permisos, garantías y autorizaciones exigidas a todo ciudadano y que el rector quiere obviar”, continúa el escrito en el que se le dice que si quiere hacerlo, “que sea en el ámbito privado, a costa de su seguridad y dinero”. Así, señala que el monumento se va a instalar en los espacios verdes y públicos de la Universidad Complutense, “sin la oportuna licencia urbanística”, y que esta institución “no tiene competencia para promover la instalación de un monumento en espacio público”. Además, asevera en su demanda que “no ha sido posible encontrar ni rastro de la actuación recurrida, salvo el precipitado concurso de la Facultad de Bellas Artes, ni en boletines, ni en tablones, ni en ningún sitio”.