Redacción FNFF
En muchas ocasiones, el empresario suele ser avalista personal y termina en un doble concurso: el suyo como persona física y el de su empresa. El modelo de concurso de acreedores español deja a las empresas, en la mayoría de los casos, sin ningún plan de viabilidad futuro y al empresario con deudas de por vida.
Si el Gobierno quisiera ayudar a las pymes y a los autónomos, apostaría por reducir considerablemente las abusivas cuotas a la Seguridad Social.
En la actualidad, y en determinadas comunidades autónomas, existen subvenciones concedidas desde hace más de 4 años por la Administración que todavía no han sido cobradas por las empresas adjudicatarias.