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Embalse de Belesar, la gran obra hidráulica de Franco en Galicia, clave en el sistema eléctrico actual
El Debate
La fijación de Franco por este tipo de obras supuso un avance temprano y un impulso a un tipo de electricidad que hoy en día es demandada por los organismos internacionales.
En el año 1963, durante la dictadura de Francisco Franco, se inauguró una de las obras hidráulicas más importantes de la actualidad. En su momento, llegó a ser la presa más grande de España y de las más de Europa. El embalse de Belesar, situado en el río Miño, entre los municipios de Chantada y O Saviñao, y con una capacidad de 655 hectómetros cúbicos, fue diseñado y ejecutado con la intensión de generar energía hidroeléctrica aprovechando el caudal constante del río de la Ribera Sacra.
La construcción no estuvo exenta de polémica y existen colectivos que reclaman hoy en día compensaciones por la inundación que supuso el desplazamiento de varios núcleos de población. No obstante, es innegable su utilidad en el pasado y en el presente de la electricidad. Su colocación, en el río más caudaloso de todo Galicia, proporciona energía limpia y renovable y está, hoy en día, considerada como una de las obras clave necesarias para la modernización energética de España. La fijación de Franco por este tipo de obras supuso un avance temprano y un impulso a un tipo de electricidad que hoy en día es demandada por los organismos internacionales. La central hidroeléctrica cuenta con una potencia cercana a los 235 megavatios y la convierte en una de las más potentes de Galicia.

Vista del embalse de Belesar, a su paso por Portomarin (Lugo)EFE
El embalse, que tiene más de sesenta años, fue modernizado hace una década para instalar mejoras que según la Naturgy aumentan su eficacia.
Más allá de electricidad
El lago artificial consecuencia del embalse supuso, además, una mejora y transformación en el paisaje de la Ribera Sacra, que se ha convertido en un atractivo turístico de Galicia. Las laderas escarpadas y los viñedos en bancales se combinan en una estampa de gran valor turístico y cultural.
A su alrededor se ha fomentado el turismo en general y el enoturismo en particular. Cada vez son más los visitantes que buscan una experiencia completa rodeados de la naturaleza del lugar y los productos vinícolas que ofrece.
Por lo tanto, el embalse de Belesar es mucho más que una infraestructura hidráulica: es una fuente de energía, un motor turístico, y un elemento clave en la configuración del paisaje y la identidad de la Ribera Sacra. Una obra que, lejos de perder relevancia, continúa siendo sinónimo de desarrollo, sostenibilidad y riqueza para Galicia.
