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César Pérez de Tudela: Me afilié al FJ para realizar actividades, recorrer los caminos de España, conocer a gente y saber más en aquellos años difíciles; el colegio y el instituto no eran suficientes. El Frente de Juventudes atraía a la juventud de la posguerra por sus actividades y sus canciones que contaban proyectos y prometían una vida independiente, llena de coraje y aventura con un futuro alentador. Nunca me arrepentí de mi decisión, a pesar de la oposición de mi padre. Encontré a personas de dignidad y con espíritu de servicio. Marchas, campamentos y amigos…
P: ¿Es cierto que en el Frente de Juventudes militaron los hijos de los combatientes de ambos bandos de la Guerra de Liberación Nacional, sin que eso importase?
C.P.T: Efectivamente. Allí se encontraban jóvenes cuyos padres eran procedentes de ambos lados de la pasada guerra. Nadie nunca preguntó nada sobre nuestra procedencia y el Frente de Juventudes no hizo distinción alguna.
P: ¿Piensas que en el Frente de Juventudes se consiguió una reconciliación nacional a nivel de la juventud?
C.P.T: Sí. Creo firmemente que intentó servir a la juventud en una España libre de viejas diferencias, olvidando lo pasado, aunque efectivamente la gran asociación juvenil tuviera un carácter de milicia que hacía posible el orden y la disciplina. Era una escuela de vida que formaba el espíritu de concordia y solidaridad.
P: César Pérez de Tudela es uno de los más emblemáticos alpinistas y montañeros de España. ¿Fue en el Frente de Juventudes donde se inició tu vocación? ¿Le estás agradecido?
C.P.T: El Frente de Juventudes socializó el montañismo y alpinismo español, antes reservado a clases sociales poderosas. Sus campamentos siempre se realizaron en las montañas españolas, y de él salieron la mayor parte de los mejores escaladores y alpinistas españoles. Todo ello lo documento en mi libro Crónica del Alpinismo Español del siglo XX editado por Desnivel ediciones.
P: ¿Podrías decirnos que otros destacados montañeros militaron y se formaron en el Frente de Juventudes?
C.P.T: En esos tiempos los primeros componentes del grupo nacional de alta montaña, de la Escuela Nacional de Alta Montaña y de la Federación de Montañismo, eran procedentes de las centurias de Montañeros de (Madrid, Zaragoza y Barcelona) de las que surgieron los más activos alpinistas y montañeros de España. El montañismo en España partió del Frente de Juventudes.
Félix Méndez, Rafael Montaner, Ernesto Navarro, y Alberto Rabadá (escaladores míticos muertos en la pared norte del Eiger, la escalada más trágica y famosa de la Tierra) Cintero y sus compañeros (vencedores del famoso Puro de Riglos) y tantos otros. Ver el libro Conversaciones con César Pérez de Tudela de Darío Rodríguez. Editorial Desnivel.
P: ¿Qué tiene de cierta la frase del Caudillo sobre que el Frente de Juventudes era la obra predilecta del Régimen del 18 de julio?
C.P.T: El FJ actuó de forma ejemplar con la juventud española, haciéndola responsable y ayudándola a sobrevivir dignamente en los aquellos tiempos difíciles de la posguerra, dando posibilidades a las familias españolas para que sus hijos pudieran hacer deporte y actividades formativas en aquellos campamentos de Riaño, de Covaleda, del Escorial… Contribuyendo a la repoblación forestal y ayudando a la juventud a integrarse en un ideal de servicio a España, en escuelas-taller, en formaciones agrícolas etc.
P: ¿Crees que la juventud de tu tiempo fue más sana gracias al Frente de Juventudes?
C.P.T: Ciertamente así fue. El F. de J. realizó una extraordinaria misión y en él participaron gran parte de españoles con inquietudes y sentido de patriotismo. Es una lástima que no se hayan escrito más libros sobre aquellas realidades y que personas que en él estuvieron y que más tarde alcanzaron fama destacando socialmente como personalidades (de izquierdas o de derechas ) periodistas, políticos, o de cualquier otra dedicación, no se hayan atrevido a rememorar y hacer juicio y homenaje a aquella organización en donde siempre presidió la nobleza, la alegría y la sana actividad: las primeras marchas y peregrinaciones a Santiago de Compostela en campamentos volantes, ascensiones a montañas, que con aquellos limitados medios, hoy parecen fantásticas. La mayor parte de las canciones hablaban de paz, de esfuerzos y de hermosos amaneceres, sin mencionar nunca la pasada y trágica guerra que dividió a los españoles. Nunca el rencor, ni el odio estuvieron presentes.
P: ¿Qué dirías a los jóvenes de hoy sobre tu experiencia en el Frente de Juventudes?
C.P.T: Qué fue una universidad de la vida en la que aprendí más que en los centros de enseñanza en los que cursé (colegios, institutos y universidad) Fue una auténtica escuela de sana formación que me llevó a la montaña y en donde pude ejercer mis primeros pasos en esa actitud limpia, valiente y ascendente en las montañas de la vida. Al Frente de Juventudes, que estuvo presidido por la ética y la estética espiritual de la Falange, le sustituyó la Organización Juvenil Española, la que de forma impecable continuó la misión de animar a los jóvenes a ser útiles y eficaces a la sociedad española, desvinculándolos de los ámbitos anteriores y en los que solo la patria y el servicio eran sus principales lemas. Hoy día, la OJE pervive como una asociación juvenil por toda España, después de haber sido declarada en distintas ocasiones como asociación ejemplar de interés social, realizando una espléndido servicio de tiempo libre a los adolescentes y jóvenes españoles cuidadosamente tutelados.