Entrevista al General Juan Chicharro en El Correo de Madrid

 

 

Javier Navascués

El Correo de Madrid

 

La Fundación Nacional Francisco Franco, con su presidente, el General Juan Chicharro, a la cabeza, sigue porfiando, con bravura y total convencimiento, en defensa del honor del Caudillo. La FNFF no está dispuesta a permitir que se profanen vilmente los restos del Generalísimo. Mucho menos que su eterno descanso sea alterado por los herederos de los derrotados en la Cruzada Nacional, con el silencio cómplice, cuando no connivencia, de los que ahora se avergüenzan de Franco.

 

Inasequibles al desaliento, en defensa numantina de una causa justa, siguen con firmeza berroqueña en la batalla jurídica, que se encuentra en el proceso administrativo y que va para largo. Por mucho que se empeñe el actual gobierno y la mayoría de los medios de comunicación, no es posible exhumar los restos del Generalísimo sin la aprobación de la familia y el acuerdo de la única autoridad competente en la Basílica, que no es otra que el Prior de la Comunidad Benedictina. El general Chicharro, en esta breve entrevista, analiza la actualidad de la FNFF en los diferentes frentes que tiene abiertos.

 

Cuanto más atacada está la FNFF, más fuerza recobra…

 

En efecto, desde el momento en el que el Sr. Sánchez decidió exhumar los restos del Generalísimo Franco se ha producido en gran parte de nuestra sociedad una movilización de opinión contraria a la misma. Una movilización que sólo encuentra referencia en la FNFF, única organización que se opone frontalmente a la misma presentando batalla jurídica y mediática. Hay otras, si bien se limitan a pequeños actos de disconformidad. La verdadera batalla es la que da la FNFF, la única que puede tener posibilidad de triunfo. Es por eso la inquina con la que es atacada en todos los frentes.

 

La amenaza de ilegalización, ¿les hace luchar con más convencimiento?

 

Por supuesto, pues la FNFF defiende la verdad histórica de la que estamos convencidos, además de ser necesario que alguien recoja esa bandera. Ilegalizar la FNFF es un objetivo fundamental para aquellos que quieren borrar de la historia de España los años que van de 1939 a 1975. Firmes en nuestras convicciones y principios no cejaremos en la misión que nos hemos impuesto.

 

Los estatutos de la FNFF cumplen perfectamente todos los requisitos legales, ¿esperan modificar algo más para un mayor seguridad?

 

Los estatutos de la FNFF marcan unos fines perfectamente ajustados a lo que define la Ley de Fundaciones, pues defiende asuntos que son de interés general; ¡cómo no lo va a ser el defender la historia que todo el mundo debe conocer! No considero necesario modificar nada. Nos ajustamos a la legalidad vigente.

 

La ilegalización de la FNFF, ¿supondría un agravio comparativo, con otras fundaciones, totalmente inadmisible no es así?

 

Es conocida la existencia de fundaciones que persiguen fines similares a los nuestros, si bien defendiendo perspectivas diferentes de la historia. Fundaciones marxistas como la de Largo Caballero o Federico Engels, entre otras muchas similares, que reciben abundantes subvenciones públicas, campan a sus anchas, sin que, en ningún caso, sean puestas en tela de juicio por nadie. Diferimos por completo de lo que defienden, si bien lo asumimos, aunque no nos gusten. La injusticia es que se pretende ilegalizar la FNFF al tiempo que mantener aquellas. Es curiosa la interpretación que estas hacen de lo que marca la Constitución española, siempre en su beneficio exclusivo. Quieren imponer una única verdad histórica al más puro estilo marxista y para ello se hace necesario ilegalizar a quienes no piensen como ellos.

 

Incluso han salido a la luz recientemente la existencia de delegaciones en Cataluña, hecho que no era muy conocido por todo el mundo.

 

La presencia de Delegados de la FNFF en provincias, fuera de Madrid no es nada nuevo. Ya existen desde hace mucho tiempo; de hecho en Barcelona, Gerona o Palma de Mallorca y en otras muchas ciudades hay personas que tienen esa representación como ya digo desde hace años.

 

La novedad ahora es que pretendemos darles más protagonismo en la defensa de los fines de la FNFF, al tiempo que rejuvenecer a sus representantes. En poco tiempo serán una realidad activa.

 

Además de la lucha contra la ilegalización de la FNFF, ya comentada, ¿Cual es la ultima hora de la lucha por evitar la exhumación?

 

La batalla jurídica oponiéndonos a la exhumación se encuentra ahora inmersa en el proceso administrativo que se deriva del RDL que el Gobierno promulgó el 24 de agosto pasado. Las acciones jurídicas siguen su curso, si bien es necesario destacar que, se desarrolle como se desarrolle, la situación final vendrá definida tal y como desde el principio se planteó: no es posible exhumar los restos del Generalísimo sin la aprobación de la familia y el acuerdo de la única Autoridad competente en la Basílica, que no es otra que el Prior de la Comunidad Benedictina. Una vez finalice el proceso administrativo se planteará, le guste o no al Gobierno, el dilema de que nunca un RDL puede ir contra un Tratado Internacional, que es una norma de rango superior. De no considerarlo así recurriremos a un contencioso y en su caso, esperemos que no se de esa circunstancia, incluso presentar las acciones ajustadas a una posible profanación.

 

¿Tienen más frentes abiertos?

 

Sí, los correspondientes a los que se derivan de la perversa y torticera aplicación de la LMH; así estamos implicados en procesos en defensa del callejero de Madrid y otras ciudades. Nos hemos personado también en el Ferrol para oponernos a las intenciones de ese Ayuntamiento al respecto y asimismo también tenemos presentadas acciones contra algunos personajes como el conocido Wyoming y contra todo aquel que con desprecio trate la figura de quien fue Jefe del Estado Español.

 

¿Percibe un creciente interés en la gente hacia la figura del Caudillo?

 

La figura del Generalísimo ha sido desfigurada hasta tal punto que las jóvenes generaciones apenas saben nada de quien fue y lo que significó para España. La situación creada por el Gobierno socialista comunista que nos gobierna ha propiciado un creciente interés sin duda hacia la personalidad de Franco. Es algo que vemos continuamente en los medios y redes sociales donde está planteada una batalla mediática en la que aparecen cada vez más personas que quieren salirse del adoctrinamiento al que son y han sido sometidos durante tanto tiempo. Sí, hay un creciente interés.

 

Casi nadie recuerda que el mismo Congreso de los Diputados actual fue utilizado por el Régimen.

 

Claro que sí. La que se denominó como democracia orgánica de institucionalizón en el ámbito jurídico-político con las Cortes españolas y el Consejo del Reino. En ella la representación popular no se ejercía a través del sufragio universal ni de los partidos políticos sino de lo que se consideraban relaciones sociales naturales como la familia, el sindicato y el municipio. Había hasta cinco tipo de elecciones, entre ellas la de procuradores a cortes. Fue un sistema que en mi opinión fracasó por dos razones: la primera por no adaptarse, evidentemente, a los sistemas de nuestro entorno y en segundo a que fue un sistema representativo no desarrollado en su totalidad por razones que sería prolijo exponer aquí. Cabe la duda de que si se hubiese desarrollado ese sistema en profundidad la democracia podría haber sido mucho más representativa que la actual; un sistema viciado de pleno por la partidocracia y todos sus efectos.

 

Añadiría que la FNFF sólo pretende la defensa de la verdad histórica de lo que significó Francisco Franco para España en momentos cruciales de nuestra historia. A Franco nunca le perdonaron que fuera el único gobernante que ha vencido al comunismo en la guerra y desde luego también en la paz. La FNFF se halla en lucha ideológica con los que quieren romper España y llevarnos a una república neocomunista bolivariana, quienes siguen su guion con acrisolada exactitud. Lo lamentable es que los que son responsables de defender el Estado de Derecho se ponen de perfil y no son conscientes del grave error que están cometiendo. Están sometidos de lleno a un sistema partidocrático y sólo atienden a los intereses particulares de sus propios partidos. La FNFF apela a los españoles a que defiendan su historia y a que contribuyan a rebatir tanta mentira y maledicencia a la que estamos sometidos.

 

 

 

 


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