Pío Moa
Usted cerró el debate del día 23 en Tele5 con una cita de Besteiro con la que quería replicar a mi observación sobre los enormes tesoros expoliados por los dirigentes del Frente Popular al patrimonio artístico e histórico español, a los particulares y hasta a los montes de piedad. Con esos tesoros huyeron al exilio dejando en la estacada, sin ninguna previsión de huida, a muchos miles de sus sicarios, asesinos y torturadores de las chekas. ¿ A quienes intentan pasar ustedes por “víctimas de los crímenes franquistas” ? . Todo ello está muy bien documentado por las propias izquierdas, así como sus sórdidas peleas en el exilio por los bienes robados, en las que intervino el PNV, por cierto. No pude contestarle entonces porque se cortó el programa, así que lo hago aquí, aunque sea con menos audiencia.
La frase de Besteiro que usted citó de modo torticero no desmentía lo que dije, sino al contrario. Se refería al oro mandado a Moscú por el Frente Popular, y que había redundado en tantas muertes y exiliados. De Besteiro son otras frases como estas: “Estamos derrotados por nuestras propias culpas (…) por habernos dejado arrastrar a la línea bolchevique que es la aberración política más grande que han conocido quizás los siglos (…) La reacción contra ese error de la República de dejarse arrastrar a la línea bolchevique, la representan genuinamente, sea los que quieran sus defectos, los nacionalistas que se han batido en la gran cruzada antikomintern”.
Besteiro acertaba: los nacionales, con Franco a la cabeza, se habían levantado no contra un régimen legítimo y democrático como usted pretende, sino contra un Frente Popular salido de unas elecciones evidentemente fraudulentas, que destruyó la legalidad republicana y emprendió de inmediato un proceso revolucionario de gran violencia. Si usted llama democrático a aquel régimen, formado por stalinistas, marxistas revolucionarios, anarquistas, golpistas como Azaña o Companys y racistas extremos como el PNV, es porque, evidentemente, usted no es un demócrata. Me asombra, además, esa pretensión de legitimidad en su boca, cuando su partido, el PNV, traicionó al Frente Popular vendiéndose a los fascistas italianos, después de colaborar con él y con sus incontables crímenes, incluido el genocidio religioso. Porque lo único bueno que hizo el PNV durante la guerra fueron dos cosas: entregar a Franco las industrias pesadas y de armamentos de Bilbao, y traicionar al Frente Popular en Santoña. Luego, en el exilio, su partido se dedicó a espiar para el FBI a sus incautos “compañeros de armas”. Es que al PNV hay que echarle de comer aparte. Ningún partido del resto de España le ha superado en hipocresía y carácter traicionero, y ya es difícil, porque la competencia es fuerte.
Me asombra, además, que usted trate de asesino a Franco y hable de sus víctimas. Su “legítimo” Frente Popular empezó los asesinatos y el terrorismo en plena paz, y durante la guerra los llevó al máximo. Y no solo contra la derecha, sino entre las propias izquierdas, tal era su afición. Cuando los asesinos de izquierda, abandonados por sus jefes, fueron capturados por lo nacionales, sufrieron el castigo entonces legal. Cierto que, dadas las circunstancias emocionales de la época, cayeron también algunos inocentes. Inocentes a los que ustedes insultan equiparándolos a los criminales, violadores y torturadores: todos “víctimas”. Ahí se retratan ustedes. Y llama asesino a Franco usted, que representa al PNV, cuya colaboración con la ETA, rentabilizando sus asesinatos (las “nueces” de Arzallus) es bien notorio. Decía Marx que había alguien más despreciable que el verdugo: su ayudante. Ustedes son los ayudantes de los pistoleros. Próximamente saldrá mi libro sobre los separatismos vasco y catalán en la guerra, el franquismo y la democracia. Espero que le resulte de utilidad.
No menos me asombra su desenvoltura para hablar en nombre de la democracia, como si esta la hubieran traído ustedes o les debiera algo a ustedes. Voy a informarle de algunos hechos elementales, implícitos en las frases de Besteiro: el franquismo fue una solución excepcional a una crisis histórica excepcional, en la que estaban en peligro extremo la continuidad de la nación española, de la cultura cristiana y de otras muchas cosas, como la propiedad privada, etc. El régimen salido de la guerra cumplió brillantemente su papel, dejando un país próspero y reconciliado, superando la miseria, el hambre y los odios que destrozaron la república. Dejando un país apto para una democracia estable y no convulsa como la republicana. Y fue la clase política franquista la que, con mejor o peor acierto, dio paso a la democracia.
Dije en el debate que en tiempos de Franco pocos luchamos contra él, y quienes lo hicimos no teníamos nada de demócratas. No hubo oposición democrática a Franco. No hubo demócratas en las cárceles de Franco, sino comunistas y terroristas, y no muchos porque, como dije, éramos pocos y la gente, en general no nos hacía caso. Pues bien, ustedes, antifranquistas a destiempo, ahora que ya no existe Franco ni su régimen, tampoco son demócratas. Ustedes son simplemente beneficiarios de la democracia. Y más que beneficiarios, parásitos. Pues observe las amenazas que han distorsionado y degenerado al régimen actual:
a) el terrorismo y la colaboración con él por parte de todos los antifranquistas a destiempo.
b) La corrupción masiva emprendida por aquellos de los “cien años de honradez” y que plaga al país entero, izquierdas y derechas.
c) Los separatismos antiespañoles, que tanto han explotado el terrorismo y atacan las libertades en sus regiones.
d) El ataque a Montesquieu, es decir, la politización de la justicia y la eliminación de una elemental separación de poderes.
Estas cuatro plagas y otras por el estilo vienen de la izquierda y los separatistas, casi siempre juntos. Y todas tienen el sello antifranquista.
Se ha creado la absurda idea de que antifranquismo era democracia: es justamente lo contrario.
Ustedes han ido ya muy lejos, no cesan de fomentar los odios como hicieron en la república, y están creando una grave crisis política y nacional, además de económica. Su industria es la mentira sistemática, no han aprendido nada de la historia. Espero y deseo que no nos lleven a una nueva catástrofe, de cuya responsabilidad nadie podría eximirles