La Batalla de Bailén

19 de julio 1808.

Hoy se cumplen 204 años de la derrota de Napoleon en la Guerra de Independencia española.

 La Batalla de Bailén tuvo lugar el 19 de julio de 1808 junto a la ciudad jienense de Bailén, durante la Guerra de la Independencia Española y supuso la primera derrota en batalla campal de la historia del ejército napoleónico. Enfrentó a un ejército francés de unos 21.000 soldados al mando del general Dupont, con otro español, ligeramente más numeroso (unos 24.000), a las órdenes del general Castaños. El ejército francés fue derrotado y hecho prisionero; tal fue la primera derrota militar de Napoleón.

   El hecho de que el enfrentamiento tuviese lugar a las mismas puertas de Bailén pudo ser decisivo para la victoria española: la población local apoyó a sus tropas. Después de varios episodios de lucha muy virulenta, en unas condiciones climáticas asfixiantes, el general Dupont fue derrotado por las tropas del general Castaños antes de que las tropas del general francés Vedel, que volvían desde La Carolina al haber adivinado las intenciones del General español, pudieran unirse a él. Unos 17.600 soldados franceses depusieron sus armas.

 Las condiciones de la rendición fueron clementes e incluían que las tropas francesas fueran repatriadas a Francia. Dupont y sus oficiales fueron liberados y trasladados a Francia mientras una parte de sus hombres fueron deportados a la isla de Cabrera (en el sur de la isla de Mallorca). No existía una cárcel propiamente dicha en la isla, sino que la propia isla era el cautiverio. Este cautiverio terminó en 1814 al firmarse la paz.

 EL ÁGUILA

 Tras la gloriosa Batalla de Bailén en la que, al mando del general Teodoro Reding (entonces Gobernador Militar y Corregidor de Málaga), tanto se distinguieron los voluntarios malagueños así como las tropas de guarnición de Málaga, un ejército napoleónico capitulaba por primera vez en el marco del I Imperio.

 De entre las enseñas que los generales Dupont y Vedel entregaron al ejército español, destacaban cuatro águilas (mástil de madera para bandera coronado por la figura de un águila de bronce con sus alas desplegadas, símbolo imperial cuya pérdida en la batalla suponía la humillación total). Dos de ellas pertenecían a la Guardia de París, una al 4º Regimiento suizo al servicio de Napoleón y la última a la 1ª Legión de Reserva.

 La mayoría de los trofeos tomados al enemigo, incluyendo las tres primeras águilas, se depositaron en la Real Capilla de la Catedral de Sevilla por orden del General Francisco Javier Castaños, que ofreció la victoria de Bailén a San Fernando. Sin embargo, el cuarto águila llegaría posteriormente a Sevilla, y su Junta decidió enviarla con “jinetes de honor” a Málaga por el importante papel que había tenido en la llamada Campaña de Andalucía, recibiéndola el Corregidor Regente Justo Martínez de Baños en ausencia de Reding.

   Ésta sería colocada solemnemente junto a otros trofeos para el recuerdo y triunfo de nuestros soldados en la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria en la tarde del 7 de Septiembre de 1808.

   Pero sería así por poco tiempo, pues a principios de 1810 las tropas napoleónicas vuelven a entrar en Andalucía. Halladas las enseñas en Sevilla, el Cabildo de dicha ciudad se ve obligado devolverlas a los franceses pero, antes de ser enviadas a París, se les añade el águila de Málaga encontrada por el General Horace Sebastiani tras la ocupación de la ciudad el 5 de Febrero de 1810.

   Se desconoce qué ocurrió con el águila tras su llegada a Francia, pero seguramente debió pasar al Museo de Artillería de Santo Tomás donde sería destruido junto a otras banderas la noche del 30 de Marzo de 1814 para evitar su captura por parte del ejército prusiano.


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