La figura de Franco en la historia

Pío Moa

La Gaceta

Por
supuesto que Franco está muy por encima de cualquier otro estadista español de
los últimos dos siglos, al menos, incluido Cánovas, sin por eso quitar mérito a
este, al contrario. El Los mitos del franquismo he examinado su
figura y obra, así como las opiniones y mitos contra él, tan superabundantes, u
otros favorables pero romos o folclóricos, que en realidad dan armas a los
denigradores.

Franco
libró a España de una revolución totalitaria y de la disgregación separatista,
algo que por sí solo ya lo coloca en un lugar muy especial de nuestra
historia en varios siglos. A continuación evitó a España la guerra
mundial, que fue un mérito casi tan grande como el primero. Luego hubo de hacer
frente a la ONU, es decir, a un conglomerado de democracias, dictaduras y
regímenes comunistas, que tenían la sana intención de sumir a España en una
gran hambruna para hacer caer al régimen. Intención más delictiva cuanto que
España no había entrado en la guerra mundial. Y volvió a vencerlos. De paso, y
en medio de la hostilidad internacional, derrotó también al maquis,
una peligrosa guerra de guerrillas comunista: en Grecia, Inglaterra y el
gobierno heleno se vieron impotentes ante otra guerra similar, y hubo de
intervenir Usa. Superados todos estos retos extremos, que poquísimos
estadistas han tenido que afrontar en Europa, España creció a una velocidad
nunca vista en nuestra historia, la más rápida del mundo después de Japón y
algún otro país. Y a todo esto, los odios políticos y sociales que destrozaron
la república quedaron muy superados ya en los años 40, como comprobó el maquis a
su pesar.

Como
militar, Franco también supera a cualquier otro del siglo XX, español o
extranjero: no perdió ninguna batalla y ganó la guerra. Y lo hizo partiendo de
una situación que prácticamente todo el mundo habría considerado
insostenible y ante la cual hubiera desistido. Y debiendo reorganizar al
mismo tiempo el ejército y el estado. Díganme algún militar del siglo pasado o
de este con un curriculum semejante.

Franco
está, salvando la escala de sus acciones, muy por encima de Churchill o de
Roosevelt, que ganaron mediante una abrumadora superioridad material (la que
tenía al principio el Frente Popular en España) y cometiendo actos de crueldad
y matanzas que jamás cometió el Caudillo (no hablemos ya de Hitler o Stalin),
pese a todos los infundios de sus enemigos. Y de la cultura en aquella
época, si bien desigual, se tiene hoy una imagen completamente
distorsionada, como ya señaló Julián Marías. Importa señalar que esa distorsión
ya indica un bajo nivel cultural e intelectual (también moral) en quienes la
practican. Hoy la cultura y la universidad españolas valen muy poco, con raras
excepciones.

Es
muy significativo que el franquismo no tuviera oposición democrática interna
digna de mención, sino que prácticamente toda ella fuera totalitaria comunista
y/o terrorista. Y gracias al legado de Franco, España debe su democracia
–hoy en vías de derribo– y su prosperidad a una evolución propia y
pacífica (el período de paz más largo de su historia en siglos), mientras que
casi todos los demás países de Europa occidental las deben a las ofensivas del
ejército useño y al Plan Marshall, también useño: una gigantesca deuda
política, moral e histórica que nosotros no tenemos.

Sí,
Franco es uno de los máximos personajes de la historia española, y la
destrucción de su prestigio y de su legado a manos de una masa de “gárrulos
sofistas” y políticos corruptos es una de las mayores tragedias, pues está
volviendo al país a viejos odios, divisiones e impulsos totalitarios.


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