Las encuestas y el PSOE

 

La sensación que tenemos todos viene a ser confirmada por una encuesta, encargada por el diario El País a la empresa Demoscopia, cuya noticia abría la edición digital matutina del diario de Prisa el domingo 9 de septiembre. No hace falta ser un genio para saber que la política seguida por el ejecutivo que preside don Mariano Rajoy ha provocado gran disgusto entre su electorado, aunque lo evidencie una consulta.

 

 Tengo para mi que esto de las encuestas no es más que un ejercicio que utilizan los grupos de presión para influir en la intención de voto, y no un chequeo para saber por dónde van las intenciones de los votantes, especialmente, las de ese millón o millón y medio que son los que deciden a última hora. Y me lo demuestra el hecho de que los resultados presentados por Demoscopia no vienen a revelar nada nuevo, sino a confirmar lo que todos sabemos. 

 

La cadena de despropósitos de que ha hecho gala el gobierno del señor Rajoy desde que anunciara su reforma laboral, o, mejor dicho, desvalijara los derechos de los trabajadores, los pocos que ya quedaban, para abaratar el despido se cierran de momento con la más que probable salida de la cárcel del etarra Bolinaga. Los heraldos gubernamentales, no necesariamente afines a la ideología del Partido Popular, tratan de convencernos de que es una situación impuesta por la Ley. Una mentirijilla para convencer a los españolitos… pero los españolitos se preguntan y dicen que si la Ley no es buena porque permite a un asesino salir de la cárcel sin cumplir su condena, lo que tienen que hacer los populares es cambiar la ley, que para eso tienen mayoría absoluta con 185 diputados. 

 

El diario El País, que ha encargado la consulta a la empresa Demoscopia, tiene argumentos para erosionar al Partido Popular y acelerar el desgaste, especialmente con vistas al calendario electoral (hace muchos años que los socialistas no ocupan las poltronas del poder en Galicia), pero se olvida de seguir el rastro a los votos que los populares pierden porque, a tenor de las encuestas, no parecen ser los socialistas los herederos de esos votos perdidos, ni del desencanto del electorado, ni de la desilusión ante lo que parece una falta evidente de control de la situación. 

 

Doy por hecho que los votantes del Partido Popular son más exigentes que los del PSOE. Mientras éstos mantienen su fidelidad, a pesar del desastre que han provocado sus políticos, los populares se manifiestan con el abandono en el voto. Como dice el refrán, para este viaje no hacen falta alforjas.