Los daños que sí sufrió el relieve del «escudo de Pérez Comendador»

 
 
A. Manuel Barragán-Lancharro
Blog Historia de Monesterio 
 
 
   Durante más de dos años la imagen que acompaña este texto ha estado ocultada a la opinión pública. El proceso de extracción  y expolio del «escudo de Pérez Comendador» de la fachada de la sede del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, sito en la calle Nidos de Cáceres, se dañó de forma irreparable parte de su relieve, concretamente el astil y del emplumado de dos flechas. Existían informes previos que anunciaban el peligro de manipular el escudo por ser el material piedra friable, es decir, quebradiza.
 
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   Estamos hablando de un Bien de Interés Cultural de la Comunidad Autónoma de Extremadura, y de uno de los escudos heráldicos más importantes de Extremadura, sin duda, el más importante de los ejecutados en el siglo XX. Por eso el día del expolio se puso un cartón para evitar que se hicieran fotos desde abajo. Estos hechos ocurrieron en la mañana del día 7 de abril de 2011 bajo tres gobiernos «socialistas»: El del Ayuntamiento de Cáceres, el de la Junta de Extremadura y el del Gobierno de España.
 
   Todas estas Administraciones tienen su parte de culpa en los hechos. Las dos primeras porque miraron hacia otro lado a pesar de su obligación de hacer respetar el patrimonio histórico de Extremadura y de la ciudad de Cáceres; y el tercero por ser el promotor de este expolio y el que puso los medios y el dinero (de todos) para ejecutar este expolio. Tampoco hay que olvidar, que uno de los arietes de la Desmemoria Histórica de Extremadura, el tal Julián Chaves Palacios, formó parte de la Comisión que decidió este expolio.