Pablo Planas
La Generalidad está en máxima alerta por la manifestación convocada por entidades cívicas y partidos políticos (PP y Ciutadans) para celebrar el Doce de Octubre en Barcelona. Mientras, el nacionalismo radical convoca asedios a las sedes populares y “actos alternativos” para la Fiesta de la Hispanidad. También preocupan las posibles “exaltaciones españolistas” en la beatificación, en Tarragona, de religiosos asesinados en la Guerra Civil.
“El conjunto de las organizaciones de la izquierda independentistahace una llamada a concentrarse el próximo jueves a las siete de la tarde delante de las sedes locales del PP en los Países Catalanes“. Esta es la convocatoria que recorre las redes compartidas por los grupos nacionalistas más radicales y por amplios sectores de los que tienen representación parlamentaria.
La excusa del “conjunto de las organizaciones” que han convocado los ya tradicionales asedios a las sedes populares en Cataluña es que el jueves 10, dos días antes de la Fiesta de la Hispanidad (lo que no se considera casual por la “izquierda independentista”), el Congreso de los Diputados tiene previsto aprobar la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa, la ley Wert que la Generalidad ha convertido en una agresión a la cultura y la educación en catalán y en un banderín de enganche más del soberanismo.
Como también es habitual, ni la consejería de Interior ha informado de la existencia de algo parecido a un dispositivo especial ante el llamamiento radical ni se considera conveniente lanzar alerta o advertencia alguna. En estos casos, la recomendación de los expertos de seguridad de la policía autonómica a los responsables del PP esque bajen la persiana al mediodía. Es lo más prudente, alegan.
Además, la prioridad absoluta de los Mossos d’Esquadra, según el consejero Ramon Espadaler, se centra en la posible llegada a Barcelona y Tarragona de grupos de ultraderechistas en coincidencia con la Fiesta de la Hispanidad y la beatificación de quinientos mártires de la Guerra Civil, en la capital tarraconense, acto estrictamente religioso que, sin embargo, también levanta las sospechas de la Generalidad. Está previsto para el domingo 13, el día después de la Fiesta Nacional, lo que, según los expertos de Espadaler, es otro motivo de preocupación.
De hecho, sectores de la propia iglesia catalana han alertado de que en la beatificación de 522 religiosos asesinados durante la Guerra Civil podrían producirse “actos de exaltación española“. Hasta se ha creado una “Coordinadora para la Laicidad y la Dignidad”, compuesta por UGT, CCOO, Iniciativa per Catalunya y las juventudes del PSC, entre otras organizaciones, que considera las beatificaciones “un insulto a la memoria y a la historia“. También se concentrarán el jueves, esta vez delante del Arzobispado de Tarragona. Singularmente, los convocantes lamentan que ni ERC ni Convergencia se hayan sumado al “escrache”.
Pero lo que más preocupa a la Generalidad es lo que pueda pasar el fin de semana en Barcelona: la manifestación convocada para celebrar la Fiesta Nacional en la plaza de Cataluña de Barcelona (a la que se han sumado PP y Ciutadans y que el PSC rechaza). Se advierte de posibles incidentes por la presencia de “
elementos ultraderechistas” y se recuerda constantemente el suceso en la librería Blanquerna de Madrid la pasada
Diada.
Precisamente ese día, la Generalidad logró que los partidarios de la permanencia en España cancelaran su intento de manifestarse ante la Sagrada Familia para reivindicar una Cataluña española y catalana. Ese propósito de los “unionistas” (que es como se descalifica genéricamente a quienes están en contra de la independencia) se entendió como una auténtica provocación. La actitud en cambio es muy diferente respecto a las contramanifestaciones ya convocadas para el Doce de Octubre.
A las doce, las organizaciones independentistas bajo el paraguas de una “Plataforma antifascista” han convocado una concentración en la plaza Universidad, a escasos doscientos metros de la de Cataluña, sin que los responsables de la policía autonómica hayan mostrado el más leve síntoma de inquietud ante la proximidad de dos manifestaciones de signo contrario. Ya por la tarde, la concentración “antifascista” está prevista a las siete, en la plaza de San Jaime. “Contra el racismo y el genocidio, por la soberanía de los pueblos” es el lema. En esta ocasión, la Generalidad no ha considerado conveniente instar a los contramanifestantes a suspender o aplazar sus convocatorias.