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Organización criminal pero legal. Por Eduardo García Serrano.
España se pudre en la corrupción de un Sistema que carece de antídotos eficaces por definitivos para castigarla, sin piedad y sin remordimientos, y desterrarla definitivamente a las sentinas más sucias de la historia del gansterismo político, cuyos hampones y sicarios cuentan todos con el salvoconducto, con la patente de corso que cada cuatro años les renovamos en las urnas para que sigan, cuatro años más, saqueando a los españoles en sus magros dineros, en su olvidada historia y en su futuro sin propósito ético y nacional. Así llevamos cincuenta años.
Hoy estamos en manos de una organización criminal: el PSOE. Así ha sido adjetivado ese sórdido y siniestro partido recientemente por la UCO y la Justicia ante la evidencia de sus mordidas, de sus malversaciones, de sus pucherazos electorales, de sus chabacanas orgías y de sus barraganas con nómina oficial y pisos de alto standing. Todo a cuenta del español que, con la sangre de sus impuestos, paga las coimas, las coyundas y las comisiones de este inmenso burdel en el que los chulos de esa organización criminal gobiernan blindados en el fuero parlamentario, bendecidos por las urnas y repitiendo ad nauseam que ellos, y solo ellos, son los apóstoles y discípulos del progresismo democrático. Oírlos produce risa y asco, simultáneamente.
En cualquier país con un mínimo de decencia colectiva y, por lo tanto, institucional, cuando la policía y la justicia califican como criminal a una organización, inmediatamente sus jefes y afiliados son detenidos, sus sedes clausuradas y dicha organización criminal es ilegalizada ipso facto. En cualquier país del mundo…menos en España, donde esa organización criminal, el PSOE, es considerada por todos los parásitos de la política como un pilar fundamental de la democracia y de la convivencia de los españoles. Incluida la oposición que, en una demostración de candidez, estupidez o complicidad (¡vaya usted a saber!) anda buscando un PSOE bueno para pactar con él. Le auguro al PP en su empeño el mismo éxito que a Dios Padre buscando un justo en Sodoma para salvar la ciudad. A ver, Feijoo, toma nota, el único PSOE bueno que ha habido es el del período comprendido entre el 1 de abril de 1939 y el 20 de noviembre de 1975. Nada más.
