Jorge Loring, S.I.
Vi en Religión en Libertad del 12 de mayo pasado una peliculita de un hecho real que me hizo pensar. Un leopardo cazó una mona y se la llevaba para comérsela. Pero mientras la arrastraba, la presa dio a luz una cría, pues era una hembra embarazada. La fiera dejó su botín y se puso a lamer a la cría recién nacida. Esto me trajo a la cabeza el aborto.
¿Es posible que una fiera sea más amorosa con una cría ajena que algunas mujeres con su propio hijo a quien asesinan porque les estorba?¡Esto es para pensarlo!¿Qué diríamos de una mujer que necesita trasplante de corazón, y pide que maten a su hijo y le quiten el corazón para ella? ¡Qué monstruosidad!
Pues muchas abortan con menos motivo. Algunos quieren que el aborto sea un derecho de la mujer.Y el derecho a vivir de esas criaturas, ¿NO ES SUPERIOR?
El derecho a vivir es el más importante de los derechos de la persona humana. Leí en Religión en Libertad una carta de Mons. Gea, Obispo emérito de Mondoñedo-Ferrol, que me ha parecido fenomenal. Se dirige a los jóvenes socialistas gallegos que hacían propaganda a favor del aborto. Les decía: “Si vuestras madres hubieran pensado lo mismo que vosotros, vosotros ahora no estaríais aquí”.
¡¡¡FENOMENAL!!!
Y yo añadiría: ¿Te gustaría que te hubieran asesinado y tirado a un cubo de basura o a una cloaca? Pues lo que no quieres para ti no lo quieras para otro, que es tan persona humana como tú, aunque no haya terminado su desarrollo.