Ultano Kindelan Everett
20 de Septiembre de 2015
Muchos españoles que no vivieron bajo el régimen de Franco,( “jóvenes” de 60 años omenos), ven ese período de nuestra historia como algo sórdido, algo de lo que tododemócrata debería avergonzarse ;y ven en Franco un cruel dictador que se alzó contraun gobierno democrático provocando una sangrienta guerra civil, para luego gobernarel país despóticamente. Como resultado, “franquista”, y “franquismo”, son hoyepítetos con los que calificar a personas o ideologías antidemocráticas próximas alfascismo.
Esta burda tergiversación de nuestra historia es aceptada por la mayor parte de nuestra sociedad, incluso por muchos que intuyen la grosera manipulación que la provoca, pero consideran el mensaje así sintetizado como posiblemente injusto, pero inevitable, dadas las exigencias de apariencia democrática que rigen en nuestra sociedad actual; y además, piensan estos, que sospechan la falsedad de la visión del franquismo que propagan nuestros medios, se trata de un período ya lejano que se hace cada vez más fácil de olvidar.
Sin embargo ese largo período de la historia de España, en el que nuestra democraciatiene sus raíces, y bien profundas, vio la transformación de un país en ruinas en unpaís próspero, mientras los españoles gradualmente enterraban el odio, y volvían a integrarse en una sociedad única y cada vez más confiada en sí misma. España es hoyla que es, económica, social e incluso políticamente hablando, gracias al franquismodel que hoy reniegan nuestros medios, y en definitiva a Francisco Franco, sin duda elmejor Jefe del Estado que este país ha tenido desde los Reyes Católicos; y a los hechos,fácilmente constatables, (Crecimiento del PIB, Infraestructuras, Obra Social, etc., etc.), me remito.
El nuevo estado monárquico y demócrata, que nació de nuestra universalmenteadmirada “Transición”, se lo debemos a Franco, no al PSOE, ni al PP, ni al PCE. Sihubiese querido, Franco hubiese podido instaurar una dinastía familiar en el poder, operpetuar una dictadura militar bajo el manto de la Falange. Pero no lo hizo, porqueno tenía el menor interés en perpetuarse y le interesaba sobre todo el bienestar y elfuturo del pueblo español…
Algo que a mis “jóvenes” amigos demócratas, víctimas dela manipulación de la Historia les puede parecer sorprendente.Pero, me dirán esos amigos “demócratas”, también le debemos a Franco, la guerra civil, y la terrible represión que la siguió; y después años de privanza de libertades individuales y opresión. Esta es otra patraña, que de forma increíblemente irresponsable propagan nuestras escuelas y medios.
Ni Franco ni sus colegas buscaron la guerra civil, y no se alzaron contra la República,tristemente liquidada por el Frente Popular, sino contra este Frente y el violentísimo anarquismo que encarnaba. Anarquismo que minó la propia resistencia del Frente Popular ante el alzamiento, que terminó liquidado por la mano férrea del comunismo soviético, que acudió en “socorro” de los frentistas para en poco tiempo hacerse con todo el poder. Sin duda alguna España hubiese sido otra república soviética más, si no hubiesen ganado los bien llamados “nacionales” la Guerra Civil. No creo que nadie en su sano juicio, después de ver lo que hicieron las dictaduras comunistas en los países en que se implantaron, piensen que los españoles salimos perdiendo con el Franquismo.
Esa es la verdad; Franco no buscó la guerra y se alzó cuando vio que la República, a la que sirvió con lealtad y eficacia, estaba irremediablemente perdida y la radicalización revolucionaria de las izquierdas sometía al país a un baño de sangre. Su victoria evitó una dictadura soviética, y su largo mandato fue prudente y altamente beneficioso para el país. Tanto que la gran mayoría de los españoles aceptaron de buen grado la falta delibertad política, que fue la única libertad que limitó el franquismo.
Hasta que los españoles, empezando por el Rey y los responsables políticos, valoren y respeten públicamente la figura y obra de Franco, no se habrá completado la Transición. Al Cesar lo que es del César; poco demócratas seremos si no loreconocemos.Mi hartazgo con la grosera manipulación de la realidad de lo que fue el franquismo para los españoles me llevó, hace dos años ya, a escribir un breve ensayo dirigido amis nietos, víctimas inocentes de esa manipulación, titulado “Siete Cosas que Franco hizo Bien”, (36 páginas). El ensayo ha sido publicado en formato digital por MK Editora (www.mkeditora.com), y está disponible en Amazon, I‐Tunes, Kobo, Barnes & Noble, y una docena más de librerías digitales. Empiezo este ensayo recordando las inmensas colas que hicieron españoles de todas partes y condiciones para rendir homenaje a su Jefe del Estado ese mes de Noviembre de 1975, y preguntando ¿Porqué esas masivas demostraciones de afecto y respeto al despedir a un supuesto “cruel tirano”?
Pues, argumento en mi ensayo, “Porque Franco hizo algunas cosas, las más importantes, bien, y es hora que se lo reconozcamos”. De ahí paso a comentar esas siete cosas que Franco hizo bien, citando a historiadores y escritores como Luis Suarez, Salas Larrazábal, y José María Carrascal; comentarios que sintetizo a continuación:
‐Lo primero que hizo bien, fue ganar la guerra civil, liberando a los españoles de caeren la dictadura comunista que, con total seguridad, hubiese seguido a su derrota. Sí,repito, con total seguridad, pues desde principios de 1938 el Frente Popular fuedominado por Moscú de forma cada vez más férrea. De haber vencido en la guerra civil, ese Frente Popular no hubiese podido contener a Hitler, que con gran probabilidad hubiese invadido España, convirtiéndola otra vez en un campo de batalla, más sanguinario aún que la guerra civil. Y en el caso, poco probable, que España nohubiese sido invadida, su destino hubiese sido la dictadura comunista. Las dictaduras comunistas de la segunda mitad del siglo XX en Europa, hacen que, los que vivimos bajo la de Franco, en comparación, nos hayamos considerado muy afortunados.
‐Lo segundo que hizo bien, fue hacerse con todo el poder político desde el principio de la guerra civil, unificando a falangistas con carlistas y otros partidos minoritarios de derechas, en una institución que llamó “Movimiento Nacional”, evitando el dominio del nuevo régimen por la falange, aunque dejara que esta tuviera una importante cota de poder, que fue erosionando con los años. Franco se sentó encima de una olla a presión durante cuarenta años, lo que permitió el guiso de una nueva España. Él no buscó esa posición, como tampoco fue el causante de la guerra civil como repiten tantas veces los medios, y se enseña en muchos colegios. La guerra civil vino por muchas razones, pero la principal fue la insumisión de la izquierda al Estado de Derecho; de su declarada intención de imponer “La Dictadura del Proletariado, (eslogan entonces omnipresente, afortunadamente olvidado hoy), a la fuerza si fuera necesario; y de su desacato continuado a la autoridad y leyes de la República, que luego pretendieron defender, abrogándose, sin derecho alguno, el nombre de“republicanos”.
‐Lo tercero que hizo bien, fue contener la inevitable represión que siguió a su victoria.
Es un hecho que, en la España de Franco, la represión no alcanzó, ni de lejos, el nivel de los regímenes totalitarios conocidos. Fue mucho menor incluso que la que aplicaron franceses e italianos al término de la 2ª Guerra Mundial a los colaboracionistas con el nazismo.
Las amnistías de Abril de 1941 y Diciembre de 1943, vaciaron las cárceles de presos políticos, que gradualmente fueron recuperando sus derechos ciudadanos. El decreto de Diciembre de 1963 suprimió el “Tribunal de Represión de la Masonería y el Comunismo”, pero según nos dice el historiador Salas Larrazábal, “Para entonces se habían liquidado las consecuencias penales de la guerra por los indultos de 9 de Diciembre de 1949 y de 10 de Mayo de 1952. También hubo otros indultos, el 24 de Junio de 1963, y el 1 de Abril de 1964, con ocasión del 25 aniversario de la terminación de la guerra.”
Además, el Estado Franquista no eliminó la propiedad privada, ni monopolizó la actividad económica, salvo en proyectos de gran envergadura, sino que procuró el crecimiento de la inversión privada, tanto nacional como extranjera, evitando también nacionalizar la banca.
Por otra parte, si los vencedores hubiesen sido los frente populistas, ya totalmente dominados por los comunistas, ¿hubiese sido la represión más moderada? El encarnizamiento de estos contra sus compañeros de armas durante la guerra, bien documentado, y los asesinatos a sangre fría de más de ocho mil inocentes religiosos durante la guerra civil, no son precisamente un presagio de moderación, en la eventualidad de una victoria frente populista.
‐Lo cuarto que hizo bien fue evitar entrar en la Segunda Guerra Mundial, algo inmensamente difícil dadas las deudas contraídas con Hitler y Mussolini. Un logro en el que, si bien tuvo mucho que ver la suerte, también se debe sin duda a la astucia y prudencia de Franco.
‐Lo quinto que hizo bien, fue utilizar su imagen de anticomunista acérrimo para obtener una alianza con los Estados Unidos, clave para sacar a España del aislamiento internacional en que se encontraba, abriendo la puerta al desarrollo de nuestra economía. Economía, que en 1975 al morir Franco era en términos absolutos, y por supuesto en términos de PIB/Cápita, mayor que la de Rusia y la de China, (sí, es correcto, mayor que la de Rusia y la de China), por no hablar de las de países comunistas más parecidos a España por sus recursos y demografía.
‐Lo sexto que hizo bien, fue declarar a España reino, y preparar a Juan Carlos deBorbón para rey de España. Durante los casi 40 años de franquismo, el país cambió radicalmente, y los españoles conseguimos dejar el odio atrás, como demuestra la ejemplar transición política que desembocó en la Constitución de 1978. La visión de Franco al seleccionar, preparar, y finalmente establecer a Don Juan Carlos de Borbón como su sucesor en la jefatura del estado “a título de Rey”, fue la pieza clave de una estrategia de apertura gradual hacia un régimen democrático.
‐Lo séptimo que hizo bien, fue llevar una vida austera y honesta, dedicada al gobierno de la nación según su mejor criterio. Criterio tachado, con razón, de prudente y paternalista, en que primaba un sincero interés por el bien de los españoles, y que con los años le llevó a ganar una cuota de popularidad con la que soñarían los políticos de nuestra actual democracia. Probablemente, porque la gran mayoría de los españoles de entonces prefirieron su gobierno a repetir las experiencias de la segunda república.
Las siete realidades que acabo de reseñar, son las que hicieron que el fin de Franco fuera sinceramente sentido por la gran mayoría de los españoles. Lo cual no esincompatible con un sentimiento de liberación, y de mayoría de edad, después detantos años de carencia de libertad política. Sentimiento de liberación matizado pormiedo a lo desconocido, o mejor dicho, a lo recordado. En cualquier caso, tengo bienpresente la ilusión con que recibimos la nueva etapa que se abría con el fin del franquismo; pero no recuerdo rencores, ni ansias de revanchismo. Eso sin duda lo intentan impulsar Zapatero y sus seguidores de la izquierda radical ante la lamentable pasividad de los partidos conservadores.
En mi citado ensayo, desarrollo con algún detalle esas Siete Cosas, que a mi juicio son las principales que justifican el trato de respeto, que a Franco y su régimen deben todos los españoles, especialmente los que ejercen el poder, o aspiran a ello.