Querida Macarena, por Eduardo García Serrano

 

Eduardo García Serrano

 

Ánimo, Macarena, ni estás sola ni has sido derrotada aunque, bien es cierto, que nada hay más amargo que una victoria que no colma las espectativas ni hace realidad los sueños que la acunaron para hacerla cierta objetivamente, pero escasa. El resultado de las elecciones andaluzas no es para ti, querida Macarena, la batalla del Guadalete tal y como la mezquina izquierda, la modosita derecha y algunos de tus leales (¡que yo me sé!) pretenden hacer creer. No. Tú y tu hueste de patriotas habéis formado parte de la vanguardia de las Navas de Tolosa derrotando en toda la línea y dejando reducida a la irrelevancia cómica a la izquierda y al nacionalismo andaluces. Sin ti y sin VOX, pero fundamentalmente sin ti, no hubiera sido posible.

Y no lo digo yo desde la admiración que te profeso, es que también lo afirma, desde la estúpida descalificación hacia ti y hacia VOX, una socialista rencorosa como es Susana Díaz, que habla y respira por las heridas de la corrupción y desde el ninguneo al que Pedro Sánchez la tiene sometida: “Si descontamos los votos de la extrema derecha, las elecciones las habría ganado la izquierda”. Es una entelequia, sí; es una melonada, también. Pero es verdad. Tan cierto como aquel insulto, que se tornó en condecoración, de Indalecio Prieto a los Requetés: “No hay animal más peligroso que un requeté recién comulgado”. Sin ti, Macarena, y sin tus catorce diputados, a los que esa desgarramantas socialista llama extremaderecha, nada hubiera sido posible y hoy la izquierda estaría gobernando en Andalucía. Ellos lo saben y el PP, en su borrachera absoluta, no lo quiere ni oír por eso malinterpreta su victoria como el triunfo de la moderación y de la tibieza, cuando no es más que el triunfo del hartazgo y del hastío de una izquierda rapaz y saqueadora, corrupta hasta el vómito. Es el triunfo de un pueblo al que sólo VOX supo espabilar y despertar de su indolente siesta hace cuatro años. Tú, Macarena, has mejorado los resultados de entonces. No te sientas derrotada, porque no lo estás. Es más, sin ti no hubiera sido posible reducir a la izquierda y al nacionalismo andaluz a un sketch de Los Morancos.

Ánimo, Macarena. Haz tuyo el lema de la legendaria Escuadrilla de García Morato: “Suerte, vista, valor y al toro” y volarás como las águilas.   


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