José Javier Esparza
No esperemos ninguna proclama unitaria de las fuerzas políticas en condena de los bárbaros rojos.
Otros animales han puesto una
bomba en el consistorio de Beade, en Galicia. Nadie ha reivindicado el atentado. La policía dice que puede tratarse del grupo de extrema izquierda Resistencia Galega. Tampoco hay detenciones. Aún.
Eso sí, en el Congreso de los Diputados Izquierda Unida ha presentado una propuesta para que sea delito hablar bien de Franco. Qué alivio.
El Congreso de los Diputados, cuyo presidente se apresuró a condenar en términos muy expresivos el asalto a la librería Blanquerna por unos ultraderechistas, tampoco ha emitido condena alguna sobre estos otros atentados ultraizquierdistas del Pilar y Beade. Un dato curioso: el diario El país –sostenido artificialmente por el Gobierno Rajoy mediante la inyección masiva de dinero ajeno- no publicó ni una línea sobre el atentado de Zaragoza.
El Ministerio del Interior no dice nada. La policía filtra a los periódicos que hay células de ultraizquierda, radicales y violentas, reorganizándose aquí y allá –ha pasado tres o cuatro veces en los últimos veinte años-, pero el asunto permanece en las cañerías de la seguridad del estado, sin salir a la luz. Por supuesto, no esperemos ninguna proclama unitaria de las fuerzas políticas en condena de los bárbaros rojos.
¿Quién persigue en España a la extrema izquierda?