Récord

 

 

 

   Lo que vamos a decir no es un alarde de vanidad y orgullo, sino un simple “divertimento”, pero un “divertimento” basado en realidades y no en ficción. Otros que, como yo, vivieron aquellos años pueden contar cosas similares. Cada cual se divierte como quiere, y en nuestro caso, recordando momentos interesantes de la propia biografía.     

 

   A uno le da por presumir de algo alguna vez en la vida y, ¿quién sabe?, a lo mejor acierta. Yo creo que soy (lo hemos dicho tantas veces….) el más antiguo habitante del Sahara Español vivo, y que todavía puede contar aquella curiosa circunstancia (1934-1935); pero al mismo tiempo puedo presumir de otro posible “sub-record”, cual sería la posesión de la más completa y extensa colección de fotografías de aquella zona del desierto (hechas y reveladas por mi padre), incluidos los negativos, anterior a la guerra civil. Éstos negativos, los correspondientes a la aviación de aquella época y en aquellos parajes, se entregaron al Servicio Histórico del Aire que los conserva, con la reproducción mejorada de las fotos, en Villaviciosa de Odón.      

 

   Para encontrar el siguiente “récord” hay que dar un salto más en el tiempo, y nos situamos en el Colegio de Huérfanos de Carabanchel Bajo, año 1946 (yo tenía 15 años). Nuestro profesor de Literatura, un alférez de complemento, admirador de Baudelaire, Lorca y de Miguel Hernández, nos dictaba los argumentos de ciertas novelas picarescas o de Cervantes, porque alguna iría en el próximo examen escrito. Allí se escribía a toda prisa, llevando ventaja mi amigo Fernando (de sustancioso apellido artillero, Lechuga, y “huérfano de Paracuellos”) porque lo hacía de forma taquigráfica. Y yo, para variar, copiaba el texto que nos leían con rápidos (rapidísimos) dibujos. Lo asombroso es que después sabia interpretar aquello que había dibujado con trazos intencionadamente elementales, porque el tiempo es oro.     

 

   Y antes de meternos con nuestros recuerdos del antiaéreo 88/56, el más jugoso “récord” de este relato, hablemos de uno, esta vez indiscutible: el haber sido el único español (o habitante de esta Tierra y su Galaxia) que ha podido decirle en directo a Carrillo Solares en la televisión (TV33 catalana), y en su perpleja cara, que él fue un criminal y el mayor represor de la guerra civil. Nadie, en ningún medio televisivo o por radio, ha podido decirle públicamente y en directo tales cosas a nuestro genocida celtibérico, y a lo largo de más de media hora, razón suficiente para que hayamos sido metidos, junto con otros dos o tres peligrosos tertulianos (Castejón, Millán Lavín…), en la lista negra de las televisiones catalanas, y nos suponemos que también del resto de España.      

 

   Y ya le toca a nuestro cañón, protagonista del último (presunto) “récord”, porque quizá me tocó ser el último Jefe de Grupo que pudo disparar con cañones “88/56”, el célebre “ocho con ocho” alemán. Pero hay que decir la verdad; en misión “antilancha”, que es como si a un cazador de jabalíes le obligan a disparar sólo contra conejos. Destinado en el Regimiento de Artillería de Costa nº 7, estaba encargado de la USTM, organismo artillero exclusivo de los Regimientos de Costa. El coronel debió pensar que ese Jefatura era poco y me encargó el mando del recién formado grupo de cañones 88/56, ya que había sido sustituido como antiaéreo por el “americano” 90/50. Pues gracias a ese pluriempleo (USTM-grupo antilanchas) puede batir (¿quién sabe?) el record consistente en tirar con un grupo que tenía dos baterías fabricadas en Trubia, y otra, la del “récord”, alemana de origen. Mi orgullosa memoria me falla y no sé en qué año ocurrió aquello, indudablemente a finales de los 70 (1978, 1979…).      

 

   Concluido un ejercicio de Tiro de Costa en la bahía de Rosas, se ordenó a Grupo Antilancha, desplegado en la Clota, en las proximidades de la Batería L-5 de Punta Milá (a 4 kms.), disparar contra el blanco remolcado que había salido casi indemne de la cañonada del 152/46, el “quince veinticuatro”. Hay que tener en cuenta que los proyectiles de este cañón, con alcance eficaz de 22.000 metros, estaban lastrados, de forma que si se acertaba en los flotadores o en el panel de 4×4 metros, los impactos los descubríamos prácticamente al recogerlo. Pero nuestro “ocho con ocho” era otra cosa, porque disparaba con espoleta de proximidad.      

 

   El teniente coronel Jefe de Instrucción, cuando el blanco remolcado empezó a desfilar lentamente frente al Grupo desplegado, ordenó girar 180 grados las piezas que apuntaban al mar. Y entonces ocurrió un hecho más que cómico, porque en la carretera que circundaba y dominaba la zona de despliegue del Grupo, había multitud de turistas presenciando el ejercicio, casi todos extranjeros, que al ver a las piezas apuntándoles, levantaron los brazos. Creo que es una escena irrepetible, ni en un “gag” de cine.     

 

   Ordenada la acción de fuego, nuestros artilleros se partieron los brazos haciendo girar las piezas a toda velocidad y los entrenados apuntadores, acertaron al “conejo” en un “plis-plas”. Una salvatraca impresionante y el blanco remolcado se fue a freír puñetas, dicho así de forma gráfica y suave. Ni “largo” ni “corto”, para un “ocho con ocho” el tiro antilancha era un caramelo. Siendo yo el responsable del blanco remolcado, que nos había costado en la USTM poco menos que si se tratara del portaviones “Saratoga”, quise recuperar los bidones flotantes que derivaban hacia la costa, y que nos habían costado (nuevos) una pasta, pero el jefe era de otra opinión, y ordenó fuego también contra los bidones. Siguiendo los “gags” de aquella película auténticamente real, le dije: “Mi teniente coronel, que eso es como disparar contra náufragos”. No estaba el teniente coronel por respetar tratados de Ginebra, y allí desapareció gloriosamente todo un blanco remolcado.     

 

   Pues una de las baterías, exactamente cuatro piezas, había sido fabricada en Alemania. Esto ocurrió (recordemos que falla la memoria) en el año 1977, 1978… ¿Serían estas piezas fabricadas en Alemania las últimas que dispararon, no sólo en España sino en el mundo, en tiro real? A mí me hubiera gustado que fuera así, la realidad a lo mejor (peor) es otra.      

 

   Gracias a la colaboración de unos amigos hemos descubierto que el uso del material “antilanchas” se efectuó en otras zonas de la costa española y africana en fechas algo diferentes, pero hemos llegado a la conclusión de que el 88/56 fue retirado definitivamente como material “activo” en el año 1988, y que por tanto, hasta esa fecha actuó como tal “caza-conejos”. Bien es verdad que gran parte de estas  baterías ya estaban en esa fecha en cuadro. Algunos ejemplos: En Cádiz (Academia de Artillería/Sección de Costa) el 88/56 se empleó en misión antilanchas hasta el 28 de octubre de 1983, posiblemente por haberse dado de baja a este material de forma definitiva. Y el 19 de mayo de 1988 la Dirección de Material clasifica al material de 88 mm como no apto para el servicio. Es decir, que su última misión “antilanchas” se había acabado.      

 

   Meditando sobre estos datos y fechas, agarrándome a mi empeño obsesivo del “récord”, me “concedo” el presunto mérito de haber sido quizás el último en haber disparado con estas míticas piezas, pero con su material alemán… en la costa catalana. Lo de haber ocurrido en cualquier costa, española o del mundo de ahí fuera, a lo mejor también vale, pero ya sería cosa de investigaciones más profundas.     

 

   En el año 1965, visitando en la base de Mcgregor (EEUU) el excepcional museo de cañones al aire libre, pudimos descubrir una pieza del 88/56, con el color arena del “África Korps”, instalada en lugar de honor, sobre una pequeña colinita de tierra. Y en un letrero se mencionaba que este cañón se había empleado por primera vez en España. Porque aquí la trajo la “Cóndor” y aquí se descubrió la capacidad y posibilidades para el tiro contra carros y contra trincheras.     

 

   Y es el momento de añadir una anécdota que nos han contado, relacionada con este mítico cañón, que si “no e vero…”. Los alemanes tenían un récord de disparos por minuto, (la cadencia máxima reglamentaria estaba entre 15 y 25), pero descubrieron con sorpresa que los españoles mejoraban ligeramente sus “récords”. Investigaron y descubrieron que ellos, para evitar los efectos del estampido sobre las espoletas, colocaban los proyectiles en el suelo, sobre una lona, con la espoleta hacia retaguardia, con lo que el artillero cargador tenía que recoger el proyectil, correr hacia la pieza y girarlo para introducirlo en la recámara. El astuto hispano se “ahorraba” el giro porque colocaba el proyectil sobre la lona con la espoleta mirando al enemigo, para que se fuera acostumbrando, y así se ahorraba el último giro. Lo repetimos, “si no e vero e bien trovato”.     

 

   Hemos de decir, aunque hemos de superar la rabia, que en la Plaza de Armas del asesinado Museo Militar de Montjuich había una pieza antiaérea del 88/56 de origen alemán, que fue eliminada, junto con otras piezas, auténticas joyas de museo, meses antes de que se cerrara definitivamente el Museo Militar para contentar a los más granado del separatismo y del antimilitarismo más bellaco. Y no hacemos más comentarios porque queremos escribir un artículo, más para sonreír que para fruncir el ceño.       

 

   No podemos omitir la noticia que nos muestra que IU no ha llegado a la madurez mental, pese a los años, porque ha protestado por haberse instalado en Montecarmelo, como ornato del lugar, una pieza del 88/56 por haber sido “franquista”. Ya sabemos que esta tropa, si pudieran, volaría los pantanos y las casas viviendas protegidas por ser “franquistas”, pero nos sigue asombrando su estúpida, sectaria y rabiosa inmadurez. Normalmente los perdedores de guerras, y éste es el caso de IU con respecto a la guerra civil, se convierten en antimilitaristas y pacifistas, pasando por alto que sus amos de la URSS, vencedores en la Segunda Guerra Mundial llenaron la Europa que les tocó en el reparto de Potsdam con monumentos militares, carros de combate, aviones, cañones y, por supuesto, bizarros militares. Y un dato curioso: en cuanto uno se descuida ya están los de UI y asimilados (también lo hacen los del PSOE, PODEMOS y hasta los separatistas) levantando el puño, ignorando que ni Stalin ni sus mariscales, y ni siquiera sus soldados, jamás levantaban el puño, uno de los saludos sectarios más amenazante y feo de la Historia.