Seis millones de catalanes

 
Juan Chicharro Ortega
General de División de Infantería de Marina (R)
 Blog
 
   Sí. Seis millones de catalanes son los que el día 11 de septiembre no acudieron al aquelarre separatista en el que se ha convertido la denominada “Diada” que tuvo lugar en Barcelona. Un acto en el que el traidor Presidente Mas y sus secuaces lograron reunir a una importante masa popular abducida y aborregada tras treinta años de un incesante adoctrinamiento efectuado mediante el uso masivo de los medios y de la enseñanza. Pese a todo, y sin negar la evidencia – más de un millón de catalanes reclamando la independencia, o sea, apoyando un hipotético golpe de estado – no es menos cierto que, al menos sobre el censo, la gran mayoría se abstuvo de caer en la encerrona secesionista de la “Diada”.
 
   Ignoro lo que depararan las próximas elecciones autonómicas del próximo día 27 S. Sólo espero y confío en que esa mayoría silenciosa acuda a las urnas y ponga a los traidores en su sitio. Claro que a la vista de cómo se desarrollan los acontecimientos del denominado proceso catalán llego incluso a temer por la limpieza de las mismas e incluso del recuento de los votos.Nos encontramos sumidos en una espiral sinsentido en la que todo es impredecible. Todo.
 
   Y en el ínterin asistimos atónitos, también, a una caterva de reacciones a las palabras del Ministro de Defensa, Sr. Morenés, en las que explicita que las FAS no tendrán nada que ver ni hacer “si todo el mundo cumple con su deber”. Reacciones que van desde las histéricas del PSOE, y otros partidos de izquierda, cada vez que se menciona a las FAS hasta las pusilánimes a las que nos tiene acostumbrados el PP y afines en el sentido de que no es conveniente excitar a los irredentos del secesionismo con afirmaciones como éstas.
 
   A ver, pero si el Ministro no ha hecho otra cosa que de alguna forma interpretar lo que dice nuestra carta magna: la defensa de la unidad de España es tarea constitucional del Tribunal Constitucional y por supuesto del Gobierno de la nación. Claro que si se diera el hipotético e inimaginable caso de que las Instituciones del Estado en Cataluña se declararan en rebeldía, algo que están proclamando públicamente, y si los poderes del Estado no actuaran conforme a su deber constitucional nadie puede obviar que  el Artículo 2 de la Constitución española dice  que “la Constitución se fundamenta en la INDISOLUBLE UNIDAD de la nación española…”  y que el Artículo 8 en su primer apartado dice “Las Fuerzas Armadas [… ] tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”.
 
   ¿O es que no es esto lo que dice nuestra Constitución?
 
   ¿Dónde está entonces el problema cuando un Ministro del Gobierno la lee e interpreta?
 
   ¿Acaso teme nuestro Ministro que alguien no cumpla con su deber en un impredecible futuro?
 
   He leído a algún importante comentarista político reiterar una y otra vez que las FAS deben mantener siempre la neutralidad política y bien cierto es, pero no estaría de más recordarle desde aquí que la  neutralidad política – lo digo alto y claro – no significa permanecer indiferente ante el ataque directo a la propia esencia de la Constitución.
 
   La salvaguarda de la Unidad Nacional no es un interés partidista y si defenderla supusiera romper la neutralidad política a la que se debe el militar me temo habríamos caído en un delirio de salud mental. Lo  malo es que intuyo que estamos cercanos a esa situación. Desde este humilde BLOG unos militares “viejos y estropeados” nos negamos a aceptar la ruptura de la legalidad constitucional a la que nos quieren llevar los sinvergüenzas del 3% y siquiera con la pluma nos movemos y buscamos movilizar a la sociedad civil española, tal como plantea de manera impecable el Tte. Gral. Pérez Alamán y los que con él estamos. Poco es lo que podemos hacer desde nuestra atalaya y nuestra única opción es mover las redes sociales en un intento de aviso de lo que  puede acaecer en nuestra patria. Intentos en muchos casos baldíos en esta sociedad dormida y apática como lo demuestra el hecho de que pese a nuestra sana intención no contamos con el apoyo, no ya institucional, sino de los medios nacionales a los que hemos intentado unir a nuestra causa que es la de España y su Constitución. Oídos sordos a la movilización nacional en defensa de los derechos de todos los españoles que no queremos ver a España desgajada.
 
   El 27S muchos izaremos nuestra bandera manifestando nuestra firme convicción de la grandeza de una España unida e indivisible pero mucho me temo que se repetirá la imagen de aquella España del 98 en la que mientras nuestros soldados y marinos luchaban y morían por lo que quedaba del viejo imperio español nuestros políticos  se solazaban en los toros y en las verbenas.
 
   ESPAÑA, UNA E INDIVISIBLE.
 
 

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