LFU
Ni Rajoy ni su gobierno parecen dispuestos a derogar la maldita y sectaria Ley de Memoria Histórica. Pues bien, habrá que exigirles entonces que, así como están cumpliendo con dicha ley para arrancar de las calles de España cualesquiera vestigios del régimen anterior (sí, de ese que dejó a España como novena potencia industrial, con pleno empleo, con la presión fiscal más baja de Europa y el mayor índice de convergencia en renta per capita con el resto de Europa de los últimos 38 años).
La estatua de Largo Caballero situada en el tramo del Paseo de la Castellana antes denominado Paseo del Generalísimo, no cumple con la Ley de memoria Histórica y su mantenimiento en la vía pública constituye un incumplimiento de la ley por parte de las Administraciones públicas.Basta leer el Artículo 15.1 de la Ley de Memoria Histórica (Ley 52/2007 de 26 de Diciembre: «Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias,tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas.»
Y basta recordar quién era Largo Caballero y releer alguna de sus citas:
«Se dirá: ¡Ah esa es la dictadura del proletariado! Pero ¿es qué vivimos en una democracia? Pues ¿qué hay hoy, más que una dictadura de burgueses? Se nos ataca porque vamos contra la propiedad. Efectivamente. Vamos a echar abajo el régimen de propiedad privada. No ocultamos que vamos a la revolución social. ¿Cómo? (Una voz en el público: ‘Como en Rusia´). No nos asusta eso. Vamos, repito, hacia la revolución social…, mucho dudo que se pueda conseguir el triunfo dentro de la legalidad. Y en tal caso, camaradas habrá que obtenerlo por la violencia…, nosotros respondemos: vamos legalmente hacia la revolución de la sociedad. Pero si no queréis, haremos la revolución violentamente (Gran ovación). Eso dirán los enemigos, es excitar a la guerra civil. Pongámonos en la realidad. Hay una guerra civil… No nos ceguemos camaradas. Lo que pasa es que esta guerra no ha tomado aún los caracteres cruentos que, por fortuna o desgracia, tendrá inexorablemente que tomar. El 19 vamos a las urnas… Más no olvidéis que los hechos nos llevarán a actos en que hemos de necesitar más energía y más decisión que para ir a las urnas. ¿Excitación al motín? No. Simplemente decirle a la clase obrera que debe prepararse… Tenemos que luchar, como sea, hasta que en las torres y en los edificios oficiales ondee no la bandera tricolor de una República burguesa, sino la bandera roja de la Revolución Socialista».
«El jefe de Acción Popular decía, que los socialistas admitimos la democracia cuando nos conviene… Pues bien, yo tengo que decir con franqueza que es verdad. Si la legalidad no nos sirve, si impide nuestro avance, daremos de lado la democracia burguesa e iremos a la conquista del Poder».
Cada día que pasa sin que el Ayuntamiento de Madrid y el Ministerio de Fomento retiren la Estatua del golpista Largo Caballero (condenado como tal en 1934), constituye una flagrante violación de la legalidad vigente y una afrenta a los descendientes de la España que luchó en uno de los bandos de la guerra civil que ve cómo gobiernos de uno y otro lado sólo aplican la ley de forma maniquea a Francisco Franco y al bando nacional mientras se hace la vista gorda con el bando republicano o rojo (que así se autodenominó).
Ya que se aplica una ley tan repugnante, que se aplique para todos (Indalecio Prieto, otro golpista, incluido).