Una tragicomedia llamada España, por el Gral. Juan Chicharro Ortega

 

Juan Chicharro Ortega
General de División de Infantería de Marina (R)

 

Sí, sería un buen título para describir lo que está sucediendo en España. La presencia en la TVE, la que pagamos todos los españoles, de Arnaldo Otegui, líder de un partido llamado Bildu, marca blanca de los asesinos de ETA, colma de esperpento todo cuanto vemos en el panorama político español. De esperpento y de desesperanza.
Hoy brota de mis entrañas un grito lastimero viendo todo cuanto rodea y atañe a nuestra Patria.
Reconozco que escribo con el ceño fruncido y el corazón encogido ante la parsimonia con la que los españoles contemplan cuanto está acaeciendo. Dirigentes políticos que en cualquier otro ámbito que no fuera el de la política serían nadie se reúnen y deciden estrategias para repartirse el poder e implantar su anhelada República bolivariana aplicando la mejor técnica de las técnicas marxistas : dos pasos adelante y uno atrás. Socialistas , comunistas e independentistas juegan con el porvenir de España mientras una derecha cobarde se destroza por una o dos migajas del poder. Sí, es lastimoso constatar la facilidad con la que veo dejarse al pueblo español manipular por los medios de todo tipo especialmente en este caso por los de la televisión pública. Y encima tenemos que aguantar a esos políticos decir sin pudor alguno que la presencia de Otegui en la TVE es muestra de que ETA está derrotada sin cesión alguna de rédito político.¿ Acaso no se dan cuenta que con sólo darse una vuelta por las provincias vascongadas se puede constatar el dominio de los asesinos terroristas   en todas partes?  ¿Acaso no se dan cuenta que están en casi todos los municipios y demás Instituciones?
Sí, España se ha convertido en una tragicomedia en la que los movimientos subversivos secesionistas en Cataluña, Valencia, Baleares, Navarra y Vascongadas en clara connivencia con socialistas y comunistas la conducen a su desaparición como nación en poco tiempo. Creo que fue Azaña quien dijo que prefería una España roja a una España rota. Asombrado estaría hoy si viera que en breve la vamos a ver – si no cambian las cosas – no sólo roja sino también rota. Y todo ello ante la debilidad de los que deberían defender la unidad de la Patria y el orden constitucional.
Las doctrinas marxistas propagan a los aires que el sueño de su Estado totalitario pasa por la debilitación moral de la sociedad y saber esto  es tan sencillo como leer la historia pasada. Entra de lleno en planes ciertamente programados y hoy aplicados con la cooperación inocente y analfabeta de partidos como el PP o C,s enfrascados en luchas internas y en su obsesión de ningunear a su adversario VOX. Y debilitar moralmente a la sociedad pasa por la destrucción de la familia tradicional , viejo objetivo que ya Marx fijó hace ya mucho tiempo. Y buena forma de acometer esta tarea es lo que vamos a ver en Madrid en breve con motivo de la celebración de lo que llaman el “orgullo gay”. Vaya por delante que respeto la orientación sexual de cada persona – no soy yo quien para juzgar a nadie al respecto – pero lo que vamos a ver en días venideros sobrepasa con creces lo que podría ser una muestra de convivencia sino otra cosa bien diferente : la imposición de la ideología LGTBI a la fuerza; eso sí con la aquiescencia y entusiasmo del PP y C,s y ¿ porque no decirlo ? con la no oposición frontal de VOX que ya anda muchas veces a lo políticamente correcto.
España se ha convertido en una tragicomedia y buena prueba de ello es que mientras Otegui hablaba en el canal 24 horas (para todo el mundo, no se pierdan este matiz) en otro canal de la misma TVE proyectaban nada menos que “El Cid”. Y ahí asistimos a un relato de viejas traiciones y ambiciones perfectamente transpolables al día de hoy pero con la figura legendaria de fondo de Rodrigo Díaz de Vivar levantando viejos sentimientos de patriotismo que tanto se echan en falta hoy.
Es necesario que surja una España nueva la que, pese a las diferencias ideológicas respecto a la aplicación de políticas que buscan el bienestar, respete su historia y sus tradiciones. Una España que quiere seguir unida y representar ante Europa la fortaleza de la gran nación que fuimos y que seguiremos siendo.

Allá cada cual con sus sentimientos e ideas políticas pero ante lo que veo de la España patética de hoy convertida en una tragicomedia se acrecienta la figura del Generalísimo Franco y la España que él representó. Comprendo el desasosiego de socialistas, comunistas y separatistas a los que venció en la guerra y en la paz al traer a España la mayor transformación social de toda su historia, más no comprendo la felonía de quienes le deben todo; bueno sí, ayer viendo a Bellido Dolfos lo comprendí mejor.


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