PilarG, éste es el pseudónimo tras el que se esconde la miembro del colectivo ultraizquierdista Federación Estatal de Foros por la Memoria (FEFFM), que ha publicado en Twitter una peculiar felicitación con una imagen en el que un misil vuela el Valle de los Caídos: “Os deseo un feliz 2017. ¿Os imagináis? Abrazos”. Éstas son sus reveladoras palabras.
El colectivo en cuestión es una de las infinitas plataformas ideológicas del actual marxismo campante, cuyas actividades revanchistas son subvencionadas con dinero público, que nacieron al calor de la mal llamada ley de memoria histórica, obra del PSOE y del PP, y que son una herramienta de agitación y envenenamiento de la convivencia contra la reconciliación entre españoles lograda durante los años de gobierno del Generalísimo Francisco Franco.
Sí, así fue, aunque moleste a muchos. Todos llevamos años oyendo loas a la llamada transición de la España de Franco al actual régimen de la monarquía, instaurada a iniciativa del Generalísimo Francisco Franco con el refrendo del pueblo español, en las que se nos predica que la reconciliación fue obra de los políticos protagonistas de la vida pública española a partir del 21 de noviembre de 1975. La pretendida generosidad de todos ellos nos proyectó a un supuesto estado de derecho y régimen de libertades que nos traería un cielo a nuestra tierra y al que llamaron Democracia. La realidad, bien diferente a ésta, es que la única reconciliación alcanzada tras aquella fatídica fecha fue la reconciliación privada entre políticos, partidos y todos aquellos sujetos y organizaciones que vieron abierta la posibilidad de subirse al nuevo carro de esa Democracia obteniendo beneficios personales, aunque éstos fueran a costa del beneficio de todos los españoles, única preocupación honesta de los servidores públicos.
El Valle de los Caídos es un monumento de importancia mundial, habiendo sido alabado en muchos países y a lo largo de muchos años por diferentes personalidades como una magnífica obra para fomentar el perdón y la reconciliación. El mismo papa Benedicto XVI, siendo aún cardenal, visitó el monumento en 1989, tras lo cual declaró que el monasterio del Valle de los Caídos le había interesado más que el de El Escorial: la originalidad de su concepción y su fuerte espiritualidad le hacía superior a la mayor parte de los que él conocía en Europa, incluido el de San Lorenzo. Recordemos que se trata del monumento funerario más importante del siglo XX en todo el mundo, y que antes de su cierre por el Sr. Rodríguez Zapatero, recibía más visitantes que cualquier otro enclave gestionado por Patrimonio Nacional.
La felicitación de PilarG en cuestión supone una evidente invitación al asesinato por odio contra la Fe Católica, en la misma línea ideológica de la persecución religiosa protagonizada por los gobiernos de la Segunda República entre 1931 y 1939. Pero no sólo contra ella, sino contra todo aquel que se atreva a discrepar o cuestionar el pensamiento oficial progre y revisionista imperante. El lanzamiento de un misil contra el Valle de los Caídos implicaría la muerte de los miembros de la comunidad benedictina que regenta el templo, así como la de los niños de la Escolanía que allí estudian en régimen de internado y sus profesores, la de los trabajadores de Patrimonio Nacional, la de los visitantes nacionales y extranjeros que lo frecuentan, la de los vigilantes jurados y miembros de la Guardia Civil que lo custodian, además de la destrucción de un monumento clave en la historia de España y que es referente mundial en la reconciliación después de una guerra.
Estas cuestiones fundamentales del derecho, del civismo, del respeto a la legalidad y la verdadera tolerancia para la convivencia, a la izquierda amparada por la FEFFM y al diario digital que les da cancha, El Plural del Sr. Sopena, no les importan nada, porque las pisotean, las desprecian y presumen de defenderlas sólo cuando van en su interés particular. Es más, con sus demostraciones de lo que entienden por libertad, democracia y respeto entran de lleno en lo que se considera apología del terrorismo y se hacen acreedores del rechazo de la sociedad y la persecución de la justicia. Pero es que tenemos una sociedad mediatizada y adormecida por la publicidad progresista y su constante reescritura de la Historia, y tenemos una justicia sesgada que ampara, por acción y por omisión, comportamientos e ilegalidades siempre que sean cometidas por la izquierda o los secesionistas aldeanos de Cataluña y las Provincias Vascongadas. Han pasado bastantes días desde la publicación de esta amenaza y la Fiscalía aún no ha actuado de oficio contra el autor ni contra el digital que la publica. Para muestra baste este botón.
Pero como somos católicos y acabó la Navidad el domingo día 8 de enero con la festividad litúrgica del Bautismo de Nuestro Señor Jesucristo, queriendo mantener este espíritu y por caridad queremos aprovechar para dirigirnos a la autora de la lamentable felicitación y decirle que, por su dignidad como persona, cuenta con toda nuestra compasión sincera, pues en su indigencia intelectual y moral, no es consciente de formar parte de la masa de gente sin independencia intelectual y económica, fruto de las nefastas leyes de educación y laborales de esta democracia tan alabada que, fomentando el odio y la división entre españoles con comportamientos como el suyo, le hacen un gran servicio a los que dirigen estas políticas totalitarias.
Pero la caridad no está reñida con la justicia, y por ello, esta Fundación estudia emprender las actuaciones legales que estime oportunas contra la autora de la felicitación y el digital que lo publica, en línea con nuestra determinación para defender el derecho de los españoles a conocer la historia verdadera, a conservar su patrimonio histórico y a discrepar de la imposición totalitaria de una narración falsificada de la verdad. Y recomendamos sinceramente a la FEFFM y al Sr. Sopena que lean a contrastados historiadores y no a los que difunden manipulaciones, que dejen de mentir a la opinión pública para enriquecerse ílicitamente, y que se abstengan de ensuciar la vida pública española con su veneno periodístico y sus aspiraciones totalitarias.